Siempre fue un clásico, que se había agotado en un momento, pero hace dos años se puso muevamente de moda en la Copa Libertadores, tirar bombas y meter «canchengue» en el hotel del visitante. Claro que ahora la tecnología hace que las bombas hagan más ruido que antes, lo que en el pasado se le ponían latas para aumentar el ruido, ahora por si solas suenan bonito. Anoche en el hotel donde se aloja Peñarol en Tucumán hubo tres «sesiones» para atender al visitante: a la 1, a las 3 y a las 4 de la madrugada. En Peñarol, sabiendo que esto podía suceder, porque ya ocurrió en la visita del año pasado, pusieron a los jugadores en las habitaciones que dan al fondo del hotel. Así y todo algunos escucharon y se despertaron. Los delegados de Peñarol lo denunciaban esta mañana a la gente de seguridad de la Conmebol en la reunión técnica, lo que no va a ir más allá de eso.
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