Si bien reconoció que “no es suficiente”, el jerarca señaló que se trabaja junto con la Presidencia de la República, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) para bajarlas aun más. En este sentido, al hacer uso de la palabra en el acto, la ministra de Industria, Carolina Cosse, consideró que las empresas públicas “son un motor muy importante de la economía y de la generación de conocimiento”. El desempeño de UTE “es muy eficiente”, agregó, por lo que “tenemos que seguir trabajando mucho más en mejorar las tarifas para los hogares y seguir un camino, que ya hemos comenzado, de ayudar con la energía en los temas de competitividad de la industria, en particular, aquella que utiliza más la energía”, señaló la secretaria de Estado. Planes Entre los planes implementados por UTE en el correr de 2017 para mejorar la gestión de la demanda energética, se encuentra Más Confort, un beneficio otorgado desde el pasado 1º de octubre a todos los clientes con tarifa residencial simple y tarifa general simple que adquieran electrodomésticos eficientes, tales como acondicionadores de aire y termotanques de 60 litros o más, clase A. El denominado Plan 2030 cuenta en la actualidad con 13.500 clientes, fue pensado para hogares con un consumo mensual de 230 kilovatios o menos por mes e implica un cambio de tarifa sin costo. El plan Más por Menos, en tanto, bonifica a los usuarios con tarifas multihorario hasta setiembre de 2018, inclusive. Hasta el momento, este plan lleva bonificados unos 47 millones de pesos. Entre los productos comerciales y las bonificaciones dirigidas al sector productivo, está la instrumentación de los subsidios dispuestos por el MIEM para más de 3.600 establecimientos del sector lácteo y 89 empresas del sector electrointensivo. Asimismo fue implementada una prórroga del pago de potencial al sector industrial con un plazo para optimizar sus instalaciones. A partir de enero de 2018, UTE brindará información con 24 horas de antelación sobre el precio de la energía para la toma de decisiones, a modo de experiencia piloto, informó Casaravilla, en su discurso. El cambio de la matriz energética permitió al ente conectar 147 megavatios de energía fotovoltaica y 402 megavatios de energía eólica. El total de potencia instalada habilitada asciende a 225 megavatios de fotovoltaica, 1.382,55 de eólica y 72,3 de biomasa. Las autoridades destacaron también la incursión de la empresa en el mercado de valores con la sociedad económica del parque eólico Valentines, además del inicio de la producción comercial de los fideicomisos de los parques eólicos Pampa y Arias y del leasing del parque eólico Palomas. En cuanto a la microgeneración de energía fotovoltaica, UTE autorizó este año 3,5 megavatios en 100 instalaciones, lo que totaliza a la fecha 13 megavatios en 400 instalaciones. Otros de los hitos de gestión en este último año están vinculados a las inversiones que se han realizado para la transmisión e interconexión eléctrica con los países vecinos. En este sentido, se inició la comercialización de energía con Brasil a través de la convertidora instalada en Melo, Cerro Largo, y culminó la construcción de la línea de transmisión en 150 kilovoltios de 145 kilómetros de extensión entre Rivera y Artigas. La ejecución de obras de mejora de la red de distribución eléctrica asciende a las 680, mientras que las destinadas a nuevos servicios superan las 5.800. Como parte de su política de inclusión social, UTE regularizó el servicio a unas 4.000 familias y bonificó a unos 7.000 usuarios por 4,5 millones de pesos, debido a la afectación del servicio en inundaciones y otros sucesos climáticos de singular importancia.
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Uruguay es vanguardia mundial en uso de renovables
La inversión de más de 7.000 millones de dólares desde el año 2010, mediante la colaboración del sector privado con el Estado, ubicó a Uruguay a la vanguardia en materia de energías renovables, con un 62% de participación en la matriz primaria, mientras que el promedio mundial es de 19%, según los últimos datos de 2016. El desarrollo de esta infraestructura ha permitido transformar al país en exportador neto de electricidad. La puesta en marcha de diversas iniciativas aplicadas desde 2010 hizo que Uruguay consiguiera reducir significativamente su sometimiento histórico para generar energía a las condiciones climáticas y a los combustibles fósiles y, por el contrario, pasara a ser un país exportador neto de electricidad. El logro se alcanzó a partir de un incremento sin precedentes de las fuentes renovables en la matriz primaria de energía, que posicionó a Uruguay a la vanguardia mundial en su uso. Tal afirmación queda demostrada con la exportación de 1.122 gigavatios por hora (GWh) por año entre 2014 y 2016, que representó 9,5% del total de la electricidad generada, en promedio, durante ese lapso. Tanto el gobierno como los actores privados han realizado inversiones en el sector, que desde 2010 totalizan más de 7.000 millones de dólares, agregó el informe en la materia publicado por el instituto Uruguay XXI. La participación de las energías renovables llega a 62% de la matriz primaria uruguaya, mientras que el promedio mundial es de 19%. A su vez, el país ocupa el tercer puesto global respecto del nivel de inversiones en la materia en relación con el producto interno bruto (PIB), según el último informe de 2016 de la REN 21, la red mundial de políticas en energía renovable que conecta a gobiernos con la sociedad civil, la Academia y organismos internacionales. Esos resultados responden a los lineamientos establecidos por una política de Estado que realizó una fuerte apuesta a las energías renovables, con importantes metas de incorporación en el corto plazo y atractivas ventajas impositivas que contribuyeron al desarrollo del sector. El Plan de Infraestructura 2015-2019, de un total de 12.500 millones de dólares, destina 4.230 millones al sector energético. Además de contar con incentivos a la inversión, como la ley de promoción y protección de inversiones, exoneraciones tributarias o las diversas modalidades de inversión y financiamiento, Uruguay tiene una ubicación privilegiada, que le otorga condiciones naturales favorables para la generación de energía solar, eólica, hidráulica y la posibilidad de oportunidades de generación a partir de la biomasa asociada a la producción agroindustrial. Desde el punto de vista de la demanda, el Plan Nacional de Eficiencia Energética 2015-2024 establece las líneas de acción necesarias para promover la disminución eficiente de la demanda energética a nivel nacional, con el fin de alcanzar una meta de energía evitada de 1.690 kilotep (miles de toneladas equivalentes de petróleo, por sus siglas en inglés) en el período mencionado. El Plan Nacional de Eficiencia Energética y la Política Energética 2005-2030 están alineados con el compromiso asumido por el país durante la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21), en diciembre de 2015 en París, de contribuir a la mitigación de la emisión de gases de efecto invernadero.
Varias formas de financiarse
Para llevar adelante las distintas obras que tiene en carpeta, UTE ha diseñado diferentes estrategias a efectos de obtener el necesario financiamiento. En ese sentido, y buscando aprovechar la buena respuesta que UTE ha logrado con el mercado de valores local -cuando se realizó el lanzamiento de dos fideicomisos para dos parques eólicos y una sociedad anónima en otro-, ahora proyecta otra millonaria salida al mercado para 2018. En el ente existe la idea de estructurar un fideicomiso por unos US$ 140 millones para la línea de transmisión de 500 kV que deberá construir entre los departamentos de Tacuarembó y Salto y que se estima tendrá una extensión de 230 kilómetros. El diseño de esta emisión y su estructuración se prevé que demandará gran parte del próximo año. Todavía no está claro si el instrumento será en dólares o en moneda nacional, aunque sí hay una decisión tomada de ofrecer un tramo de la emisión a inversores minoristas replicando el camino de los parques eólicos Otro ejemplo fue lo ocurrido en mayo de este año, cuando el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de la Corporación Interamericana de Inversiones, aprobó un financiamiento de US$ 56 millones para construir una línea de transmisión eléctrica de 500 kilovatios (kV) de 213 kilómetros entre Melo y Tacuarembó. Con ese dinero, el ente pagará un contrato de arrendamiento anual a un privado que se encargó de la obra y que demandará una inversión global de US$ 80 millones. También en base a este sistema de financiamiento, ahora UTE está ultimando un nuevo leasing para otra línea de alta tensión (500 kV) que deberá construir entre la central de Punta del Tigre (San José) y la localidad de Cardal, en el departamento de Florida. El proyecto busca generar una mayor confiabilidad de la conexión y ampliar la capacidad de transporte de energía eléctrica del nuevo nodo de generación térmica de la central Punta del Tigre. Esta obra incluye la construcción de subestaciones y su costo rondará los US$ 60 millones. El pliego de la licitación estaba previsto que saliera a mediados de año, pero algunos detalles -como el trazado de la línea por zonas relativamente pobladas de San José- ha llevado a postergar su lanzamiento para fines de este año o principios del próximo.