La promoción de espacios para la difusión cultural y la búsqueda de acuerdos entre los distintos sectores conformarán el norte de la acción a desarrollar por el frenteamplista José Carlos Mahía (Frente Liber Seregni) durante su período al frente de la Cámara de Diputados. El legislador, que ha cumplido 22 años ininterrumpidos en ese cuerpo, asumió la presidencia el miércoles 1º de marzo. “Es un honor para mí que mis compañeros del Frente Liber Seregni y de Asamblea Uruguay –sector al que pertenezco desde su fundación– hayan pensado en mí para asumir esta responsabilidad”, dijo Mahía, visiblemente emocionado, a Caras y Caretas.
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“Vamos a trabajar las identidades de los uruguayos. Por ejemplo, las identidades culturales, y desde ese punto de vista pretendo promover espacios para la difusión de eventos culturales, actividades teórico académicas”, anunció el diputado al resumir la orientación que asumirá su presidencia de la cámara. La idea es encontrar “una mayor fluidez desde el sistema político en su conjunto, el Parlamento y los agentes culturales, los actores, músicos, todo lo que compone a la cultura y a sus trabajadores. Muchas veces la relación se da a través de la demanda en épocas presupuestales o para leyes específicas y no hay una sinergia que permita tener un diálogo fluido con el mundo de la cultura”. “Creo que desde la izquierda debo hacer lo posible para promover esto y lo voy a intentar”, subrayó.
Agregó que realizará un trabajo también hacia la academia y los intelectuales. “Ahí vamos a promover eventos que tengan que ver con un diálogo más fecundo entre ese sector de la sociedad, que ha tenido una mirada más critica del sistema político en su conjunto y del Parlamento en particular”. Y a modo de ejemplo recordó que este año se cumple el centenario de la Constitución de 1917. “Para los blancos es la de las garantías electorales y para los colorados la Constitución batllista. Podemos armar actividades que refieran a eso y que tengan una mirada política y académica. Otro ejemplo son los cien años de la Revolución Rusa, un evento que cambió al mundo, que ubicó al primer país socialista de la historia. Qué repercusiones trajo eso para la humanidad, qué repercusiones trajo para América Latina, qué consecuencia tuvo en nuestro país. Podemos promover actividades en torno a ese evento que registró en Uruguay también sus consecuencias”.
Esos son algunos de los aspectos que piensa promocionar, “promoviendo el mayor diálogo, el respeto a las distintas posiciones, sabiendo que me va a tocar un año muy particular desde lo político por lo que significa el tercer año de gobierno y por lo que va a ser para el propio Frente Amplio [FA]”.
Y por ser un año particular, agregó, es que apostará al diálogo. “Tengo que ser muy proactivo porque lo exige el rol del presidente de la cámara, y si bien los coordinadores de los partidos son los principales representantes, la presidencia de la cámara, desde nuestra mirada, va a tratar de ayudar a que el diálogo sea fecundo”, subrayó. Tras recordar que el debate es parte esencial del Parlamento, afirmó que el diálogo “tiene que ser lo más productivo posible, porque a la larga o a la corta lo que nosotros producimos son leyes y estas tienen que ser las mejores posibles para que influyan positivamente en la gente”.
Otra de las particularidades será la necesidad del FA de asegurar el voto 50 en la cámara baja, lo que para algunos actores de la oposición significa perder la mayoría parlamentaria. “Llevo 22 años en el Parlamento. En los primeros diez estuve en la oposición. Y perdí casi todas las votaciones. El Partido Nacional y el Partido Colorado acordaban, llevaban al plenario esos acuerdos y estos eran refrendados por los votos en el Parlamento. Es natural que las mayorías se ejerzan, respetando las voces de las minorías. Lo que ha sucedido en torno a esta eventual pérdida de la mayoría del FA en algunas decisiones es legítimo desde el punto de vista constitucional, pero desde lo democrático interpela algunas cosas: porque el pueblo uruguayo votó tres veces consecutivas darle mayorías en el Parlamento al FA y para hacerlo posible hubo un esfuerzo muy grande de miles y miles de personas. Hubo encuestadoras que un día sí y otro también afirmaban que no iba a haber mayorías para el FA. Ni que hablar de actores políticos. Por tanto, haber tomado esa decisión no solo no asegura el voto 50, sino que desvirtúa la voluntad que el pueblo expresó en las urnas. Eso es un dato de la realidad. Ante eso no hay que resignarse, hay que trabajar con amplitud, buscar acuerdos y hablar mucho con la gente”.
Para el FA “es un desafío mostrar voluntad de acuerdo, pero también para la oposición, o sea, debe demostrar que quiere llegar a acuerdos y no marcar perfil. Cuando Pablo Mieres dice que echen al Codicen y capaz que vota la Rendición de Cuentas, en realidad genera un condicionamiento para el otro y suena más fuerte marcar un perfil ante la opinión pública en un tema que la voluntad de abandonar algunas de sus propias posturas para ver si llega a un acuerdo o no”.
Tanto el FA como la oposición “tienen que generar condiciones para los acuerdos. La responsabilidad está en los dos lados”.
“Tenemos que administrar esa realidad en el mejor sentido posible y tratar de acercarnos lo más que se pueda a nuestro propio programa. No hay que perder de vista que en el Senado el FA mantiene su mayoría y que el Poder Ejecutivo es del FA. Por tanto, creo que tener el Poder Ejecutivo es decisivo a la hora de llevar adelante políticas públicas más allá de que en algunas iniciativas tengamos dificultades en su aprobación”, remarcó.
En síntesis, para Mahía esta situación no constituye un drama. “Tenemos que habituarnos a ver en cada dificultad una oportunidad, y en algunos temas tendremos dificultades y en otros vamos a tener acuerdos. Yo le quito drama a esto más allá de que vamos a trabajar para sacar adelante todas las normas que podamos, alineadas al programa de gobierno del FA”, sentenció.
Sobre otros temas que integrarán la agenda de este año en la bancada frenteamplista, señaló que “la realidad social nos está impactando día a día y la sociedad en su conjunto merece respuestas concretas. El tema de la participación de la mujer en política también es un tema prioritario. Aquellos referidos, por ejemplo, a la cultura. En particular creo que el FA en Diputados debería hacer suyo el anteproyecto que elaboraron la FEUU, Agadu y la Cámara del Libro, que tuvo el auspicio del Pit-Cnt y que mostró la posibilidad de que intereses contrapuestos tuvieran un acuerdo”.
Un tema de importancia será lograr la concreción de la Universidad de la Educación, proyecto paralizado por la falta de acuerdo en el sistema de dirección de esa casa de estudios. “Coincido en promover la Universidad de la Educación y ahí deberíamos conversar con la oposición y con los actores educativos si es que estamos dispuestos a dar algunos pasos distintos. Yo defiendo la autonomía y el cogobierno. Lo quiero dejar bien claro. Ahora, si no logro las mayorías especiales para obtenerlo, tenemos que pensar una solución inteligente que nos permita terminar con esa vieja dicotomía y lograr que los maestros y profesores tengan formación y título universitario. Para eso quizá debemos pensar en un sistema distinto de conducción y estar abiertos a acuerdos”.