Según Marcio Faría Da Silva, expresidente de Odebrecht Ingeniería Industrial y actual procesado por el caso Lava Jato, el actual presidente en ejercicio de Brasil, Michel Temer, le pidió una coima del 3% del valor por un contrato con Petrobras. El hecho habría ocurrido cuando Temer fue ungido como candidato a la vicepresidencia, secundado a Dilma Rousseff, en el año 2010. Según Farías, acogido a los beneficios de la delación premiada (información a cambio de reducción en la pena), en la reunión, que se celebró en el despacho de Temer en San Pablo, también se encontraba el senador Enrique Alves y Eduardo Cunha, promotor del juicio político a Dilma Rousseff, y preso por varios delitos en el caso Lava Jato y otros. «Estaba claro que era una coima porque se hablaba sobre el porcentaje de un contrato», aseguró Faría da Silva.
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