Cosas que pasan, decía el folklorista argentino José Larralde, pero sólo dos locales ganaron en los encuentros de ida de la Copa Libertadores de América, Jorge Wilstermann al Atlético Mineiro 1 a 0 en Cochabamba y Barcelona de Guayaquil 1 a 0 al Palmeiras con el agónico gol de Jonthan Alvez. Ayer The Strongest que se venía comiendo los niños crudos en la serie, apenas llegó al empate en La Paz sobre la hora 1 a 1 con Arsenal de Argentina. Los otros cinco encuentros los ganaron los visitantes: Anoche San Lorenzo venció 1 a 0 a Emelec en Guayaquil y Botafogo a Nacional 1 a 0 en Montevideo. Antes River le ganó 2 a 0 a Guaraní en Asunción, Gremio 1 a 0 a Godoy Cruz en Mendoza y Santos 3 a 2 al Paranaense en Paraná. Es cierto que en la Copa Libertadores cambiaron muchas cosas también; notese que el único partido con varios goles fue el que jugaron los brasileños entre ellos; en el resto River que convirtió dos contra Guaraní, pero en todos los demás fue 1 a 0. ¿Cuales son las razones para estos cambios? Donde antes ser local era sumar seguro y había que salir a robar algún puntito afuera. Porque además se da que cualquiera gana afuera más que en casa. La ecuación sigue siendo la misma, el que se mantiene invicto en lo local clasifica, pero las victorias de visitante son mucho más frecuentes. ¿Serán las presiones de las hinchadas? ¿el tipo de juego de los equipos que ya no son tan abiertos a la hora de atacar? ¿No hay grandes jugadores desequilibrantes? ¿Cuanto tiene que ver que haya tantos Argentinos y Brasileños? En una copa que se ha transformado en más económica que deportiva. ¿Ustedes creían que sólo en Uruguay andan mal los árbitros? Es un mal momento a nivel continental y hasta me atrevería a decir mundial; si no porque aparece el VAR. Sinceramente no encuentro una respuesta, creo que el conjunto de cambios fue malo, habrá que revisar, sino Conmebol va a entrar en un camino, que como ahora, va a tener que repartir mucho dinero a los clubes que de otra manera no encontrarán otro atractivo para jugar la Copa, defraudando al espectador que todavía cree en el hambre de gloria.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME