El negro Núñez y la oposición, de fiesta

La Policía buscó a Núñez durante nueve meses, pero el Negro se las tomó para Argentina, cosa que en el extremo de la imbecilidad publicó en su perfil de Facebook. Cualquier jefe mafioso que se precie de tal lo molería a palos.

La burla terminó cuando la Dirección de Información Táctica montó un operativo y lo detuvo en Sayago y lo puso a disposición de la justicia; sí, con minúscula. Ahí resurgió la burla con renovados bríos, esta vez al amparo del nuevo Código de Proceso Penal.

Este peligroso criminal mononeuronal había salido de la cárcel en 2012; pero pese a ello, tras un juicio abreviado, fue condenado por tráfico interno de armas en calidad de receptación y disparo de arma de fuego. En la audiencia se negoció la sustitución de prisión por libertad vigilada durante 18 meses. Usted se preguntará qué pasó con sus antecedentes penales. Bien, gracias.

Se le exigió fijar domicilio y se dispuso la devolución de las pertenencias que le fueron incautadas en el auto que manejaba. El vehículo, por supuesto, no era suyo.

Mientras tanto, y por lo menos, el sujeto viene siendo investigado por la Fiscalía del Crimen Organizado por “otros” delitos.

¿Se estableció algún plan de reeducación o rehabilitación para este criminal? ¿Se dispuso que colaborara de alguna manera con la comunidad? ¿Realmente se implementará la “libertad vigilada”? ¿Cómo? ¿Usará un brazalete o pondremos policías a controlarlo? ¿Quién verificará si trabaja o estudia? Creo que prefiero no oír la respuesta para no calentarme.

Fallos como este fomentan el surgimiento de escuadrones de la muerte y la justicia por mano propia, cosas que, afortunadamente, no han ocurrido. No quisiéramos a volver a la época en que gobernaba Pacheco Areco.

Aves carroñeras de pico rosado en el horizonte

Innumerables casos como este van allanando el camino a la restauración conservadora aun cuando la derecha no tiene más propuestas que la flexibilidad laboral (para que el Estado no meta sus narices donde los ricos explotan a sus empleados o en la estancias donde se les apalea) y la mera represión sin rehabilitación.

La pésima memoria de los uruguayos puede hacer el resto. Estamos en peligro. No me pidan notas triunfalistas. Ya no estamos en la época en que muchos colorados se negaban a votar a los blancos. La fusión es total. El PI, que en su origen estaba en la centro izquierda, ya está cómodo en la derecha con un 2% o 3% que, sumado a otro tanto del Partido de la Gente, puede hacer daño en un balotaje.

El nuevo Código de Proceso Penal (que aplaudo en líneas generales) está también plagado de beneficios para los delincuentes; pero aun sin él, muchos fiscales y jueces ya parecían complotados para dar por tierra con los esfuerzos del Ministerio del Interior al combatir el crimen. Los policías arriesgan sus vidas todos los días para cosas y casos como este. Si no se sienten más frustrados es porque se los impide su vocación por el servicio. A propósito, aún está internado José Franco, el policía que fue herido durante un asalto a un supermercado en el Buceo. Este héroe, de 31 años, se enfrentó solo a tres delincuentes. Los tres criminales lograron huir; pero a las pocas cuadras, dos de ellos cayeron por las heridas recibidas en el tiroteo y el tercero fue capturado por otros policías.

Ahora, andá a explicar a los votantes la independencia entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Para el ciudadano común, es el primero el que beneficia a los delincuentes. No pedimos mano dura; pedimos mano justa. No pedimos represión como única medida; pedimos prevención, represión (sería de idiotas no aplicarla cuando se debe) y más esfuerzos en los planes de rehabilitación. Creo en lo último; pero también habrá que dejar el lirismo de lado y aceptar que muchos delincuentes no tienen interés en cambiar de vida. Mientras lidiamos con ese dilema, protejamos a la gente honesta.

Mucamas, peones rurales, policías, trabajadores y jubilados, que han tenido con el Frente Amplio los gobiernos que más han hecho por ellos en toda la historia del país, movidos por el terror, pueden llegar a olvidar todos los desmanes de los regímenes de derecha que asolaron y saquearon al Uruguay durante la mayor parte de su vida y olvidar todos los avances sociales y económicos logrados desde el 2005.

Los modelos a seguir por los rosados son Macri y Temer y no lo digo yo: lo han dicho ellos mismos y a confesión de parte, relevo de pruebas. Tampoco hay que especular; ya vivimos bajo su ideología. Solo es cuestión de recordar lo que fue aquel desastre bajo los gobiernos de Sanguinetti, Lacalle y Batlle y contárselo a quienes no habían nacido o eran niños cuando ocurrió y ahora votan.

Parte (parte) del Poder Judicial parece operar para favorecer el retorno de la oligarquía al poder. Habrá que ponerse las pilas y luchar contra la desmemoria, porque a los adversarios no les va mal; solo tienen que disfrutar el banquete en casos como el señalado.

No lloremos mañana lo que no supimos defender hoy.