En la tarde noche de hoy, 21 de julio, el presidente Lacalle Pou hablo a la población.
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Se refirió a este brote de Covid 19 como el tercero que se verifica, luego de los de Rivera y Treinta y Tres.
«Estamos en medio de la pandemia», expresó Lacalle, no lo cual se han elaborado protocolos para volver a la «nueva normalidad», abriendo varios sectores de actividad. Atribuyó el relativo éxito de las estrategias de contención al esfuerzo mancomunado del gobierno y la población.
Pero habló con severidad del no uso del tapabocas o el incumplimiento de otras medidas de prevención, lo mismo que con el distanciamiento físico. En ese sentido habló del transporte, que iba a ampliar sus frecuencias. «A medida que la economía se abra van a haber brotes», enfatizó.
Luego se dirigió a la «barra joven», adviritiéndole de la realización de fiestas. «No se pueden realizar», dijo Lacalle, alertando sobre las inspecciones y multas que se van a implementar.
Respecto a este último brote anunció la medida de hisopar a todas las personas que se vayan a internar en centros de salud de Montevideo y Canelones. En la frontera, se dará un plazo prudencial, hasta el domingo, a quiénes no traigan un hisopado hecho en su país de origen, pero luego se les va a requerir junto con la visa.
Agregó a esto el uso de la aplicación coronavirus.uy, la cual recomendó para reaccionar y detectar.
Seguidamente, se refirió al personal de la salud, que está actuando «con singular eficacia y mucha dedicación». Su labor la resumió en el tríptico reacción, detección y control, tras de los cuales se entraría en el confinamiento, la cuarentena y el seguimiento de los casos, expresando que se va a controlar a la gente que tenga que estar confinada o cuarentenada.
Recordó que con las vacaciones de julio se potenciará el turismo interno y afirmó que «aquí no se pretende desandar ninguna de las actividades previstas para la reapertura».
En el epílogo de su alocución destacó que la misma no era «para generar alarma», sino para informar, decir que «no hay marcha atrás» y que «con la rápida reacción del sistema de salud y con la precaución que tienen que tomar los uruguayos vamos a seguir este camino, aunque insisto, estamos en medio de la pandemia y que nadie cante victoria porque estamos lejos de terminar este partido.
En respuesta a preguntas de periodistas acerca del reinicio de actividades recreativas, el presidente no fue taxativo. «No todas las actividades son iguales». El fútbol ya tiene un cronograma de inicio de actividades y salvo alertas epidemiológicas en ese ámbito no está previsto volver atras. Respecto a los teatros, relativizó la reapertura a las medidas de seguridad y a las dimensiones de las salas.
Preguntado acerca de si los científicos que le asesoran le pidieron hacer una cuarentena voluntaria, a lo que respondió que no, pero que produjeron tres documentos interesantísimos que aún son de consumo interno. Luego de lo cual repitió su frase: «para adelante todo lo posible, para atrás todo lo necesario». Pero confinamiento involuntario no lo hubo ni lo va a haber.
La siguiente pregunta tuvo que ver con el el paréntesis que se hizo en operaciones quirúrgicas por la presencia de la pandemia y si eso se va a corregir. El presidente admitió el hecho e informó que habían cinco mil intervenciones programadas al inicio de la pandemia y hoy quedan mil cuatrocientas cirugías por resolver.
Acerca de las afirmaciones que hizo Lacalle en un medio argentino sobre el papel insuficiente que ha tenido el Estado en la administración de la pandemia, el presidente expresó que «no somos implacables. Tratamos de hacer todos los esfuerzos pero no pudimos llegar a todos». Eso no se adecuaría a la realidad. Las ollas populares vinieron a cubrir y a procurar que los uruguayos no pasen hambre». «El esfuerzo lo hicimos y tomamos medidas para la recuperación del trabajo», como subsidio de cinco mil pesos a las empresas que retomen trabajadores en seguro de paro o tomen operarios nuevos.
Saliendo de la pandemia y cuando fue requerido sobre el planteo de censura del Fiscal Jorge Díaz, Lacalle humorizo que preveía la pregunta y ya le había dicho al ministro Salinas (integrante de CA): «esta te la paso a vos». Pero respondió y fue escueto: «Cuando el gobierno tenga que opinar sobre un funcionario lo va a hacer cuando lo considere conveniente», sin perjuicio de que cualquier ciudadano pueda opinar: «tenemos por costumbre no reaccionar, sino accionar y nos marcamos nuestros propios tiempos, con prudencia y con paciencia».
La última pregunta estuvo referida a si entiende que la coalición de gobierno corre peligro y en la respuesta por primera vez el presidente «canchereó» y dijo que no y que la pregunta se va a contestar dentro de cuatro años y pico, cuando se dará el final de la coalición…si cada uno cumple con sus compromisos y con lo que suscribió, hay una madurez de todos los miembros de la coalición», sin olvidar decir que «el que está más obligado a tener ese tipo de actitud es el partido al que pertenece, en tanto presidente de la República».