Esta actividad es parte del proyecto Luces para Aprender, que en 2014 instaló paneles solares en escuelas rurales. Tras la conexión a la red de UTE de 18 de esas escuelas se definió la reinstalación de los equipos en proyectos sociales. Walter Sosa, director de UTE, informó que esta iniciativa se enmarca en la segunda etapa del proyecto Luces para Aprender, que se ejecutó en 2014 y que tuvo por objetivo que el 100 % de las escuelas rurales del país tuvieran energía eléctrica. Ese objetivo fue alcanzado con cobertura de tendido eléctrico y paneles solares en 72 escuelas que estaban muy alejadas de las redes de distribución, a través de un acuerdo firmado con la OEI y la Fundación Elecnor. Al mismo tiempo, y tal como ha sucedido en los últimos dos años, UTE continuó ampliando la extensión del tendido de redes, 18 escuelas, que inicialmente recibieron paneles solares, se conectaron a la red y dejaron de utilizar los equipos inicialmente instalados. En esa línea, junto con las organizaciones donantes (OEI y Elecnor), se analizó posibles usos para esos equipos y se definió continuar colaborando con el acceso a la energía a sectores vulnerables. Para ello, se definieron tres criterios para apoyar. El primer criterio es apoyar a los hogares en los que viven niños que asisten a esas escuelas rurales más alejadas, para que tengan energía, no solo en la escuela, sino también en sus viviendas. El segundo es contribuir a la difusión y promoción del uso de energías renovables y la posibilidad de crear mano de obra especializada, para lo cual se acordó con la Universidad Tecnológica la instalación de equipos en laboratorios de energías renovables, tanto en el local de Durazno, como en otros puntos estratégicos del interior del país. El tercer criterio fue apoyar emprendimientos sociales y productivos donde haya dificultades de acceso a la energía eléctrica. En ese sentido, con el apoyo de la Intendencia de Rocha y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), se acordó apoyar un emprendimiento de mujeres residentes y parte de la comunidad de pescadores de la Laguna de Rocha que llevan adelante el emprendimiento gastronómico La Cocina de la Barra. Este equipo permitirá mejorar la iluminación y uso de freezer, para agregarle valor a su trabajo y atraer a más turistas a la zona. Sosa subrayó que, no obstante, todos los actores trabajan junto con la Intendencia y la SNAP para evitar el impacto medioambiental de la instalación, en esta área protegida. Las siguientes etapas consisten en la entrega de equipos a hogares, en modalidad de comodato, con la condición de que los niños continúen en el sistema educativo y que residan en el predio donde se instala el equipo. “El objetivo es que estos equipos contribuyan a la educación de los niños”, señaló. Además, ya se está coordinando con autoridades de la Universidad Tecnológica para la instalación de dos equipos en el departamento de Durazno, que se va a ejecutar en el correr del año. Sosa resaltó que son más de 18 los equipos fotovoltaicos disponibles y que, a medida que las escuelas vayan incorporándose a la red general de UTE, quedarán disponibles más, que serán reacondicionados en otro lugar siguiendo el criterio de apoyo a la educación, formación en energías renovables y apoyo a emprendimientos con fines sociales. El costo de instalación y mantenimiento de los equipos lo absorbe UTE. Ambicioso proyecto En el año 2014, UTE, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Fundación Elecnor, firmaron un convenio que impulsó el proyecto Luces para Aprender, por el cual se suministró energía solar fotovoltaica a las escuelas. La firma del convenio se llevó a cabo con la presencia del presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla; el vicepresidente Cesar Briozzo; el gerente general, Carlos Pombo; la directora, Cristina Arca; el director del ente, Walter Sosa; autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), de la Organización de Estados Americanos (OEA), y de la Fundación Elecnor. Dicho convenio convirtió a la UTE en socio de la iniciativa Luces para aprender, para la cual aportó 300.000 dólares. Casaravilla destacó que los fundamentos del programa obedecen a objetivos de mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales, cuyas escuelas no tienen un suministro de energía suficiente como para garantizar un buen nivel educativo. El proyecto Luces para aprender es liderado por la OEI, con el que pretende llevar la energía solar a más de 66.000 escuelas de toda Latinoamérica. Es una iniciativa importante que tiene como objetivo principal mitigar la brecha social en comunidades aisladas, de difícil acceso donde los costes económicos y medioambientales imposibilitan la infraestructura eléctrica convencional y el coste del combustible fósil cada vez resulta más elevado. La falta de suministro de energía crea deficiencias en la educación, el acceso a la información y a las nuevas tecnologías como internet. La energía solar fotovoltaica ayuda a los niños y niñas de estas comunidades a tener mejores oportunidades de desarrollo. La tecnología solar fotovoltaica es la más adecuada para suministrar energía de autoconsumo en lugares aislados, la bajada de los costes y la sencillez de las instalaciones hacen posible que el suministro eléctrico a lugares carentes de infraestructuras, y que habitantes de estos lugares de conviertan en dueños de su propia energía, aprovechando un recurso natural como el sol. UTE trabaja en la inclusión social A través de su política de inclusión social, UTE desarrolla herramientas para facilitar el acceso a la energía eléctrica de los hogares. Los instrumentos incluyen la conexión de viviendas irregulares, recambio de electrodomésticos de consumo eficiente a precios subsidiados, continuar electrificando el medio rural, y la realización de talleres de sensibilización en barrios, para promover la participación de las comunidades. Según informa en su sitio web, en 2016, el plan de regularización alcanzó la conexión de 3.500 hogares, de los cuales unos 1.000 son nuevos clientes de Montevideo y 2.500 residen en el interior del país, mejorando la calidad de vida de las familias, y evitando las condiciones inseguras de las conexiones irregulares. Para 2017, se planifica regularizar otros 4.500 hogares. Este plan se enmarca en la atención de núcleos de viviendas en asentamientos irregulares, donde la demanda por la conexión eléctrica surge de los propios vecinos. UTE provee el tendido de líneas y la instalación de la infraestructura necesaria para que el suministro llegue a cada hogar en las condiciones de calidad y seguridad adecuadas, y otorga a los vecinos facilidades para el pago y una tarifa especial, además de efectuar un seguimiento permanente con técnicos y asistentes sociales, con el fin de lograr la permanencia del nuevo cliente dentro del sistema formal. En 2016, UTE también implementó el Plan Piloto de Recambio de Electrodomésticos, que consistió en la entrega de calefones y heladeras de máxima eficiencia, a precios subsidiados, a hogares en los barrios regularizados. Esto se hizo una vez que se identificaron problemas con estos electrodomésticos en algunos hogares. El objetivo de este plan es reducir costos a quienes pasaron de ser usuarios irregulares de la electricidad a clientes regulares, a la vez de generar condiciones de mayor eficiencia en el consumo. Esta política de inclusión social parte de la premisa de que la entrega de equipos nuevos y acondicionamiento de las instalaciones, tanto dentro como fuera del hogar, contribuye a mejorar la calidad de vida, pero igualmente el cliente debe afrontar el pago de la tarifa. Por eso, UTE asume parte del costo de los equipos y financia el resto. El cliente reduce sus costos y UTE gana en eficiencia y en la permanencia de estos nuevos clientes dentro del sistema. La primera experiencia de este plan fue en el barrio 15 de Enero, en el que se entregó, en diciembre de 2016, un total de 11 heladeras y 19 calefones. En 2017, se realizará un monitoreo mensual acerca del rendimiento de los equipos y los resultados de este cambio, para eventualmente replicar el plan en otros barrios. Para fomentar la sostenibilidad de estas regularizaciones, UTE promueve acciones de acercamiento a la comunidad a través de distintas vías, entre las que se encuentran talleres, seguimiento a cargo de personal especializado, visitas permanentes o también intervenciones en los barrios. En estas instancias de interacción con los habitantes del lugar se fomentan lazos de unión entre los vecinos y se consolida la presencia del Estado a través de sus organismos. Las actividades permiten también brindar información, tanto a los chicos como a los adultos, sobre el uso eficiente y seguro de la energía eléctrica. En el año 2016, se tendieron 821 kilómetros de líneas en el medio rural, a través de los distintos instrumentos desarrollados por UTE en coordinación con otras instituciones. A esto se agregan 504 kilómetros de red que están actualmente en ejecución. La mayor parte de las obras se ejecutó en Cerro Largo, Rocha, Maldonado, Lavalleja y Treinta y Tres. Cerro Largo fue el departamento donde se tendieron más kilómetros de red, con 77, seguido de Rocha, donde se llegó a 63. El total en esta zona fue de 211 kilómetros. En Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Rivera y Tacuarembó se tendieron 184 kilómetros de red, en Soriano, Colonia, Durazno, Flores y San José, 70, y 13 en Canelones y Florida.
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