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Silencio en la Fuerza Aérea por la subasta

Avión multipropósito fue vendido por debajo de su precio de mercado

Tres años estuvo en manos del Estado uruguayo el avión multipropósito adquirido en 2017. Durante ese tiempo cumplió diversas misiones encomendadas por la Fuerza Aérea, que era su propietario. Desde transporte sanitario a control de radio ayudas en los aeropuertos, pasando por el traslado de autoridades, la aeronave cumplió con su cometido.

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Transportar un herido enfermo desde cualquier país de la región en un C-130 Hércules tiene un costo 50 o 60 veces superior al que tenía cuando se usaba el avión multipropósito, mal llamado presidencial. Así lo dijo a Caras y Caretas el exjefe de la Fuerza Aérea (FAU) general del aire Washington Martínez, consultado durante el proceso de compra de la aeronave a mediados de 2017.

Ahora el Poder Ejecutivo logró rematar el avión multipropósito que fuera adquirido por la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) en 2017 y que sirvió para misiones sanitarias y transporte regional.

El remate permitió recaudar unos magros US$ 180.000, muy por debajo del precio de mercado de una aeronave de ese modelo.

Señala el portal especializado en aviación Aero Magazine, en una nota referida a la subasta, que el valor de la aeronave es en la actualidad de US$ 350.000.

Por su parte, en el portal especializado Diario Enfoques, en un artículo titulado “Sobre el valor del avión presidencial hoy”, el docente de Tasaciones de la Universidad del Trabajo (UTU) Diego Ravera reflexiona sobre el tema y concluye en la inconveniencia de la venta.

Si bien la justifica por razones políticas, la desaconseja desde el punto de vista económico. Además, la cuestiona por la pérdida de capacidades operativas que supone para la Fuerza Aérea.

Simultáneamente, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, anunció la adquisición de dos C-130 Hércules que el Ejército del Aire español ha sacado de orden de vuelo al ser reemplazados por los Airbus A-400 de última generación. Tienen un costo de US$ 12.500.000 por unidad y son de 1973. La prensa española informó hace pocos días que su vida útil está llegando al límite.

O sea que para trasladar enfermos o heridos, el Estado uruguayo deberá pagar más de ahora en adelante.

En su momento, la compra del Hawker HS 125 700 generó entusiasmo por parte de la Fuerza Aérea. Así lo señaló a Caras y Caretas el general Martínez, quién dijo al portal de este medio que la institución tenía interés en adquirir ese avión para destinarlo a tareas de control de radio ayuda de aeropuertos nacionales, transporte sanitario regional y transporte regional. Recalcó que había interés por el precio y las características que le permiten cubrir casi todo América del Sur en pocas horas.

La FAU tenía interés por ese avión desde mucho tiempo atrás y lo planteó en tiempos del presidente José Mujica. Allí algunos referentes de la oposición y los medios hablaron de un avión presidencial. Posteriormente, durante el gobierno de Tabaré Vázquez, el tema volvió a cobrar actualidad. La Fuerza Aérea organizó un vuelo en la aeronave, que ya estaba a la venta, con el mandatario. Incluso fue la nave empleada para un viaje a una cumbre en Perú. De inmediato los medios hablaron de la intención de comprar un avión presidencial y especularon durante semanas con el asunto.

Por su parte, la Fuerza Aérea argumentó que la aeronave le permitiría cumplir tres requerimientos específicos: el chequeo de radio ayuda en aeropuertos uruguayos, tarea de especial importancia por cuanto hace a la seguridad aeroportuaria; mejoraría la capacidad para el transporte sanitario regional, que en el presente lo hace el avión C-130 Hércules con un costo 50 o 60 veces superior; y finalmente para realizar transporte regional de pasajeros con alcance a todas las capitales de Sudamérica, a una buena velocidad. Para esta tarea se utiliza un ERJ-120 Brasilia, más viejo y lento y con un costo de mantenimiento que se está haciendo muy oneroso para la Fuerza Aérea.

Así se lo hizo saber el general Martínez a Caras y Caretas. Incluso fue enfático al afirmar: “No va a ser un avión presidencial, aunque el presidente lo pueda usar; va a ser un avión de la Fuerza Aérea que lo va a destinar a distintas tareas”.

De hecho, pocas fueron las veces que el presidente Vázquez usó esa aeronave para esos fines.

Los presidentes uruguayos han viajado por lo general en aviones de la Fuerza Aérea o comerciales. Solo en contadas oportunidades han utilizado aviones presidenciales. En el período 1965-1981, los mandatarios usaron un C-47 de la aviación militar (FAU 507) adaptado para este fin. En 1981, el dictador Gregorio Álvarez hizo comprar un Cessna Learjet. El mismo fue vendido posteriormente, durante el gobierno de Julio María Sanguinetti.

Ahora la historia del avión presidencial, en gran parte inventada por los medios, terminó en una subasta que permitió recaudar una cifra varias veces menor que la del precio del mercado.

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