La Unidad de Negociación Colectiva (UNC) del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) comenzó a principios de este año 2020 la planificación de lo que iba a ser la negociación en el sector público y en el privado. «Iba a ser un año complicado», explicó en Legítima Defensa la doctora Soledad Iglesias, directora de la UNC. «Teníamos ante nosotros el Presupuesto para el sector público, lo consejos de salarios para ASSE y el desafío de una nueva ronda de consejos de salarios para el sector privado».
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El grupo que nuclea a trabajadoras y trabajadores de la salud fue uno de los tres, junto con la construcción y el transporte, consiguió hacer un convenio por fuera del llamado convenio puente de un año que se realizó con más de 80 grupos del sector privado. Su convenio es de 24 meses; el primer año con las mismas pautas que el resto de los colectivos y el segundo año, explicó Iglesias, tienen ajustes que se incorporan al salario. Si bien van a perder salario real, como todos los trabajadores del país «porque es lo que se planteó desde el Gobierno al inicio de las negociaciones», podrán recuperar algún porcentaje en 2022.
Dos logros importantes que Iglesias resaltó del sector privado son la reafirmación de los 15 minutos de consulta con cada usuario luego de que las empresas les pusieran «un ultimátum nuevamente de que querían disminuir ese tiempo» y la extensión de la licencia maternal para todas las médicas hasta los 6 meses de vida del bebé. Antes de este acuerdo tenían 14 semanas, igual que todas las trabajadoras privadas.
En el sector público ya tienen una parte acordada que son más de 7 puntos con ASSE. Los ajustes salariales van de la mano con la ley de Presupuesto que se votó recientemente en el Parlamento y les queda una partida para definir con el Poder Ejecutivo «que es lo que está trancando la firma del acuerdo que abarca a más de 4000 trabajador médicos». Iglesias remarcó que las negociaciones del sector no son solo salariales; también abarcan las condiciones de trabajo, «que son una parte muy importante y necesaria para brindar calidad asistencial adecuada a los usuarios».
Con respecto a la pandemia por coronavirus, Iglesias dijo que para el SMU «es fundamental que haya la menor cantidad de personas que mueran por esta enfermedad». Aseguró que el segundo objetivo es «maximizar los años de vida ganados ajustados a calidad». Agregó: «Tenemos que evitar por todos los medios que los usuarios se contagien y que si se contagian ingresen al CTI. [Más allá de] la preocupación y la insistencia por la cantidad de camas que tenemos en los CTI del país, que son importantes, que darán cobijo a personas que las necesiten y pueden pasar una mediana de 15 días o más de 30, tenemos que atravesar un proceso para evitar que se lleguen a utilizar esas camas».
Las medidas que el SMU plantea a nivel del sistema son: una reorganización de recursos humanos que son fundamentales para asistir a la población; que exista una liberalización de la consulta para poder asistir a todos los pacientes; aumento de testeos, testeo masivo y testeos aleatorios para saber dónde están las personas contagiadas. Sobre esta última medida Iglesias explicó que «hay un planteo sistemático del presidente de la República de que el virus está circulando. Tenemos más contagios, tenemos que saber cuántas personas están contagiadas».
Entienden que hay «situaciones complejas en la sociedad, que tenemos poblaciones muy vulnerables en las que hay que reforzar todo tipo de ayudar. Desde el SMU insistimos en que queremos acompañar a esas poblaciones». Pero también afirman que desde los gremios como actores sociales «queremos comunicar a la población, porque nos debemos a ellos, que hay medidas individuales que se pueden tomar para evitar el contagio».