Uruguay y Venezuela en los extremos en índices de libertad, según ONG

Como se hace habitual cada año, la ONG Freedom House presentó su informe sobre la libertad en el mundo y, como ya se hace habitual en esa valoración, volvió a incluir a Venezuela entre los países de Latinoamérica en donde peligra la democracia, en tanto que en esta ocasión posicionó a Uruguay como el más libre de la región. La edición de 2016 ubicó a Uruguay en el puesto 14 del ranking mundial, lo que lo convierte en la primera nación latinoamericana de la medición, por encima incluso de países como Alemania, Suiza y Reino Unido. Las puntuaciones que mereció en los índices del estudio fueron muy favorables y en general obtuvo 98 puntos sobre cien. En materia de “derechos políticos”, “libertades civiles” y “ranking de libertad”, recibió una máxima evaluación. En cambio, Freedom House propinó a Venezuela la peor escala respecto a libertad y democracia. Consideró que el gobierno de Nicolás Maduro ha reprimido y perseguido a líderes de la oposición, mientras amordazaba a los medios. Sin embargo, dejó claro que la victoria de la oposición en las pasadas elecciones legislativas podría “corregir el rumbo” del país. No es la primera vez que esta organización sitúa a Venezuela entre los países con “problemas de libertad y democracia”. En 2010 había asegurado en otro informe (sobre la libertad de expresión en la región andina) que en el país sudamericano se había producido “un grave deterioro en el área de los derechos civiles y políticos durante los años del mandato del actual presidente Hugo Chávez Frías”. En 2012 medios de prensa denunciaron que Freedom House era una ONG digitada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y que asesoraba y financiaba a la oposición venezolana. En ese entonces, según Rebelión, la oficial principal de programas de la organización para América Latina, Viviana Giacaman, viajó a Venezuela para afianzar la candidatura de Henrique Capriles. De acuerdo con el medio, en 2005 Freedom House comenzó a trabajar allí con financiamiento de la USAID para asesorar y financiar a varios grupos, ONGs y proyectos de la oposición. En 2008, aumentó en 90 por ciento sus recursos hacia las organizaciones de la llamada «sociedad civil» en América Latina en comparación con las cifras entregadas en 2006.