Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Política

FERNANDA CARDONA, MINISTRA DE INDUSTRIA

Cinco ejes para una estrategia industrial nacional

Desde la asunción de las nuevas autoridades se impulsaron los Consejos de Industria y se definieron los ejes de trabajo.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El Ministerio de Industria definió cinco ejes estratégicos: fortalecer el rol del Estado, generar empleos de calidad, impulsar la descentralización territorial, promover la integración regional e internacionalizar al Uruguay, explicó la ministra de Industria y Energía, Fernanda Cardona. Durante los primeros ocho meses se realizó un diagnóstico del sector y se creó un observatorio de producción, empleo y desarrollo para disponer de datos robustos. Se impulsaron los Consejos de Industria y Núcleos Productivos, integrados por diversos actores públicos y privados, y se elaborará un documento de política industrial 2050, cuyo primer borrador estará en febrero de 2026. A nivel internacional se lanzó la Iniciativa Sur, centrada en la política industrial verde y la cooperación con el sur global. El Ministerio trabaja con todos los sectores, incluidos los críticos como la industria naval y láctea, y busca consensuar una estrategia nacional industrial de largo plazo basada en la articulación institucional, la ciencia aplicada y el empleo sostenible.

¿Cuáles son los objetivos trazados por el Ministerio de Industria para este periodo?

En marzo nos trazamos cinco objetivos estratégicos, entre los que estaban que el Estado volviera a tomar las riendas de políticas públicas, la presencia del Estado, empleos de calidad, descentralización territorial, la integración regional; nosotros tenemos que tratar de tener cadenas de producción regionales y eso nos permite internacionalizar a Uruguay. En base a esos cinco ejes es que estamos trabajando en todas las direcciones, y al mismo tiempo gestionando a mediano y largo plazo.

En lo que tiene que ver con la industria en particular, intentamos hacer dos miradas en estos primeros ocho meses. Una tuvo que ver con trabajar a la interna del país. El Ministerio de Industria tiene tantas direcciones, todas importantes, estratégicas, pero en industria lo que siento es que desde hace muchos años no se trabajó en política industrial. Y cuando digo trabajar en una política industrial de mediano y largo plazo no significa que la elabore o tenga una mirada única el Ministerio, sino que requiere acciones con otros organismos, como nos pasa con MGAP, porque muchas de las industrias las encontramos cuando entramos en problemas. Como la cárnica, la láctea, las autopartes. Tenemos que entender las cadenas de valor porque generalmente la primera parte, la fase primaria, es del MGAP, por ejemplo la producción de carne o de lácteos, pero el tema es aprender y tratar de trabajar junto a ellos para que la cadena se vea como un todo y ver en qué parte puede entrar el Ministerio de Industria a destrabar parte de esa cadena. Creo que el primer aprendizaje es conocer las cadenas de valor, haber estudiado, tener un diagnóstico de valorar los equipos que tenemos. Sin observatorio, que fue uno de los objetivos que nos propusimos, un observatorio que quede institucionalizado, porque en 2019 habíamos dejado uno que trabajaba una parte de industria y una parte de energía, pero vimos que no se había nutrido y no tenía gente. Lo que queremos es hacer un observatorio que se llame de producción, empleo y desarrollo. Es el último punto de este año. Estamos trabajando para ver cómo empezamos a generar esos insumos que queden institucionalizados dentro del Ministerio, para que, sin importar quién pase por acá, ese observatorio de datos sea robusto. Sobre todo en una era de inteligencia artificial, el Ministerio no puede darse el lujo de no tener datos robustos y saber qué hace con esos datos.

Monitoreo de actividad

Si se va haciendo un monitoreo de la actividad industrial, no solo avisa que hay una luz amarilla o roja sino que además hay que tomar acciones rápidamente para que no se transforme en estructural. Estuvimos viendo eso.

En resumen, en estos ocho meses lo que hemos hecho es un diagnóstico, ver qué le faltaba al Ministerio como algo con que tiene que contar institucionalmente y, al mismo tiempo, compensar una agenda que fuera poner a la industria en ella, como un tema de industria, hablar de industria, y eso hizo que desplegáramos dos acciones. Una nacional, que fue lanzar los Consejos de Industria y los Núcleos Productivos, tenemos más de 30 reuniones en todos los sectores de la industria, en particular con los más críticos. El Consejo de Industria está integrado por el Ministerio, pero también el PIT-CNT, la academia, la UTU, la UTEC y la Cámara de Industrias. Tratamos de tener una representación que sea lo más completa posible, sin perjuicio de que en algún tema podemos llamar a alguna otra organización. Esa fue una resolución del Ministerio que intenta tener una agenda, justamente desde el Ministerio de Industria, y que también porte el documento de política industrial 2050 que nos trazamos para tener un primer bosquejo de intercambio en febrero de 2026. La otra iniciativa fue la Iniciativa Sur, en la que estamos trabajando en el ámbito internacional. Para eso se hicieron dos jornadas intensas donde vinieron referentes de América Latina, de Asia, de África, de Europa. Se reunieron en Montevideo y tuvimos un intercambio sobre política industrial verde y las finanzas internacionales desde la perspectiva del sur global. O sea, pensemos qué temas tenemos en común, en cuál tenemos acuerdo, en cuál no, cómo podemos plantear ciertos temas como bloque.

Lo que quedó claro es que todos los países desarrollados tienen una política industrial. Todos. Ahí no importa el color del país, no tiene que ver con qué partido político, qué ideología tengan. Desde Estados Unidos a China, todos los países que son potencia o que mueven la aguja en el mundo tienen una política industrial. La primera gran conclusión es: si Uruguay quiere, no solo mantener sino hacer crecer su industria nacional, y nosotros como país poder crecer, que es uno de los ejes del gobierno del presidente Yamandú Orsi, tenemos que poder conversar sobre una política industrial. Después se despliegan otros conceptos como qué entendemos por desarrollo. No ver el concepto de desarrollo solo desde el punto de vista económico, sino también considerar qué desarrollo queremos, que tenga un cuidado de lo ambiental, de lo social, un trabajo diferente. Un derrame con lo que tiene que ver con el conocimiento, que haya una buena práctica que nos deje conocimiento.

Tratamos de atar todo esto. Estamos identificando en cada área de la industria esta realidad y al mismo tiempo estamos potenciando reforzar la ciencia aplicada porque se necesita, ya sea con el LATU como con los polos científicos tecnológicos, específicamente con el de Pando y el de Rivera. Pedimos refuerzos a nivel presupuestal y se nos otorgó.

La idea nuestra es tener un documento, que sea primario, en febrero, a casi un año de haber tomado posesión, con un diagnóstico desde el punto de vista nacional como internacional, y de ahí trazarnos determinadas grandes metas que de alguna manera se recojan para tener una política industrial hacia 2025. Y lo mismo con energía y telecomunicación.

Sectores industriales

A veces hay sectores que adquieren relevancia y, al tiempo, por diversos factores, decaen. Como la industria naval, por ejemplo. ¿Cómo están siendo contemplados?

Estamos trabajando con todos los sectores. Por ejemplo, la pesca. Después de la zafra y del conflicto. Están todos contemplados y los sectores donde entendemos que hay un nicho de crecimiento. La industria naval es una de las posibilidades. Ahí estamos trabajando con el PIT-CNT, con el Ministerio de Defensa, con Transporte y Obras Públicas. Estamos viendo que eso se mueva, también para generar empleo. El tema de los datos de donde uno parte es importante. Por ejemplo, del Consejo de Industria lo primero que surgió fue trabajar con el Ministerio de Trabajo, que tiene su propia información, pero nosotros lo que queremos es una especie de registro de la gente que se va quedando sin trabajo conociendo su perfil. Porque así sabemos que hay un registro de gente que está sin empleo y que, si se genera un proyecto, también podemos conversar con el empresario para que esa gente sea tomada. Creo que toda esa articulación surgió de juntarnos y de hablar sobre temas donde no había reuniones. Creo que eso lo tenemos como gran tarea, estar todo el tiempo presente. Con Calcar es un ejemplo. Cerró en abril, fue al mes de haber ingresado, y por suerte, a pesar de que no logramos el cien por ciento, se logró una salida intermedia donde vino un empresario, modificó la cadena de negocios, tomó a más de la mitad de las personas que se habían quedado sin trabajo y ahora estamos monitoreando cómo sigue eso. La gran tarea es gestionar la inmediatez, las cuestiones que tienen que ver con las personas, y al mismo tiempo no abandonar la reflexión de qué tenemos que modificar a mediano y largo plazo para tener una política que sea más permanente.

¿Podemos pensar que ahora sí el país va a contar con una estrategia en el sector industrial?

En eso estamos trabajando. La idea es esa, es tener una política nacional, que podamos consensuar lo más posible. Las políticas que han sido exitosas son las que han tenido el más amplio consenso. No tenemos que abandonar la posibilidad de dialogar, de generar el debate o las propuestas que puedan mejorar. Me parece que hay que sentarse a pensar en clave de política de mediano y largo plazo. Sentarse a trabajar con otros actores del sistema para que eso ocurra era una de las cosas que teníamos planteadas y que hicimos. Nuestra meta es llegar a febrero con este documento primario que va a tener este primer diagnóstico de lo que ha surgido de este intercambio colectivo. Creo que es un muy buen primer paso.

Se están contemplando todas las áreas de industria. Por supuesto que en algunas hay situaciones que son similitudes y en otras no. Por ejemplo, las tecnologías de la información tienen otra realidad. La calidad del empleo es otra. Los salarios también son otros. Y la idea nuestra es siempre tratar de levantar esa realidad y tratar de uniformizar hacia arriba todo lo que se pueda.

Estamos avanzando en áreas de trabajo.

Dejá tu comentario