El autoelogio que Donald Trump se dirige en un Twitter dice: “Yo pasé de ser un muy exitoso empresario, a una gran estrella de televisión a presidente de EEUU. Creo que esto se calificaría no como inteligente, sino como genio”. La campaña contra el presidente ha rebasado los calificativos de excesivo, iracundo, mentiroso, ignorante, y han pasado a poner en duda sus facultades mentales. La caracterización ha cobrado fuerza en los últimos tiempos es que se trata de un desequilibrado mental, lo que ha ha recrudecido esta semana tras la publicación de un demoledor retrato de la Casa Blanca, en el que los desvaríos del presidente juegan un papel protagónico. La contestación que Donald Trump dio a esa campaña fue, al tiempo que agresiva y autocomplaciente, tan excéntrica que no ha hecho otra cosa que dar pábulo a los rumores de que se está en presencia de un desequilibrado. Textualmente Trump twitea: “Ahora que se ha demostrado que la trama rusa, después de un año de intenso escrutinio, es una total falsedad, los demócratas y sus perros falderos, los grandes medios mentirosos, han recuperado el viejo juego que aplicaron a Ronald Reagan y han empezado a gritar sobre mi estabilidad mental e inteligencia. Lo cierto es que a lo largo de mi vida, mis dos grandes bienes han sido la estabilidad mental y ser realmente inteligente. ‘Deshonesta’ Hillary también jugó fuerte a estas dos cartas y, como todo el mundo sabe, acabó quemada. Yo pasé de ser un muy exitoso empresario a una gran estrella de televisión a presidente de Estados Unidos (al primer intento). Creo que esto se calificaría no como inteligente, sino como genio… y un genio muy estable”.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME