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Vázquez: “Se abrió el diálogo político entre el gobierno y el Frente Amplio”

Entrevista exclusiva de Caras y Caretas con el expresidente Tabaré Vázquez , realizada algunas horas después de despedir a Lacalle Pou de su residencia del Prado. ¿Qué hablaron? ¿Qué acordaron? ¿Qué significado tiene este primer encuentro entre ambos desde que Lacalle asumió la presidencia y Vázquez se convirtió, otra vez, en expresidente?

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Caras y Caretas Diario

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Tras regresar de su visita a Rivera, el presidente Luis Lacalle Pou se dirigió a la residencia del exmandatario Tabaré Vázquez en la calle Buschental, donde mantuvo una extensa reunión para analizar el Plan Estratégico Nacional que semanas antes el propio Vázquez había presentado al Frente Amplio y del cual aún no había tenido respuesta desde el gobierno. En el plan se detalla una serie de propuestas para la salida de la crisis sanitaria, económica y social que sufre y sufrirá el Uruguay por la pandemia del Covid-19.

La reunión fue pedida por el actual presidente y en la charla se encontraron más coincidencias que diferencias, según lo señalado por Lacalle en conferencia de prensa inmediatamente posterior. El expresidente nos cuenta en esta entrevista exclusiva con Caras y Caretas sobre las relaciones entre oficialismo y oposición, de la posibilidad de un gran acuerdo nacional, del aumento de tarifas, del déficit fiscal, de la Ley de Urgente Consideración, de su espíritu privatizador y represivo, y de la actualidad y del futuro del Frente Amplio.

 

Usted lideró un grupo de trabajo que elaboró un Plan Estratégico Nacional en respuesta al impacto de la pandemia. En el documento se señala que la construcción del país para la nueva etapa que nos espera después de la pandemia será un camino largo, que requerirá un gran esfuerzo nacional. ¿Por qué elaboró este documento?

La elaboración del documento se basó en el hecho de que entendemos que ante la situación complicada, difícil, imprevisible y grave que vive el país en un tema de salud pública como es esta epidemia del nuevo coronavirus, es absolutamente indispensable y necesario que todos nos unamos en un gran esfuerzo nacional para salir de la situación que nos tiene tan preocupados. En ese sentido nos hemos propuesto llevar adelante un gran diálogo nacional que nos va a permitir no solo atender la situación actual, sino la situación en que va a quedar el país en corto, mediano y largo plazo por los impactos negativos que va a dejar esta epidemia. En ese sentido el documento intenta, dentro de lo imprevisible y de las incertidumbres que tenemos, pensar cuál puede ser el futuro de Uruguay, de los uruguayos y uruguayas, una vez que pase la etapa aguda de la epidemia. Por y para eso trabajamos con un grupo de académicos, científicos de primerísimo nivel todos ellos, para abordar en ese Plan Nacional Estratégico distintos aspectos. En primer lugar, el aspecto sanitario para tratar de delinear, con la experiencia que hay ahora en otros países y de la nuestra a en Uruguay, los posibles escenarios que se plantearán dentro de tres, cuatro, cinco o seis meses y que necesariamente habrá que atender. Como el gobierno atiende ahora los temas de la inmediatez, de lo cotidiano, de los enfermos, los muertos, las camas de CTI, y también atiende algunas urgencias que se plantean en el terreno económico, también hay que estar pensando en el futuro y en esa dirección elaboramos este documento que plantea tres escenarios posibles que dentro de unos meses se van a instalar en Uruguay. Todos son complicados, pero algunos son menos complicados que otros. En función de esos escenarios analizamos el impacto en la sociedad, en los uruguayos y uruguayas, pensamos en el impacto que va a tener en el mundo de la producción y el trabajo y también en el impacto que tendrá en distintos aspectos económicos.

De esta reflexión colectiva salió un documento muy elaborado, muy trabajado, que presentamos al Frente Amplio y a su vez el Frente lo presentó ante la Presidencia de la República para que, si entendía que era de recibo, lo viera y nos diera una respuesta.

 

Este lunes el presidente Luis Lacalle Pou lo visitó en su casa para conversar sobre este documento. ¿Qué respuesta le dio?

El presidente de la República me pidió una entrevista, vino a verme a mi domicilio y vino con el documento. Lo había leído, estaba subrayado en muchas de sus frases, en muchos renglones, estaba marcado con indicadores incluso. Me transmitió que le había parecido un documento interesante, que había cosas en que podíamos estar de acuerdo, que había otras en que seguramente, no pero que era un documento serio y que valoraba el esfuerzo que se había hecho para tenerlo. En resumidas cuentas, primero se abrió el diálogo político entre el gobierno y la oposición, en este caso con esta reunión personal, pero el propio presidente lo estableció, quedaba una línea de contacto para seguir hablando y pensando este tema. Así que quedó establecido una suerte de diálogo nacional a nivel político en este escalón que acabo de hacer mención y diría que nada más y nada menos que con el presidente de la República. En segundo lugar, otra línea de trabajo también dentro de ese diálogo nacional que pedimos desde el Frente Amplio y desde el documento; habrá una instancia en que los técnicos que trabajan con Presidencia de la República, profesores y eminentes científicos y los que integran nuestro grupo de trabajo, también académicos y profesionales sin ningún lugar a dudas, puedan reunirse y conversar a efectos de intercambiar conocimientos, experiencias, propuestas.

Este es el gran adelanto que se logró con el documento, que es el abrir las puertas para un gran diálogo nacional. Y se lo expresamos al señor presidente. Le dijimos que si trabajamos todos juntos, seguramanente de esta situación aguda, y después de lo que venga desde el punto de vista crónico, va a ser más rápida la salida y quizás menos traumática. Así se vienen desarrollando los acontecimientos en función del documento elaborado. Creemos en este acuerdo nacional y, claro, creemos que es posible porque de esto tenemos que salir todos juntos. El tratamiento de una enfermedad es patrimonio de los médicos, pero la salud pública es un problema de todos, y entre todos tenemos que salir adelante.

Quiero recordar que en el último gobierno nuestro, por un tema tan importante y sensible para la población como sigue siendo la seguridad pública, desde la Presidencia llamamos a todos los partidos con representación parlamentaria y comenzamos reuniones todos juntos para trabajar el tema de la seguridad pública. Y participaron todos los partidos políticos con representación parlamentaria, todos. El Partido Nacional en aquel momento estuvo representado por Luis Alberto Heber, Guillermo Bezzosi y Javier García, para dar ejemplos. También estuvieron el Partido Colorado, el Partido Independiente, Unidad Popular y el Frente Amplio. Trabajamos una vez por semana durante dos meses y se elaboraron en ese tiempo proyectos de ley que luego fueron al Parlamento, algunos se aprobaron y otros no. Y dentro de los que se aprobaron estaba la reforma del Código del Proceso Penal, que ya habían existido tres intentos anteriores para reformarlo y no se había podido lograr. Tres intentos en gobiernos distintos. En este caso se discutió este tema, se elaboró un proyecto y se envió al Parlamento, este lo trató, lo mejoró y lo aprobó, por tanto creo que esto es una ejemplo bien práctico de que es realmente posible llegar a acuerdos nacionales con mucho diálogo nacional.

 

En el Plan Estratégico se plantean tres escenarios posibles respecto a cómo podría comportarse la pandemia en Uruguay y una serie de propuestas en diversos ámbitos para mitigar los efectos negativos. Para usted, ¿hacia cuál escenario nos dirigimos teniendo en cuenta las acciones y recomendaciones del gobierno nacional?

Nosotros creemos que nos estamos dirigiendo hacia el escenario de una salida ordenada, pensada y flexible como la que está llevando adelante el gobierno nacional.

 

En el Plan Estratégico Nacional se señala que el país debe desarrollar enérgicas políticas de incentivo a la inversión productiva y a la obra pública. Esto precisa recursos. ¿Cuál es el monto previsto para desarrollar este plan? ¿De dónde se obtienen los recursos?

El país está con una fuerte condición financiera favorable, tiene recursos y hay créditos concedidos que no ha utilizado y puede utilizar y, entre otras cosas, puede atender la emergencia inmediata de aquellas personas que hayan quedado sin trabajo por todo esto. Estamos proponiendo, para seguir avanzando hacia ese segundo escenario que creemos es el más probable, la instalación de un salario mínimo nacional para todos los trabajadores y trabajadoras que no estén registrados en el Ministerio de Trabajo y en el Banco de Previsión Social y a cuentapropistas o informales, para que durante el período de crisis por esta pandemia reciban también un salario. Estamos proponiendo también que no se reduzca el gasto como resolvió el gobierno a partir del 11 de marzo, hasta tanto no podamos ver en qué condiciones salimos de esta etapa aguda.

 

Se sostiene desde todos los organismos internacionales y desde la mayoría de los países del mundo que esta situación se combate con un Estado muy presente que respalde con políticas públicas la recuperación económica y social. Pero el estado uruguayo solo destinaría un 0,7% del PIB para atender la emergencia, una cifra muy menor para los desafíos actuales. ¿Qué opinión le merece esto?

Creo que a ese 0,7% hay que agregarle algunas otras inversiones que hace por otras vías, pero en el documento proponemos llevar adelante una política contracíclica en este momento. Es decir, cuando se requiere y hay dificultades, hay que invertir más en la obra pública y generar puestos de trabajo, para que el costo que estamos pagando ahora no sea mayor si dejamos pasar el tiempo y los problemas se van agrandando.

 

¿Qué les dice a aquellos que creen que Uruguay no puede seguir agrandando el déficit fiscal?

El déficit es importante, pero seguramente cuando pase esta pandemia, en el mundo va a haber pocos países que no tengan un déficit fiscal en sus cuentas, porque evidentemente los costos, el gasto y la inversión que requiere esta etapa son muy altos.

 

¿Cree que se podía evitar el aumento de tarifas, o el aumento del IVA al consumo con tarjetas de débito o crédito?

Si, se podría haber evitado. Nosotros lo dijimos en junio de 2019, cuando no sabíamos aún quién iba a ganar las elecciones en octubre y en noviembre. No subimos las tarifas y dijimos que en el resto del período de gobierno no las íbamos a subir, lo dijimos claramente, lo avisamos y fue lo que hicimos. Creo que en esta circunstancia no había que haber subido las tarifas, es más, creo que alguna de ellas podría haber bajado, por ejemplo en el rubro combustibles. El supergás, que es el combustible de los hogares más humildes, tanto para calefaccionar, ahora que empiezan los fríos, como para cocinar, para garrafas de tres y trece kilos, debería ser abaratado para beneficiar a esos ciudadanos más humildes, para que tuvieran un alivio en el costo.

 

¿Cómo valora los anuncios que respecto a obra pública, que es un gran dinamizador económico, ha hecho el ministro Heber en el sentido que se recurrirá a privados porque el Estado no tiene dinero?

Creo que tenemos que apuntar a un mayor desarrollo de la modalidad público privada. Yo sé que es muy engorrosa, con algunas dificultades, lo vivimos en el gobierno anterior. A tal punto que hablando con la Academia Nacional de Economía, con la economista Dolores Benavente, organizamos en Presidencia de la República, en conjunto con la Universidad de la República y universidades privadas, un encuentro de estudio y análisis de dónde estaban las dificultades y las eventuales soluciones. Muchas de esas soluciones fueron incorporadas, hoy se están aplicando y creo que han logrado que sea más accesible aplicar esta modalidad.

 

¿Cómo valora la gestión del gobierno respecto de esta crisis sanitaria?

Creo que ha sido buena. Al gobierno le cayó arriba que aumente la pobreza, la indigencia, los desocupados o los seguros de paro. Esto no es responsabilidad de este gobierno, le hubiera tocado a un gobierno del Frente Amplio si hubiera ganado. Lo que sí es responsabilidad del gobierno, y en eso tenemos que ayudar todos, es cómo salir de la mejor manera posible de esta situación, lo más rápido posible y con el menor traumatismo. Porque quienes más sufren en estas situaciones son los más humildes, los que menos tienen, las clases medias, los trabajadores, los jubilados, los pensionistas, pequeños productores, productores familiares, pequeños comercios, profesionales universitarios. El gobierno está afrontando de manera correcta la crisis sanitaria, lo hemos marcado y hemos marcado algunas insuficiencias. Pero creo que hay que continuar por ese camino y atender bien de cerca la crisis económica y social que puede derivarse.

 

¿Cómo valora el hecho de que en medio de la pandemia el gobierno envíe al Poder Legislativo una Ley de Urgente Consideración con 502 artículos que atañen a casi todas las áreas del Estado?

Para responder esta pregunta voy a recurrir a mi condición de médico y voy a recordar cuando era estudiante y hacía guardias en las puertas de los hospitales o algún sanatorio. Eran guardias de 24 horas para atender las urgencias. A esas guardias, evidentemente, llegaban muchas consultas y algunas no eran de urgencia, pero el paciente igual llegaba preocupado porque era de noche, a la medianoche, de madrugada, y venía con dolor de cabeza y estaba preocupado por si tenía presión alta o porque tenía alguna otra dolencia y eso constituía lo rutinario de una guardia de 24 horas. Pero a veces aparecían situaciones importantes, graves, por ejemplo, un accidente de tránsito con varios politraumatizados, heridos graves, o quizás llegaban heridos de una explosión en alguna fábrica, varios obreros y obreras quemados y llegaban a la puerta de emergencia donde estábamos nosotros. Ante esas situaciones, suspendíamos toda la actividad vinculada a los casos no graves, no urgentes. Esto no quería decir que no se atendieran esos casos, sino que se atenderían en el momento oportuno. Pero ante esas situaciones graves, lo primero que hacíamos era atender toda la urgencia, exclusivamente eso. A los heridos veíamos si teníamos que suturar, arreglar fracturas, hacer transfusiones, etc. Es decir, se atendía la urgencia. Y tomando como ejemplo estas experiencias, estas vivencias que hemos tenido, yo diría que trasladándolo al país de hoy en día, al Uruguay de hoy en día, donde hay una epidemia importante, que no solo afecta al Uruguay sino que es una pandemia que afecta a prácticamente todo el mundo, hay que darle prioridad a lo que realmente es urgente. Y lo que es urgente en este momento es atender esa situación del país. Y esperar el momento oportuno a efectos de lograr el tiempo adecuado para discutir los otros temas que no dejan de ser importantes; tienen que ser discutidos y analizados y hay que encontrarles una solución, pero pueden esperar un tiempo. Por lo tanto creo que esta ley de urgente consideración no contempla algunos aspectos importantes como la oportunidad, a lo que acabo de hacer mención, el material incluido, sobre lo que también hice mención indirectamente porque evidentemente no todos los artículos que están en ese proyecto de ley de 501 artículos son urgentes. Hay algunos que uno puede entender que el gobierno quiera o considere que es urgente tratar, pero hay otros que claramente no y también me preocupa que no se trabaje con el tiempo suficiente para lograr mayor cantidad de acuerdos o para poder escuchar más a las organizaciones sociales, sindicales, empresariales o profesionales para que algunos temas puedan ser tratados con más profundidad y sin el apuro de un tiempo limitado. Por aquello de que me voy a vestir despacio porque estoy apurado.

 

Desde el Frente Amplio se señaló que la LUC modifica decenas de políticas públicas casi sin discusión en un tratamiento que tiene características antidemocráticas. ¿Coincide con esa valoración?

Creo que hay modificaciones de políticas públicas, por ejemplo respecto a las áreas protegidas, que no necesitan tratarse urgentemente, que merecen un tiempo de discusión y habría que estudiarlo bien porque esas áreas son patrimonio de todos los uruguayos y hay que defenderlas.

 

También se sostiene que es una ley privatizadora, concentradora y punitiva o represiva.

Creo que es así. Que es punitivista y tenemos un ejemplo claro cuando vemos que se aumentan las penas a los menores que delinquen. Hay muchas cosas que preocupan en muchos aspectos. Por ejemplo, es una ley concentradora si tomamos como ejemplo la idea de crear un comité de expertos que elaboren propuestas sobre la seguridad social, pero en ese comité no están los organismos sociales directamente involucrados con los trabajadores, los jubilados y los pensionistas, que yo entiendo deben participar en una amplia discusión. En ese sentido, concentra las discusiones de temas generales en grupos de expertos que seguramente saben mucho de seguridad social, pero hay que escuchar todas las voces. Nosotros en el Frente siempre hemos propugnado descentralizar la actividad política y dar una amplia participación ciudadana, por lo que no estamos de acuerdo con que se siga un camino distinto.

 

¿Qué otros aspecto de la ley son los que le preocupan más?

Me preocupan muchas cosas, por ejemplo, no estamos de acuerdo con ninguna reglamentación del derecho de huelga, es un derecho constitucional. Eso no está bien y así hay muchas cosas. Por otro lado, veo muy bien que se haya retirado la desmonopolización de la importación de combustibles para ser estudiada con mayor profundidad. Creo que hay que tener mucho cuidado con el debilitamiento de las empresas públicas. Ya en la década del 90 los ciudadanos y ciudadanas se refirieron al tema, votaron y hay que seguir defendiendo las empresas públicas como empresas estatales.

 

Tanto en el FA como en el Pit-Cnt hay voces que dicen que, a pesar de que hay que esperar a conocer la ley que finalmente se apruebe, se debería pensar en la recolección de firmas para derogarla total o parcialmente. ¿Qué opina de ese planteo?

Yo creo que hay que esperar a ver qué pasa, qué ley finalmente es la que se termine aprobando. Obviamente, si hay que salir a defender las empresas públicas de nuevo, vamos a hacerlo y la recolección de firmas es un mecanismo legal y profundamente democrático. Si hay que llegar a él, hay que llegar a él.

 

¿Cómo valora las negativas de gobierno de otorgar la cadena nacional al Pit-Cnt, el Día de los Trabajadores, y a la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos previo a la marcha del 20 de mayo?

Está en las antípodas de lo que nosotros propugnamos e hicimos. Recuerdo que en el último gobierno del Frente Amplio incluso se le dio la cadena de radio y televisión al senador Jorge Larrañaga que estaba en ese momento juntando firmas para que hubiera una reforma constitucional en el tema seguridad. También se le dio a los que se oponían a esa reforma, pero también se le dio a empresarios cuando hubo que darles, a los trabajadores en el 1º de Mayo. Nunca puede ser obsoleta una vía de comunicación que informe a la población libre y respetuosamente y en un país profundamente democrático las vías de comunicación deben ser amplias formas de contacto con la población general.

 

Apenas terminado su gobierno, fue al comité de base de San Luis y allí, además de agradecer a la militancia, habló de tres tareas primordiales que tenía que encarar el FA. Una era las elecciones municipales, que serán en setiembre, la otra era el “seguimiento y control del nuevo gobierno” y la tercera era “el renacimiento de nuestro querido e histórico Frente Amplio”. Respecto al seguimiento y control del nuevo gobierno, ¿cómo ve que está actuando el FA?

Yo creo que está actuando en la línea correcta. Nosotros habíamos propuesto en base a una larga experiencia en la función pública en la intendencia de Montevideo y en dos gobiernos nacionales, y además habiendo tenido la experiencia de presidir el Frente Amplio mientras estaba en el gobierno el Dr. Jorge Batlle y el país sufrió aquella terrible crisis del año 2002, creemos que todas las medidas que tome el nuevo gobierno y que sean favorables a las grandes mayorías nacionales, y aquí me refiero a trabajadores, trabajadoras, jubilados, pensionistas, a la clase media, a las pequeñas y medianas empresas, a las empresas familiares, a los pequeños productores, a los profesionales universitarios, a la gente de la cultura, a toda esa enorme población que es la que necesita realmente estar acompañada y apoyada por medidas que mejoren sus condiciones de vida. Aquellas medidas que se tomen para beneficiar a las grandes mayorías, estamos dispuestos a apoyarlas. Pero tenemos que estar atentos también a que en lo que no estemos de acuerdo, decir que no lo estamos, dar los fundamentos por los que no estamos de acuerdo y además preparar una respuesta alternativa, tal y como lo hicimos en los años 2002, 2003 y 2004. Tenemos que pensar una propuesta alternativa que contemple realmente a las grandes mayorías de nuestra población. Y allí juega un rol importante no solo la estructura de nuestra fuerza política, sino también nuestras compañeras y compañeros legisladores, porque también desde las bancadas opositoras se puede ejercer la función de gobernar proponiendo proyectos de ley que vayan en la dirección de mejorar la calidad de vida de todos los uruguayos y uruguayas. Todo eso sin perder de vista que tenemos que defender a muerte, con todas nuestras fuerzas, los avances en políticas públicas, y en políticas sociales que han logrado los 15 años del gobierno nacional del Frente Amplio.

 

Desde que asumió el nuevo gobierno se han cuestionado o relativizado algunos logros de la pasada administración. Se habló de relato mentiroso, se cuestionaron cifras oficiales, se anuncian auditorías en los ministerios, se habla de denuncias penales por la gestión en el Mides, se habló de la informalidad laboral como un hallazgo, se habla de una pobreza que estaba oculta. ¿Usted qué opina de esas afirmaciones?

Dos cosas. La primera es que creo que si se quieren realizar auditorías, me parece muy bien, este gobierno está en todo su derecho, que las realice. Por supuesto que si encuentra acciones delictivas, que las envíe a la Justicia. Pero si no se encuentra más que alguna irregularidad administrativa, sería buena cosa que se reconociera que no se encontró ningún hecho delictivo. En segundo lugar, tengo la percepción de que muchos actores del gobierno nacional aún continúan en la campaña electoral que ya pasó. Les aconsejaría que se cambiaran el chip. Que se saquen el chip de candidatos o de actores opositores acérrimos como fueron y se pongan el chip para gobernar y para hacerlo en beneficio de todos los uruguayos. Y no lanzar acusaciones por si acaso para incidir negativamente en la opinión pública sobre lo que hicieron los gobiernos del Frente Amplio. Los gobiernos del Frente hicieron mucho y muchas de las cosas que hicieron fueron muy buenas.

 

¿Teme que se puedan encontrar indicios suficientes para denuncias penales?

No, pero si así fuera, que actúe la Justicia.

 

¿Al FA como fuerza política le está faltando poder de respuesta defendiendo su gestión?

Yo creo que el Frente como fuerza política está defendiendo nuestra gestión. Ha salido en varias oportunidades a defenderla, pero sobre todo hoy está actuando sobre la acción del gobierno nacional actual. Y me parece que hace bien en hacerlo.

 

¿El FA como fuerza política fue absorbido por la función de gobierno durante estos 15 años?

Creo que en parte sí, pero no había opción. Había que recurrir a integrantes del Frente que pudieran ocupar cargos de gobierno para llevar adelante tres gobiernos nacionales. Fueron 15 años y no fueron nada fáciles y el Frente, a pesar de los problemas que se le puedan encontrar, cambió al país, lo cambió totalmente. Uruguay pasó de ser un país centralizado y centralizador, no solo en Montevideo, sino también en las capitales departamentales, a ser un país descentralizado, descentralizador y con apertura de participación ciudadana para profundizar la democracia.

 

¿El FA se institucionalizó?

No, no creo. Y tampoco creo que haya perdido contacto con las bases.

 

Usted habló en ese acto en el balneario San Luis de un renacimiento del FA. ¿A qué se refería?

Yo creo que tiene que ver con volver a las fuentes, recuperar la fuerza que históricamente ha tenido nuestro Frente Amplio. No para encarar una elección, cosa que ha hecho muy bien y muchas veces, sino para ser una fuerza con acción política permanente, cotidiana, diaria y junto a la gente, al lado de ella, dialogando, en cada lugar, en cada momento, dentro del territorio nacional. Me parece que hay que tener una gran fortaleza para recuperar esa vitalidad y lograr ese respaldo enorme que le da a todo el Frente el movimiento y la participación de los compañeros y las compañeras de las bases. En esa línea, modestamente, nosotros pretendemos trabajar.

 

¿Cómo valora la presidencia de Javier Miranda?

En primer lugar, quiero decir que no es fácil ser presidente del Frente Amplio, como seguramente no es fácil ser presidente de otras fuerzas políticas en Uruguay. Creo que el compañero Javier Miranda ha puesto todo su empeño, su conocimiento, su compromiso, su lealtad hacia los principios de nuestro Frente Amplio, ha buscando los caminos de diálogo para lograr entendimientos internos y creo que ha cumplido y está cumpliendo una muy buena función.

 

El año próximo podría haber un nuevo o nueva presidente ¿Usted podría ser?

No, eso ya lo respondí, yo no voy a hacer candidato de nuevo para ser presidente del Frente Amplio. No porque no sea un honor, pero ya la edad y la situación biológica hacen que sea prudente dar un paso al costado.

 

¿Qué papel tienen que jugar los otros dos líderes del FA, José Mujica y Danilo Astori?

Son una referencia inevitable, son un capital riquísimo que tiene nuestro Frente Amplio. Tienen que jugar un papel de primerísimo nivel. Tienen una enorme experiencia política, tienen una enorme experiencia en la gestión del Estado. No estoy descubriendo nada nuevo, pero quiero decir que son puntos altísimos de contacto que debe tener nuestro Frente de cara al futuro.

 

Usted al final del acto en La Teja horas antes de dejar el gobierno recitó un poema que repetía un concepto: no te rindas. Estaba dirigido a la militancia frenteamplista. ¿Cuál es el papel que debería tener esta en el resurgimiento del FA?

Estaba dirigido a la población en general, a la ciudadanía toda. Fue desde una posición muy modesta que dije ese poema del “no te rindas”. Era para todos los compañeros y compañeras también, claro. El haber perdido una elección es duro, más cuando se pierde por un punto y monedas. La población así lo decidió y hay que respetar ese pronunciamiento. Pero hay que seguir trabajando para lograr sin dudas mejores condiciones de vida para todos los uruguayos y uruguayas.

 

Al culminar ese acto, fue despedido con un cántico: vamos a volver. ¿Vamos a volver en 2024?

Es un poco adelantado todavía pensar en 2024, sobre todo teniendo en cuenta los dos problemas muy graves que estamos enfrentando. Uno es la situación de emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus y el otro es la sequía, por lo que también se ha decretado la emergencia agropecuaria. Creo que estos son los temas que nos deben preocupar ahora y más adelante se verán los temas que se abordarán en 2024.

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