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Mundial 2018

Tabárez en toda su expresión

La selección uruguaya entró en la recta final de la preparación de cara al Mundial de Rusia. Hubo que eliminar tres futbolistas y redondear un plantel con la mayor cantidad de jugadores capaces de cubrir todas las posibilidades. El entrenador habló del proceso, de los rivales, de las juveniles, de su idea del fútbol y cómo desarrollarla.

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Se acerca el Mundial, las horas cada vez son menos para el pitazo inicial, pero la idea es la misma y la forma de encararlo por parte de Tabárez y su cuerpo técnico también, con los vaivenes lógicos que propone cada plantel. Pero el fondo no cambia y el maestro espera que el fundamento se mantenga aún cuando ya no esté.   ¿Cuanto costó desafectar a Valverde, Ramírez y Lodeiro? Lo mismo que si fueran otros tres jugadores, siempre cuesta, pero eso es parte de la privacidad, de la intimidad de cada uno, generalmente no hablo de lo que siento yo. Las decisiones se basan en criterios que ya están establecidos. Los antecedentes del futbolista en la selección, mediatos e inmediatos, a veces lejanos o cercanos a este momento, la comparación entre los diferentes miembros del plantel, y el querer conformar un plantel que nos dé muchas opciones, sobre todo para los mismos puestos, tener jugadores de diferentes características, y estoy muy conforme con lo que se ha logrado con este plantel de 23 jugadores. En cuanto a la potencialidad no tengo ninguna duda, si no, no hubieran estado entrenando 26 jugadores en el Complejo; puede que las opiniones en contrario vengan de gente que sepa mucho más de fútbol que yo, pero nadie tiene más información que yo, nadie. En base a esa información y a riesgo de equivocarme, tomamos la decisión a conciencia. Ahora lo más importante es que ya estamos encaminados para preparar a estos 23 futbolistas, para tener un plantel que responda a las expectativas.   ¿Que opinión tiene de los rivales de Uruguay en la serie? No pude ver mucho los encuentros amistosos porque estábamos entrenando, igual se graban los partidos, pero más allá de eso, todo es relativo, porque si bien puedo ver los partidos en cualquier momento, me llega información detallada de gente que trabaja en ese aspecto, con todos los datos del equipo que vamos a enfrentar. Eso es parte de la información que siempre tenemos en cuenta hasta para formar nuestro equipo. Ya estamos en eso, quizás un poco inclinados hacia Egipto, que es el primer rival.   ¿Cuánto cambia la planificación del partido con Egipto que esté o no Mohamed Salah? No sabemos cómo es la recuperación que está haciendo, por la información que tenemos la está haciendo al más alto nivel, se manejan plazos de informaciones que trascienden, hay que ver cuanto hay de realidad. Cuando le pasó a Suárez lo que le pasó, salían cosas que hasta nos hacían reír; este es un caso bastante parecido, por las características de este jugador. Cuando hay futbolistas tan buenos para jugar en determinadas zonas, en este caso externa, haciendo maniobras hacia el centro, para mi necesitamos cubrir los espacios de una forma especial, lo hicimos en la Copa América del 2011 contra Messi, que jugaba en una posición parecida en ese momento, hay que tomar precauciones porque es un jugador de un gran nivel; ahora, cambiar todo el andamiaje de todo nuestro equipo por ese solo motivo, me parece exagerado. No tenemos en este momento ninguna información, ni siquiera relativa, de si puede estar o no, por otra parte siempre pensamos en el rival a la hora de definir un equipo, cosa que también es muy criticada, no soy de la opinión de me preocupo de mi equipo y lo demás no importa, no somos los mejores del mundo, aún los mejores del mundo se preocupan del rival. Un Mundial es muy especial, van los mejores del mundo, pero también todas las ilusiones del mundo y siempre hay equipos que sorprenden. Los equipos que van a ser poderosos lo sabemos por antecedentes, pero hay muchos que no, y no sabemos cuáles van a sorprender; siempre ha habido sorpresas en los mundiales, entonces, por mi experiencia, no me gusta expedirme anticipadamente, ni decir cosas que pueden ser seudoavisos para los rivales. Las cosas se ven en el momento en que pasan los partidos, así que no sé cómo estará Salah en ese momento, ni qué decisión puede tomar su entrenador, que sin duda es algo que pesa. Incluirlo o no, que esté en el plantel, y quizás no lo sepa ni el día del partido. Las informaciones de las integraciones nos llegan al vestuario media hora antes del encuentro, habrá que recostarse en la experiencia y trabajar mucho en todas las acciones de partido, que es lo que estamos haciendo, el trabajo constante en acciones de juego, y a veces aislamos alguna, para insistir en ese tipo de cosas, lo que ya los futbolistas lo tienen incorporado, pero también para dar un espacio a que los nuevos se integren a la visión global que debe que tener un equipo de fútbol. Como pasar de la defensa al ataque y del ataque a la defensa, ahí se resume todo, no hay otra cosa para trabajar en el fútbol que esos aspectos del punto de vista táctico. Así que estamos en eso y confiamos que vamos a llegar en un buen nivel al Mundial.   De orgullo, satisfacciones y agradecimientos    Estar tanto tiempo al frente de una selección no es de lo más normal; ya el Mundial pasado era de los que más tiempo hacía que estaba como técnico de una selección. De lo que ha conseguido hasta ahora, ¿qué es lo que le da más orgullo o satisfacción personal?   Hay cosas que han tenido que ver con la evolución que ha tenido todo esto, y que no es exclusiva a la responsabilidad de mi persona, han tenido un papel protagónico un montón de futbolistas que han estado y que están en este proceso; sin ellos, sin su perfil, sus características y su adhesión, esto no hubiera sido posible. Porque en el momento de los partidos, los que toman las decisiones son los futbolistas, en todas las opciones de juego. El entrenador puede hacer o no un cambio; eso me satisface en lo personal porque lo hemos propiciado; en la metodología de trabajo, en la escala de valores que siempre propusimos, en el ejemplo de los jugadores, en la transmisión generacional, porque no sólo se ha trabajado con la selección mayor, sino que también se trabaja con conceptos de ese tipo en las juveniles, y muchos de ellos lo han vivido primero en una posición de admiración. Cuento una anécdota al pasar; para mí, Sudáfrica fue ayer. El otro día sacando cuentas y viendo cómo pasa el tiempo en muchos aspectos -en lo personal, ni que hablar- caí en la cuenta que Valverde tenía 11 años cuando salimos cuartos en 2010. Eso es increíble, que un niño que se miró en estos jugadores de la selección, hoy está trabajando con algunos de ellos, que además sea un jugador de tanto potencial, no tengo ninguna duda que va ser muy bueno en la selección nacional. Hay otras cosas que me dan satisfacciones, pero generalmente lo hablo con mis hijas y con mis nietos cuando sean más grandes, pero trato de no hacerlas públicas porque no interesan. El otro día me dieron un libro que lo hicieron con entrevistas a otras personas, me enteré de cosas de la selección leyendo el libro, de cosas que pensaban los jugadores sobre mí, me llevé muchas satisfacciones, todavía tengo algunos agradecimientos y conversaciones pendientes, que no tengo tanto tiempo para hacerlas mientras trabajamos. Siempre hemos tratado de ser ecuánimes, no pensar que son todos iguales, porque no es así, pero en cuanto al trato y a la formación del grupo, todos tienen su papel y hay que orientarlos en ese sentido, por todo esto es que lo personal lo dejo más en el ámbito privado que en las declaraciones.   ¿Qué es un buen Mundial? Un buen mundial es ganar partidos, hemos tratado de hacer un buen equipo que tenga posibilidades, creo que hay equipos que tienen mucho más potencial que nosotros, pero también hemos demostrado en algún momento, más allá de que ningún rival para nosotros es fácil, que hemos sabido competir con equipos de alto nivel, amén de los resultados. Cuando nos preparamos para el Mundial de Sudáfrica, antes de la clasificatoria, jugábamos con los equipos que podíamos; después de ese Mundial pedimos, vamos a jugar contra la elite, empezaron los partidos contra España, Alemania, Italia, Francia, y estuvimos ahí, ganamos y perdimos, le ganamos a Francia a Italia. Vino el otro mundial y quedamos eliminados en octavos de final, pero le ganamos a dos equipos de fuste, quiere decir que puede decir que nos enfrentemos a un equipo de la elite mundial y puede suceder que no seamos superiores, pero con posibilidades de ganar, vamos con esa ilusión y conscientes de eso. Los futbolistas, sobre todo, albergan sus esperanzas y no les puedo decir en este momento: “Va a ser un buen mundial llegar hasta tal cosa”; vamos a ver, porque los partidos también tienen su historia y sus características. Para nosotros hacer un buen mundial es llegar lo más lejos posible, eso pasa por ganar partidos, por hacer goles y que no nos los hagan, pero tenemos que enfocarnos en el juego, prepararnos para cada partido, y se juegan de a uno. Y no sabemos como va a ser ninguno de esos partidos. Por tanto, ese tipo de consideraciones es más teórica, más general, y no le puedo decir más que lo que le digo. Decirle que jugar un buen Mundial es jugar lo siete partidos es ponerse un techo. ¿Para qué? Aunque lo piense, ¿para qué lo voy a decir? ¿Para qué lo voy a pregonar? En el fútbol no hay que avisar nada, los partidos se juegan en el día y a la hora que están fijados, y ahí veremos qué es lo que pasa. Dejé claro para qué trabajamos, pero nunca tenemos la absoluta seguridad de que eso pueda acontecer, porque, si no, en vez de jugar partidos de fútbol, haríamos concurso de oposición teóricos, y estos son partidos de fútbol. En el fútbol se puede ganar por imponderables, y nos ha pasado, como también hemos perdido de la misma manera, el fútbol no es una ciencia exacta. Por suerte. En algún momento ya no vamos a estar, nosotros confiamos en lo que hacemos, pero esperamos que por lo menos los fundamentos de lo que hicimos se respeten, no que sea exactamente igual, pero sí la base, porque tenemos ciertas condicionantes como país y sobre todo desde el punto de vista demográfico, que afecta la cantidad de futbolistas que tenemos a disposición. Son pocos comparativamente con los que pueden tener Brasil o Argentina, por ejemplo. Por suerte se juega 11 contra 11, pero estos procesos de trabajo son más importantes para nosotros que para países con índices de mayor población. Por eso es tan importante empezar con juveniles hasta llegar a la selección mayor. Y paso un aviso: hay que invertir dinero en las selecciones juveniles.

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