“A las cinco de la tarde.
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“Eran las cinco en punto de la tarde.
“Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
“Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
“Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde”.
Con estos versos del “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejía”, de Federico García Lorca, convocaba Rubén Castillo el 9 de julio de 1973 a la manifestación en la que esa tarde el pueblo uruguayo expresaría su repudio a la dictadura recién instalada.
Transcurrían 12 días desde el golpe de Estado y del comienzo de la huelga general con que la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) respondió al putsch de Juan María Bordaberry.
En ese marco, y tras la violenta represión a los manifestantes, al caer la tarde tropas del Ejército asaltaron la redacción, los talleres y la administración del diario El Popular, ubicado en el Edificio Lapido, en 18 de Julio y Río Branco.
Allí fueron detenidos, golpeados y vejados decenas de trabajadoras y trabajadores, algunos de ellos menores de edad. Fueron trasladados a la Jefatura de Policía donde recibieron nuevos vejamenes y posteriormente al Cilindro Municipal.
Las instalaciones del diario quedaron completamente destruidas al igual que todo el equipamiento de trabajo. No obstante, El Popular volvió a salir semanas después.
Este martes los extrabajadores del diario se concentrarán en 18 de Julio y Río Branco para recordar -“a las cinco en punto de la tarde”-, a los “miles de ciudadanos que manifestaban contra la dictadura, siendo brutalmente reprimidos y encarcelados”.
La cita es las 17 horas en 18 de Julio y Río Branco, junto a las marcas de la memoria que recuerdan ese día.