Otro hombre muerto por hipotermia; había sido rechazado de un refugio

Su cuerpo inerte fue encontrado por el propietario de una panadería ubicada en la intersección de Paysandú y Yi en horas de la mañana. Su abrigo precario eran unos nailon y un frazadas. Tenía 31 años.

El parte policial indica que Castro no presentaba «signos de violencia ni heridas visibles», información que se contradice con las versiones aportadas desde el refugio en el que le fue negada la entrada. De acuerdo a ellos, a las 20.30 el hombre «se lastimó» en su intento de penetrar al refugio, en una noche de intenso frío y con un alerta meteorológico vigente.

Ante su pertinacia por ingresar, las autoridades del refugio llamaron a la Policía, quién lo condujo esposado, constando su ingreso -junto a otra persona- en la seccional 3ª. Luego de ser interrogados por el Fiscal de Flagrancia, quedó en libertad a las 23.15 horas.

Algunas preguntas quedan sin responder. Por ejemplo ¿por qué se afirma que se «lastimó» y luego se niega que presentara «signos de violencia»‘? Si esos signos existieran son constatables por un forense y si así fuera, ¿quién le infligió las lesiones y por qué no fue conducido a un centro hospitalario? En el refugio, ante la carencia de cupos, ¿se le aportó un plato de comida o una bebida caliente? ¿Se le dio alguna mínima contención?.

No hallamos ninguna respuesta a esas preguntas en las sumarias declaraciones del director de Seguridad y Convivencia del Ministerio del Interior, quién afirmó que diariamente, aplicando la Ley de Faltas, la Policía lleva a refugios del Mides a más de una decena de personas que viven o duermen en la calle, pero que «no todas aceptan ingresar a estos refugios y vuelven a la calle». Aparentemente este no fue el caso del compatriota fallecido en la esta inhóspita madrugada invernal .