El presidente de Turquía, Recep Tayipp Erdogan, aseguró que la explosión que sacudió el centro de Estambul, la capital, y dejó al menos 10 personas muertas y 15 heridas se debió a un “kamikaze de origen sirio”. Esta versión ya había sido difundida por varias televisoras, en las cuales algunos testigos refirieron que todo había sido producto de un atentado suicida. Según la cadena CNN-Türk, se produjo “una fuerte explosión” que se pudo escuchar en distritos aledaños. En las imágenes pudo verse que numerosas ambulancias y policías llegaban a la zona del siniestro. La explosión tuvo lugar a las 10:15am (hora local) en el barrio turístico de Sultanahmet, situado cerca de la basílica de Santa Sofía y de la Mezquita azul, en Estambul. La zona fue acordonada por las fuerzas de seguridad, que evacuaron también los monumentos cercanos. Mientras que se ha prohibido publicar imágenes del lugar, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, convocó de urgencia a los titulares de Interior, Salud y Justicia. Este nuevo hecho viene a atizar el estado de alerta vigente desde el doble atentado suicida ocurrido en octubre pasado en la estación de trenes central de Ankara, el cual dejó un saldo de 103 muertos. Aquél acto terrorista, junto con otros episodios acaecidos durante el 2015, fueron atribuidos al Estado Islámico.
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