Un equipo de médicos argentinos encontró un nuevo mecanismo en el funcionamiento del corazón. La investigación, publicada por la revista científica Morphologie y presentada en la Sociedad Argentina de Cardiología, representa una revolución en la anatomía y mecánica cardíaca y redefine el clásico concepto del corazón en los manuales escolares.
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Tras numerosos estudios anatómicos y de imágenes, los científicos plantean que el órgano no es una masa homogénea, sino que está formado por “un conjunto de fibras musculares, retorcido sobre sí mismo a modo de una cuerda lateralmente aplastada”. Para simplificarlo, sostienen que desplegado en una mesa es una banda helicoidal similar a una bufanda.
Partieron de esta lógica: el corazón ejerce una fuerza considerable, ¿cómo puede ser que un músculo suspendido en el tórax pueda ejercerla sin ningún punto de apoyo? Así buscaron comprender la dinámica cardíaca.
Hasta ahora, uno pensaba que el corazón se abre y se cierra como un puño y que se estructura en cuatro cavidades. Pero, en realidad, rota en sentido longitudinal y circunferencial para poder hacer su actividad funcional: se estruja y desestruja como si fuese una toalla que se enrosca y escurre.
“El corazón es una banda doblada en el organismo como si fuera una bufanda enrollada sobre el cuello. Se estruja como una toalla para eyectar la sangre y se destuerce (como si exprimiéramos una toalla) para que la sangre vuelva a entrar al corazón. Este esfuerzo lo hace sobre un punto de apoyo como cualquier músculo del organismo”, describió a Clarín Jorge Trainini, cirujano cardiovascular en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda.