Movimiento feminista en España y prohibición de marchas: “es una prohibición que no se puede acatar”

La prohibición en cuestión, afecta a las concentraciones que el movimiento de mujeres españolas organizaba en cuatro puntos de Madrid para este domingo 7 y lunes 8 de marzo.

En atención a esta medida de la delegación del gobierno de Madrid, la organización feminista “Pan y Rosas” ha declarado que se trata de una vulneración escandalosa del derecho de manifestación y llamó “a movilizarse igualmente con todas las medidas de seguridad necesarias y no acatar la prohibición”.

“El que se presentaba hace apenas un año como el gobierno “más feminista de la historia” ha decidido prohibir todas las manifestaciones y concentraciones del 8M en la Comunidad de Madrid”, señala en una extensa nota el sitio de noticias la Izquierda diario.

El medio recuerda que la delegación del gobierno había señalado en un comunicado que “después de estudiar detalladamente cada una de las peticiones presentadas y teniendo en cuenta las posibles confluencias de distintas concentraciones multitudinarias en varias zonas de Madrid, se ha tomado la decisión firme de prohibir todas las manifestaciones y concentraciones convocadas”.

En concordancia con esta prohibición, la ministra de Sanidad de Madrid había dicho “no ha lugar” para las manifestaciones del 8M, lo que se concretaría posteriormente en las actuales restricciones de concentraciones con no más de 500 personas.

“Como denunciaba recientemente Lucia Nistal militante de la CRT y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas”, agrega el sitio de noticias, “mientras prohíben las manifestaciones de mujeres se permiten las aglomeraciones “en el transporte o en los centros de trabajo y estudio, donde miles de mujeres trabajadoras y jóvenes sí estamos expuestas al contagio”.

Para la asociación Pan y Rosas, la prohibición constituye “una enorme vulneración de un derecho fundamental, el de manifestación, que el gobierno “progresista” solo deniega a la izquierda y los movimientos sociales”.

Esta misma posición agregan, la tuvo “con otra movilización en defensa de los servicios públicos y por la república el pasado 14F, la de los pensionistas y ahora las del 8M”.

En contraposición a esta posición de prohibición, denuncian las mujeres de Pan y Rosas, “las manifestaciones de la derecha y extrema derecha, incluso las de corte fascista como el reciente homenaje a la División Azul, cuentan con autorización y se pone a la Policía Nacional como cohorte de gala”.

Josefina Martínez representante de Pan y Rosas, ha lanzado un llamado a no atender las prohibiciones, “salgamos a las calles igual y que se animen a detenernos a todas”, ha recalcado.

El hecho que la ministra de Igualdad, Irene Montero, no se haya expresado sobre las prohibiciones, ha sido entendido por los movimientos feministas como una postura de “pasmosa complicidad” por parte de un gobierno que hasta “hace un año se vendía como el gobierno “más feminista de la historia” pero al que le molestan las manifestaciones de mujeres en las calles”.

Según el sitio de noticias, tanto el PSOE, como Unidas Podemos, “llevan tiempo trabajando para una desactivación del movimiento feminista, porque prefieren un feminismo moderado y ministerial”.

Para la asociación la medida actual “cruza todas las líneas rojas: han pasado directamente a amordazar la principal jornada de lucha y movilización por los derechos de las mujeres”.

Por ello, señalan las mujeres de Pan y Rosas “es una prohibición que no se puede acatar”.

“Volvamos a salir a las calles, con todas las medidas sanitarias necesarias, porque los derechos se conquistan luchando y no entregaremos uno tan elemental como el de manifestación” han dicho desde Pan y Rosas.