El presidente Luis Lacalle Pou da más en la herradura que en el clavo cuando sale a respaldar públicamente a las personas de su entorno. Primero fue en el caso del jefe de seguridad Aalejandro Astesiano: “Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Profesionalmente, intachable. Hasta un celo en exceso”, dijo el presidente.
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Ahora el tema se instala en su amigo Gustavo Penadés, a quien respaldó en dos oportunidades pero luego de conocidas las denuncias de supuesto abuso sexual a menores, el presidente metió marcha a atrás y cambió el discurso.
Este viernes Lacalle Pou volvió a ser consultado acerca de las denuncias por explotación sexual de menores que enfrenta el senador nacionalista, Gustavo Penadés, sobre quien la Cámara alta se dispone a votar el desafuero solicitado por la Justicia.
“Las denuncias son muchas; por lo que he podido averiguar son graves. Yo espero que la Justicia falle lo antes posible, declarándolo inocente o culpable. Si pasa lo segundo, obviamente, hay un tema de consecuencia personal que se imaginarán que es muy fuerte”, dijo Lacalle Pou.
El presidente fue repreguntado sobre cómo tomaría una condena al senador. “No me hagas prejuzgar, pero te podrás imaginar. Cuando uno confía en una persona, y te pasa lo contrario, ¿qué le pasaría a cualquier individuo?”, respondió.
Lacalle Pou también se refirió a sus dichos anteriores sobre el caso de Penadés, cuando evocó la confianza personal que mantienen.
“Sigo de cerca el tema. Quizás yo no fui del todo claro. Yo relaté un episodio de una persona a la cual se le tiene confianza y una amistad, y qué haría cualquier individuo. Ahora está en la Justicia”, dijo.
Lacalle Pou se había referido al caso el 11 de mayo, donde dije que hace 30 años conocía al legislador. “Yo les pregunto a ustedes: viene un amigo de ustedes de hace 30 años y les dice que no hizo nada. Me mira a los ojos y me dice ‘yo no fui’. ¿A quién le cree cualquiera? Sería un mal amigo si no le creo, si no le tengo confianza”, consideró Lacalle.