Trump amenaza la legalización de la marihuana

El Departamento de Justicia derogó los cinco memorandos que desalentaban la persecución de delitos relacionados con marihuana, en los Estados que habían legalizado la venta y el consumo. De ese modo, da carta blanca a los fiscales federales para hacer cumplir la ley federal, que considera ilegal el consumo y posesión del cannabis. La distensión de la política de criminalización abrió un enorme mercado para productores y distribuidores y derivó a las arcas públicas millones de dólares que hasta hace muy poco quedaban en el circuito del narcotráfico. Los Estados que habilitaron la venta y el consumo recreativo son seis, a saber, Colorado, Washington, Oregón, Nevada, Alaska y California. Este último Estado es el que más recientemente arribó al club cannábico y es, por lejos, el que mayores dividendos arroja. , Los Estados de Maine y Massachusett, así como Washington DC permiten el consumo de marihuana pero no su venta. Además, 29 de los 50 Estados de la Unión legalizaron el uso medicinal del cannabis, pese a que la agencia federal de medicamentos se ha negado a considerarla como droga medicinal. El Departamento de Justicia no aclaró si la nueva estrategia podría implicar la persecución legal a los dispensarios y consumidores de marihuana o busca frenar la creciente dualidad que genera la heterogeneidad del mapa de legalizaciones y prohibiciones. El origen de la apertura hacia la legalización del uso recreativo de marihuana comenzó en 2013, cuando los Estados de Colorado y Washington aprobaron la legalización de su uso recreativo. El Departamento de Justicia de Obama decidió no demandar a esos Estados y emitió un memorando -ahora revocado- en que se instaba a los fiscales a no dar prioridad a la violación de la ley federal sobre la prohibición de marihuana, excepto en casos de venta a menores, actividad de bandas o traslado de la droga a Estados en que el consumo y la venta es ilegal.