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El ajedrez nacionalista

Tal como sucede en el reconocido juego estratégico, los precandidatos blancos se muestran cordiales en la partida, pero se castigan por lo bajo. En la intimidad, todos hablan mal de todos, pero sonríen para la foto. Lacalle Pou perdió popularidad a manos de Larrañaga y Sartori, el chico malo de la película.

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Por Pablo Tosquellas

 

Hasta hace dos meses la interna del Partido Nacional parecía estar liquidada, con un resultado cantado. Es que el herrerista Luis Lacalle Pou superaba por alrededor de 30 puntos a su principal contendiente, el senador de Alianza Nacional Jorge Larrañaga. Ni que hablar respecto al resto de sus contendientes. En el sector del hijo del expresidente ya estaban descorchando champán.

Pero se atragantaron con la bebida burbujeante cuando supieron que el Guapo, prácticamente solo y a puro pulmón, obtuvo 100.000 firmas más de las necesarias para convocar a un plebiscito con el objetivo de reformar la Constitución en aspectos vinculados a la seguridad pública. Entre los más polémicos, se destacan

el levantamiento de la prohibición de realizar allanamientos nocturnos.

Asimismo, se plantea la creación de la Guardia Nacional, como una segunda fuerza que colabore en la seguridad pública y se la integra con efectivos de las Fuerzas Armadas.

Ante el logro de Larrañaga, Lacalle Pou reaccionó con tibieza, según reconocieron los propios allegados al precandidato de derecha. “No tuvimos una estrategia para tener una respuesta conquistadora”, sostuvo la fuente nacionalista.

Por su parte, este suceso envalentonó a la gente de Alianza Nacional. Una de las personas más llegadas a Larrañaga dijo a Caras y Caretas que el hecho de obtener las firmas “muestra el carácter de Jorge y su energía al enfrentar un emprendimiento en soledad porque no lo acompañó ningún sector del Partido Nacional ni  de otras fuerzas políticas”.

El dirigente puso como ejemplo el eslogan de la campaña, “Larrañaga va”. Al  respecto manifestó que eso significa que el precandidato “no especula y va para adelante”. A su vez, ironizó con el mensaje de Lacalle Pou sobre “evolucionar”. El allegado al Guapo, al respecto, dijo lo siguiente: “Nosotros no estamos para el cambio gradual, sino para un cambio radical. Por ejemplo, tenemos que remover a las autoridades de la enseñanza y eso implica meterse con las corporaciones, pero lo vamos a hacer sin que nos tiemble el pulso. Nos vamos a meter con las mejoras en la competitividad de la industria uruguaya y buscaremos atraer inversiones. No es fácil, pero vamos a ‘pelear’ sin ser graduales por eso”.

La fuente indicó, por su parte, que no habrá un enfrentamiento público ni polémicas con Lacalle Pou. En resumen, la campaña hacia las internas nacionalistas será como un partido de ajedrez, en el que los jugadores se muestran amables mientras piensan y mueven las piezas, pero por debajo de la mesa se dan patadas en las canillas. Algo así como una falsa confraternidad.

 

La llegada de Sartori

“Éramos pocos y parió mi abuela”. Con esa antigua frase me ilustró un dirigente herrerista la irrupción en la política nacionalista del empresario millonario Juan Sartori. Es que el hombre de negocios, muy cuestionado por varios dirigentes nacionalistas por no tener antecedentes políticos en el partido de Manuel Oribe, inició   desde noviembre una frenética campaña en el interior del país. Allí, se reunió con vecinos y referentes locales. Incluso, varias agrupaciones decidieron adherir a su candidatura. Esto puso los pelos de punta al resto de los sectores, especialmente al herrerismo, dado que ese es el espacio en el que Sartori puede apoderarse de más votos. El desprecio hacia este outsider de la política convencional llegó al punto de que varios dirigentes huyeron cuando el hombre de negocios pretendió fotografiarse con los pocos referentes blancos que acudieron al departamento de Paysandú.

El precandidato, que el pasado miércoles 6 cumplió 38 años, en menos de dos meses ronda 15% de intención de voto dentro de la interna blanca, según uno de sus principales asesores. La fuente explicó que se “ha generado una gran expectativa con su imagen”. Dijo que ello se debe a que la gente “está harta de la clase política actual”.

Uno de los principales jefes de campaña de Sartori manifestó que se trata de una persona “descontaminada”, que “no tiene nada que perder” y que “no tiene ideología ni dogmas”. Denunció, asimismo, que existen dirigentes o militantes que pretenden acercarse a él porque creen que el precandidato “es la gallina de los huevos de oro”, en referencia al poderío económico del empresario.

A Sartori, según sus allegados, también le pegan en las canillas mientras juega al ajedrez. Días atrás un pequeño grupo del Partido Colorado denunció a Sartori en la Corte Electoral arguyendo que el precandidato había violado la ley sobre publicidad electoral por iniciar campañas propagandísticas antes de lo que marca la normativa.

Uno de los mentores de la candidatura de Sartori, el exlegislador blanco Alem García, se preguntó: “¿Será posible que estemos ante una maniobra malintencionada que busca parar la creciente adhesión de la gente a Juan Sartori?”. El cuestionamiento fue publicado por el diario La República.

Los integrantes del comando de campaña del empresario consideran que se trató de una movida interna de sectores del Partido Nacional para que este minúsculo grupo hiciera “el mandado” de efectuar la denuncia. ¡Flor de patada en la canilla!.

 

Alonso y los intendentes

Al principio, se especuló con que existiría “un romance” entre la senadora Verónica Alonso y la agrupación de los intendentes blancos del interior denominada Mejor País. Empero, la legisladora decidió emprender su propio camino. Para los jefes comunales, la presencia de la “morocha” era fundamental para atraer votos en Montevideo y Canelones, en donde estos dirigentes tienen escaso pie. Pero el diálogo se cortó. Los jefes comunales cancelaron la comunicación con ella y, en la actualidad, buscan una figura para acompañar al precandidato e intendente de Maldonado, Enrique Antía. Se patearon las canillas debajo del tablero.

 

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