A los dichos de Beatriz Argimón en días pasados, se suman las últimas declaraciones del precandidato Jorge Larrañaga, quien además de «reconocer» a Guaidó, solicitó al gobierno enviar ayuda humanitaria a Venezuela dentro del plan dirigido por el Comando Sur de Estados Unidos.
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El Partido Nacional se ha mostrado en franca resistencia a la iniciativa de diálogo lanzada por el gobierno uruguayo en conjunto con el mexicano y que han recibido el respaldo de varios países y organismos multilaterales así como de la Unión Europea, donde se apunta a la búsqueda de un escenario de concertación que evite un derramamiento de sangre que a todas luces afectaría a la región entera.
La postura del Directorio del Partido Nacional (PN), se alinea con la de países de corte derechista y ultraderechista como Estados Unidos, Argentina, Colombia o Brasil, quienes insisten en el reconocimiento de un presidente de facto y autoproclamado, con lo que se agudizan las contradicciones internas en Venezuela, y dado que las fuerzas militares permanecen leales al presidente Nicolás Maduro, lo más seguro es que sea una intervención militar multinacional la busque la imposición del presidente de facto.