Mientras Uruguay centra su atención en las medidas que permitan mitigar el impacto del coronavirus, la economía uruguaya sigue su peligroso curso, si se toma en cuenta los daños económicos que la epidemia sanitaria dejará.
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Para entender un poco más que está pasando con el dólar extraemos del articulo: «El dólar y las vaquitas se van por la misma senda»de los economistas Hector Tajam y Gabriela Cultelli, publicado en el Portal Mate Amargo.
«El Banco Central publicaba que el viernes 28 de febrero, justo antes de asumir el nuevo gobierno, el dólar cotizaba a $39,15, y para el viernes 13 de marzo, a solo 15 días, estaba a $44,45 según la misma fuente.
Dicho de otra manera, nuestra moneda se devaluó un 13,5% en los primeros 15 días de gobierno de coalición. Lo expuesto y haciendo una estimación moderada para el resto del mes, implicaría una suba de precios que superará los dos dígitos, calculada entre marzo 2019 y marzo 2020. Esta estimación no tiene en cuenta elementos especulativos que puedan presentarse tanto para una suba mayor del dólar como para el aumento de precios, sobre todo los alimentos. O sea, puede ser peor.»
«Anuncian a partir del 1 de abril una suba de tarifas a la que ya no estábamos acostumbrados: OSE 10,7%; UTE 10,5%; ANTEL 9,8%. Y sin alcanzarles esto, rebajan en 2 puntos la exoneración de IVA en compras con tarjetas de débito.
Los indicadores de tipo de cambio real que publica el BCU (a enero 2020) nos muestran cómo esta el tipo de cambio en Uruguay en relación al resto del mundo y la región. En ellos se manifestaba que en promedio y en relación al mundo estábamos un 2,8% por debajo (poca diferencia) que en 2017. Cuando nos comparamos extra regionalmente, nuestro tipo de cambio mejoró un 13,7% con relación al mismo año. El problema está en la región y en relación a Argentina donde el tipo de cambio empeoró un 25% y con Brasil (aunque no tanto) con una caída de 9,6%, tomando como referencia el 2017. A esto le llaman competitividad por el tipo de cambio, y aunque no es motivo de este artículo, obliga expresar que la competitividad se relaciona con muchísimas más variables.
Pero ¿realmente era necesario este aumento del dólar?
Si nos fijamos en la variación que tuvo esa moneda en estos días en la región, no parece sustanciarse (ver cuadro). Por lo tanto, la devaluación sufrida en Uruguay obedece fundamentalmente a los compromisos preelectorales favorables a los poderes económicos.»