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Recital de los Rolling Stones

Uruguay vibró al ritmo de los Rolling Stones

Unas 55 mil personas asistieron a uno de los espectáculos más importantes de la década.

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Caras y Caretas Diario

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El sofocante calor del día amagaba con un chaparrón para la noche. Los más de 30 grados que alcanzó Montevideo hicieron que en la previa del show de los Rolling Stones, el ambiente fuera pesado. En las primeras horas del día martes, los fanáticos que aguardaban para ingresar al Centenario se refugiaron en las sombras de los árboles. Finalmente, la noche pareció ser un regalo para la banda más legendaria de rock and roll y para los aficionados, ya que la luna fue un testigo más del espectáculo. Las colas de ingreso a las distintas zonas funcionaron de forma ordenada y ligera. Las filas daban vuelta a las manzanas de Parque Batlle y en forma silenciosa el público accedió a la cita. Boomerang fue un buen telonero que navegó por sus temas con más rock. Cuando se despidieron y al grito de “vamos los Stones”, el 70 %  del Centenario ya había estaba completo. A las 21:10 aproximadamente se apagaron las luces. A través de las pantallas gigantes – que estaban ambos lados del escenario – se pasó un audiovisual que recorre en forma animada la historia de la banda, y que finaliza con un cartel de ruta que decía “Bienvenidos a Montevideo”. En ese instante, se escucharon los primeros acordes de la guitarra de Keith Richards para dar comienzo a “Start Me Up”. Siguieron con “It’s Only Rock And Roll” y “Tumbling Dice” del disco Exile On Main Street, uno de los íconos de la discografía Stone. “She’s So Cold” fue la canción elegida por votación del público. Luego, “Wild Horses” fue cantada por toda la afición. Cuando la Fender Telecaster de Richards punteó el comienzo de “Paint It Black” fue como una inyección de energía para todos los que saltaron y se dejaron deleitar por ese ritmo casi de procesión. Mick Jagger presentó a la banda – momento en el que Ron Wood se mostró muy efusivo- y luego descansó para que Keith tocara “Slipping Away” y “Can’t Be Seen With You”. El momento más blusero de la noche fue con “Midnight Rambler” en el que se generó una ida y vuelta con la afición en un grito “oooh yeah”. Ron Wood y Keith Richards parece que se hablan con sus guitarras. Desde que el primero se integró a la banda, se selló un vínculo de hermanos que parece ser indestructible, y su forma de recorrer el escenario anoche lo confirmó. Sasha Allen, la corista que se unió para la gira latinoamericana, se llevó todos los aplausos en “Gimme Shelter”, donde alcanzó un volumen de voz único e interactuó con Jagger sobre el final de la pasarela. En “Simpathy For The Devil” el conductor de los Stones apareció con una gran capa de plumas, haciendo alusión a Lucifer. Acompañado de unas gráficas que iban y venían en un juego de colores y formas, sumado a las luces de la gran escenografía montada, fue un momento sublime. “Jumping Jack Flash” fue el falso cierre. El coro Rapsodia, abrió “You Can’t Always Get What You Want”, quizá la parte más emocionante de la noche. Finalizaron con “Satisfaction”, y así los aficionados quedaron satisfechos. Uruguay recordará el recital de los Rolling Stones como un hito en la historia. El

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