En las últimas horas se conoció que en 163 los lugares del interior que reúnen a 136.000 habitantes, los niveles de arsénico superan los 20 microgramos por litro de agua permitidos, cuando el límite máximo tiene que bajar a diez microgramos por litro en noviembre en base a compromisos ya asumidos.
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“Una es la ósmosis inversa, que es un poco más cara pero es una de las soluciones, otra es la instalación de Unidades Potabilizadoras de Agua (UPAs) tanto para el tratamiento de agua superficial como para el tratamiento de las propias aguas subterráneas que se extraen del subsuelo y se potabiliza a través de ellas, como pasa en otros lugares del país, y luego también hay un sistema de filtros de absorción, que adhiere las partículas vinculadas al arsénico y ponen el agua en calidad”, explicó el ministro de Ambiente, Adrián Peña.
Los niveles de arsénico por encima de lo permitido se registran en pozos de donde extraen agua OSE y particulares, la mayoría se encuentran en el sur y en el este del país. El ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo que no es consecuencia de contaminación, sino que se genera de forma natural y en cantidades que, si bien exceden los parámetros establecidos, no representan un riesgo mayor para la salud.
En declaraciones a Telemundo, la profesora de la Facultad de Química de la Universidad de la República (UdelaR) Nelly Mañay dijo que los valores de arsénico permitidos se han fijado en base a estudios poblacionales en el mundo en base a los efectos que se han ido viendo. "El efecto más grave que tiene el arsénico es la generación de cáncer -está declarado cancerígeno humano- pero va a depender de cómo se consuma a lo largo de determinado tiempo y cantidad", explicó la experta que se desempeña en el área de toxicología.
El tema de la dosis, es decir, la cantidad consumida, es algo importante, sostuvo Mañay. "Del cáncer para abajo hay otros efectos que se pueden ir dando en valores menores a lo largo de mucho tiempo de vida", señaló. El caso más extremo, de 100 microgramos de arsénico por litro o más, y en regiones con poblaciones que tienen malas condiciones de vida, se ha observado cáncer de piel o la enfermedad de pie negro.
En tanto, los valores entre 50 y 100 microgramos de arsénico por litro se han visto sobre todo en los efectos de la piel. Ya yendo más hacia abajo se han encontrado asociaciones con otro tipo de enfermedades, como las cardiovasculares o diabetes.
Para la experta, es necesario hacer una evaluación de riesgo en Uruguay a través de estudios de orina a las personas, sobre todo, en aquellas poblaciones que se abastecen de pozos privados, que no son propiedad de OSE. "No podemos pasar raya y decir no es tóxico ni tampoco podemos decir es gravísimo. Porque no todas las poblaciones reaccionan igual, también tiene que ver con componentes de índole socioeconómicos y nutricionales, por ejemplo", indicó.