Hoy en día, el sistema de relaciones internacionales con el papel clave de la ONU se enfrenta a una grave crisis por los intentos de algunos países de sustituir los principios del derecho internacional con normas arbitrarias, imponiendo al resto del mundo el así llamado “orden basado en reglas”. Estas tendencias negativas afectan al trabajo de todas las instituciones del sistema de las Naciones Unidas, inclusive el Consejo de Seguridad (CS). En este contexto, cada vez se alzan más voces para reformar la ONU y ampliar la composición del CS con el fin de aumentar su eficacia y hacerlo más representativo y equilibrado. Por su parte, Rusia está a favor de eliminar las asimetrías geográficas y geopolíticas en el Consejo, en que hoy están representados en exceso los países del Occidente colectivo con la ausencia de importantes estados de Asia, África y América Latina.
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A pesar de las dificultades mencionadas, el Consejo de Seguridad sigue siendo el organismo de las Naciones Unidas más importante, el único encargado de mantener la paz y seguridad en el mundo. El julio de este año, la Federación de Rusia ejerció la presidencia en el Consejo. En el marco de su intenso programa se celebraron tres eventos centrales. El primero fue el debate abierto de alto nivel sobre la "cooperación multilateral para un orden mundial más justo, democrático y sostenible”. En su discurso el Canciller de Rusia Serguéi Lavrov destacó la importancia de fortalecer el sistema de relaciones internacionales encabezado por la ONU, la necesidad de analizar de forma integral las causas primordiales de los conflictos actuales y consolidar los esfuerzos para superarlos, así como subrayó la falta de confianza por parte de la Mayoría Mundial en el odioso concepto occidental del “orden mundial basado en reglas”.
En el debate abierto trimestral del Consejo a nivel ministerial sobre la situación actual en el Medio Oriente los participantes examinaron la crisis sin precedentes en esta región, haciendo énfasis en la escalada de violencia en la zona del conflicto palestino-israelí para buscar vías de solucionarlo. Adicionalmente, se celebraron las sesiones especiales del CS sobre la situación humanitaria en la Franja de Gaza y el asesinato en Teherán del líder del Buró Político de Hamás Ismail Haniyeh.
También se realizó el debate sobre la cooperación entre la ONU y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). En la reunión se abordó la contribución de la OTSC, la CEI y la OCS en prevenir las amenazas a la paz y asegurar el desarrollo social y económico en la zona de su responsabilidad. Así mismo, se presentó la iniciativa del Presidente de Rusia Vladímir Putin para crear un sistema de seguridad igual e indivisible en Eurasia. Además, bajo la presidencia rusa, se celebraron otras reuniones dedicadas a Líbano, Siria y Yemen, la región de Sahara y el Sahel y la República Democrática del Congo. Se tocaron los temas relativos al proceso de consolidación de la paz en Colombia, la puesta en marcha de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití. Se intercambiaron opiniones sobre las actividades del Centro Regional de la ONU para la Diplomacia Preventiva en Asia Central y el arreglo en Chipre.
La crisis ucraniana permaneció en el foco de atención. Por iniciativa de los países occidentales, se efectuó la sesión del CS relacionada con la tragedia en el hospital infantil en Kiev. Durante la discusión la delegación rusa refutó las insinuaciones de los oponentes, presentando las evidencias de que la responsabilidad por el incidente recae plenamente en el sistema de defensa antiaérea ucraniano. Por sugerencia de Rusia tuvo lugar la sesión del Consejo sobre el suministro de grandes cantidades de armas occidentales al régimen de Kiev, lo que aleja las posibilidades de arreglar el conflicto y aumenta el número de víctimas. Durante la presidencia rusa el CS aprobó cuatro resoluciones, incluso extendió el embargo de armas a los grupos armados ilegales en la República Centroafricana, prorrogó los mandatos de la Misión de la ONU en Al-Hudayda (Yemen) y la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití.
La parte rusa hizo todo lo necesario para asegurar un trabajo eficaz y operativo del CS. Rusia estimuló a los colegas del Consejo a enfocarse en elaborar respuestas colectivas a los desafíos de la paz y la seguridad, basándose en los objetivos y los principios de la Carta de la ONU. Los eventos centrales de la presidencia rusa en el CS atrajeron mucha atención de la comunidad internacional, confirmando el alto prestigio de nuestro país como Estado fundador de la ONU y miembro permanente del Consejo de Seguridad.
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