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Con la dirección de Dotta, la comedia dramática “Volvió una noche” se estrenará este jueves, 22 de agosto, en el escenario de El Tinglado, e irá con funciones los jueves y viernes, a las 21 horas, hasta fines de setiembre.
Para esta versión el elenco estará encabezado por la gran Isabel Schipani, que interpretará a mamá Fanny, y Diego Bello, otro capo, que se pondrá en la piel de Manuel.
El reparto lo completan Natalie Yoffe, Marcos Flack, Marcelo Ricci, Mario Guani y Rodolfo Requejo.
El vestuario estuvo a cargo de Ana Arrospide, toda una eminencia, mientras que la escenografía fue diseñada por Eduardo Delgado & Colectivo we producciones; la iluminación es de Leonardo Hualde y la ambientación sonora y música original es Fernando Condon.
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El tango, la mamá judía, Manuel y la pedicuría
Si tuvo la oportunidad de ver esta obra de Rovner, sea en Montevideo o en Buenos Aires, tiene claro de qué va. Si no la vio, entonces no vale “quemar” las sorpresas.
Solo vale adelantar que esta historia reúne a Manuel, que es pedícuro, le encanta interpretar tangos, y que -como se advirtió en el título de esta nota- tiene planes de casarse, con su madre, Fanny. Él suele visitar regularmente la tumba de Fanny, una típica madre judía, donde le cuenta de sus hazañas como cirujano en un hospital así como sus exitosas performances en una orquesta. Ella, sabremos enseguida, murió creyendo que Manuel había encarado ambas carreras profesionales.
En uno de esos encuentros rituales, él, bastante nervioso, inquieto, le tendrá que confesar algo: en pocos días se casará con una chica llamada Dolly.
La ficción, sabemos, permite (y se goza) con lo imposible. Así, Fanny, desde el “más allá”, no quedará conforme con la poca información que le dio su hijo, y cuando él regresa a su casa le toca la gran sorpresa: Fanny lo está esperando.
A partir de acá, todo queda por descubrirse en sala, desde los pasos de comedia hasta las lecturas más profundas.
