El pasado martes, legisladores pertenecientes al parlamento de Uganda aprobaron un proyecto de ley que busca castigar hasta con diez años de carcel a personas que mantengan relaciones del mismo sexo o que se identifiquen como integrantes del movimiento LGTBQ.
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Esta nueva legislación, impone una nueva ofensiva en un país donde la homosexualidad ya era ilegar y penada con cadena perpetua. Aún peor, la gran mayoría de los 500 diputados que votaron a favor de este proyecto acordaron en introducir también la pena de muerte por "delitos de homosexualidad agravada", durante una inesperada revisión del documento horas despues de aprobado.
Por otra parte, además de estos castigos tan severos, la ley establece que los amigos, familiares y miembros de la comunidad tienen el deber de acudir a las autoridades para denunciar a las personas que mantengan relaciones con otras del mismo sexo.
Para que este proyecto de ley sea aprobado, debe ser sometido a la firma del presidente ugandés Yoweri Museven, quien se burló de la población gay del país hace no muchos días calificandolos de "desviados".