El Tribunal Superior Electoral solicitó al Supremo que el mandatario sea investigado por la presunta filtración de una pesquisa de carácter secreto.
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El supuesto acto delictivo consistiría en compartir en redes sociales la semana pasada varios informes de la Policía Federal sobre un ataque informático a los sistemas del ente electoral en el 2018.
El presidente difundió la semana pasada en redes sociales el documento de una pesquisa de la Policía Federal sobre un supuesto ataque al sistema interno del TSE, que ha indicado que este ataque no afectó a las elecciones.
Así, el poder electoral ha reclamado una investigación al considerar que «existen indicios de que información y datos confidenciales y reservados por el TSE han sido divulgados sin justa causa», según han indicado en un informe sobre la presunta conducta delictiva del mandatario.
No obstante, no solo han señalado a Bolsonaro, sino también al jefe de la Policía Federal que lidera las investigaciones, cuyo nombre no ha trascendido, y al diputado Felipe Barros, según informa el medio brasileño UOL.
Los magistrados del TSE han apuntado, además, a que esta acción de Bolsonaro podría relacionarse con otra causa en la que ya se le ha incluido, el caso sobre ‘fake news’, puesto que «la publicación de información de la poder electoral también está vinculada al contexto de difusión de noticias fraudulentas sobre el sistema de votación brasileño, con el fin de dañar o exponer la independencia del Poder Judicial y el Estado de Derecho».
Bolsonaro compartió los documentos en un intento de respaldar sus ataques al sistema de votación electrónico y aludiendo a que «el sistema electoral brasileño fue invadido (por los hackers)», si bien el TSE desmintió que la integridad de los comicios de 2018 se hubiese visto afectada por el presunto ataque a sus sistema.
«El acceso indebido, objeto de investigación, no representó ningún riesgo para la integridad de las elecciones de 2018. Esto se debe a que el código fuente de los programas utilizados es sometido a sucesivas verificaciones y pruebas, capaces de identificar cualquier alteración o manipulación», aclaró el poder electoral.
Asimismo, agregó que una vez firmados y sellados digitalmente los votos «no hay posibilidad de manipulación». «Vale la pena reiterar que las máquinas de votación electrónica nunca están conectadas en red. Al no estar conectados a Internet, no están sujetos a acceso remoto, lo que evita cualquier tipo de interferencia externa en el proceso de votación y escrutinio», apostilló el TSE, frente a los continuos cuestionamientos del presidente al sistema electoral electrónico.
En las últimas semanas, Bolsonaro ha intensificado sus ataques contra las urnas electrónicas de votación, a las cuales considera responsables del fraude electoral que, acusa sin pruebas, se podría cometer contra él en las presidenciales previstas para octubre de 2022, en las que según los sondeos, caería derrotado en primera ronda contra una hipotética candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.