¿Cómo está la salud de la democracia?

El primer dron que vimos volar fue en un parque conducido por un niño. Hoy estos dispositivos portan bombas letales y el mundo gasta millones en construirlos y otros tantos en destruirlos. ¿Alguien nos hubiera dicho que en todo el planeta iban a subir al transporte colectivo adolescentes con varios meses de salario de sus padres en sus manos en forma de celulares? Ni les llamamos teléfonos, una de sus tantas funciones, ni siquiera la más importante que cumplen.

No me atrevo a decir si el mundo es otro porque cambió la política, o si la política es otra porque cambió el mundo. Pero el mundo cambió y es otro. La política también.

Pero veamos algunos de los síntomas del cambio. En primer lugar, el que nos toca más de cerca: los partidos políticos. En la medida que los mismos no se fueron adaptando a estos cambios, fueron despareciendo. Alguien puede decir que en Uruguay es distinto. Había una historia cuando era un muchacho que decía que cuando se anunciaba el fin del mundo, sus principales líderes venían a Uruguay, donde todo ocurre igual que en el resto del planeta, pero 20 años más tarde.

Por aquello de que cuando veas arder las bardas de tu vecino pon las tuyas en remojo… Quizás estemos a tiempo de adaptar a nuestros partidos a los nuevos tiempos. Pero no dejemos de advertir el problema. En Uruguay gobierna un Partido que obtuvo en primera vuelta el 28% de los votos. En postmoderno se le llama “coalición”. Y en postverdad “multicolor”. A mi me da “repartija de cargos” y “gris”.

Chile tenía un fuerte sistema de partidos: La Democracia Cristiana, última en gobernar antes de Allende y primera después de Pinochet ya no existe. Sus orígenes se remontan a la década del 20 del siglo pasado y el año pasado una sucesión de renuncias de diputados y exdirigentes le hace desaparecer del escenario. En Perú el APRA, fue símbolo de lo perdurable. Cuando es electo Pedro Pablo Kuczynski en 2016, apenas obtuvo un magro 5%. Luego, dejó de existir.

Colombia tenía uno de los sistemas de partidos más antiguo del mundo. Los liberales eran de 1848 y sus adversarios conservadores del año siguiente. Sus pares (whigs y tories Británicos), cambiaron una de las opciones (liberales) por la naciente socialdemocracia en la postguerra. O sea estamos hablando dos de los más viejos del mundo. Después de más de una década del partido de la “U” (U de Uribe, no de Unión), Gustavo Petro se vuelve en el primer Presidente de izquierda y exlucha armada de Colombia.

En Venezuela. Los democratacristianos (COPEI) en la jerga política local, y socialdemócratas (adecos en venezolano puro) desparecieron del mapa. Algunos dicen que como consecuencia del “chavismo”. Quizás olviden que el último presidente antes de Chávez fue Rafael Caldera. Había sido Presidente por COPEI, pero su último mandato fue por fuera y en contra del mismo Partido que antes le había ungido como Presidente.

Mientras que EEUU presenta su sistema democrático al mundo como un “modelo”, hoy el mismo hace agua por todos lados. Un presidente asistémico, ha puesto en jaque la misma credibilidad del sistema. Logró convencer a un alto porcentaje de ciudadanos de la supuesta ilegitimidad de las últimas elecciones. El presidente electo en las mismas carece del apoyo institucional. que le permita liderar a occidente ante dos conflagraciones bélicas: La invasión Rusia a Ucrania y las tensiones internacionales tras el bombardeo terrorista de Hamás. La crisis humanitaria en Gaza no parece encontrar a los aliados de EEUU unidos.

Por su parte en enero, el Partido Republicano destituye a su correligionario Kevin McCarthy como Presidente de la Cámara de Representantes. En el sistema político yanqui, no rotan en la presidencia los partidos como acá. El “líder” de la mayoría en la Cámara la preside. En inglés “Speaker of the House”, algo más que presidente. Sin su actuación e iniciativa no puede sesionar la cámara ni tener un orden del día. La Cámara, por primera vez en la Historia de EEUU, estuvo cerrada.

Finalmente, hace pocas horas eligieron a Mike Johnson tras haber tenido que recurrir a la figura de un Presidente por Tempore. Buen síntoma que la ingobernabilidad ha ganado también a la oposición en el coloso del norte.

En Europa la irrupción de la llamada “Nueva Derecha” (hasta la derecha ha cambiado en este mundo), ha puesto en jaque los regímenes parlamentarios. Ha ganado ya, por sí, en algunos países, como Italia. En Francia Gaullistas y Socialistas surgidos con fuerza tras la II Guerra Mundial… ya no existen…

Seguiremos pensando en este tema. Sobre todo en alternativas para enfrentar esta crisis. Pero para encontrar la medicina arrancamos con un buen diagnóstico.