Con motivo del centenario de la fundación del Partido Comunista Chino, se realizó en la mañana de este jueves una gran ceremonia en la plaza de Tiananmén, en la que participaron miles de personas y que contó con un gigantesco desfile militar.
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La ceremonia comenzó con el disparo de cien salvas por parte de cañones de artillería, a las que siguió un escuadrón de aviones de combate, que dibujó en el cielo estelas rojas, amarillas y azules. Después, helicópteros sobrevolaron la plaza alineándose para formar el número 100.
En su discurso, Xi Jinping, secretario general del Partido y presidente de China desde 2013, pronunció palabras en tono triunfal y destacó el avance «en todos los aspectos» de la sociedad china.
Señaló el avance económico de la nación, que permitió aumentar el PIB 2,5 veces entre los años 2010 y 2020.
También hubo lugar para palabras de advertencia, aparentemente dirigidas a Estados Unidos, principal potencia rival del gigante asiático.
El mandatario aseguró que China “ha entrado en un proceso histórico irreversible” como potencia internacional y que «el tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido, ha terminado para siempre».
«El pueblo chino no permitirá en absoluto que ninguna fuerza extranjera nos intimide, oprima o esclavice, y cualquiera que lo intente se enfrentará a cabezas rotas y derramamientos de sangre frente a la gran muralla de hierro de los 1.400 millones de chinos», advirtió.
Además, agregó la nación oriental nunca ha «intimidado, oprimido o subyugado a la gente de ningún otro país» y que nunca lo hará.
Asimismo, llamó a las fuerzas armadas de su país a fortalecerse y convertirse en una de las más potentes del mundo, al tiempo que proclamó a las mismas como «un pilar fuerte para defender el mundo rojo y mantener la dignidad nacional» y «una fuerza poderosa para salvaguardar la paz regional y mundial».
Apostado en el mismo lugar donde Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949, Xi Jinping enumeró las desgracias sufridas por el pueblo chino en el pasado, durante las guerras del Opio, el colonialismo occidental y la invasión japonesa.
«El Partido Comunista y el pueblo chino declaran solemnemente al mundo lo siguiente: el pueblo chino se ha levantado», sentenció el líder comunista.