En abril de 2017, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) presentó durante el 67° Congreso Ordinario, en Santiago de Chile, el resultado de una auditoría externa sobre sus estados financieros. La presentación la realizó el abogado Daniel Mendoca ante un grupo de periodistas acreditados para la cobertura del evento. Esa auditoría –que forma parte de la denuncia penal presentada por Conmebol ante la Justicia de Paraguay– confirmó el desvío de unos 150 millones de dólares como parte del esquema de corrupción que existía en el organismo e incluía a sus principales dirigentes y las empresas propietarias de los derechos de televisación de los principales torneos del continente. La información era coincidente con la investigación impulsada por la Fiscalía General de Estados Unidos, que derivó en la detención en mayo de 2015 de seis dirigentes de Conmebol y Concacaf durante una redada en el lujoso hotel Baur au Lac de Zürich (Suiza) y varias órdenes de detención preventiva contra dirigentes y empresarios de varios países. Entre los detenidos en esa instancia, estaba el expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y presidente de Conmebol, Eugenio Figueredo. Posteriormente, la Fiscalía de Estados Unidos imputó a otros dirigentes del fútbol sudamericano, entre ellos, el expresidente de Conmebol, Juan Ángel Napout. La mayoría de los imputados se declaró “culpable” ante las autoridades judiciales de Estados Unidos. Figueredo fue finalmente extraditado a Uruguay y procesado por los delitos de “estafa” y “lavado de activos”. Durante ese congreso en Santiago de Chile, el organismo presentó datos parciales del Análisis Forense-Reporte Final, elaborado por el bufete Quinn Emanuel Trail Lawyers –especializado en asuntos anticorrupción, que fue contratado por Conmebol como asesor legal ante al Departamento de Justicia de Estados Unidos– y la empresa Ernst & Young. Ese informe pretendía verificar los ingresos y el destino de fondos en el período 2011-2015 y detectar las operaciones sospechosas de actividades ilícitas. Con el paso de los meses, el diario ABC Color de Paraguay publicó diversos artículos sobre el contenido del análisis forense. El informe –al que también accedió Caras y Caretas – muestra el esquema de manejo de fondos montado por los dirigentes del fútbol sudamericano y las empresas investigadas por ilícitos en Estados Unidos –y también en Uruguay–. Asimismo detalla los pagos efectuados por la Conmebol a los diferentes dirigentes del fútbol sudamericano en ese período, entre ellos, tres uruguayos: Eugenio Figueredo, Sebastián Bauzá y Wilmar Valdez. Las coimas y los desvíos La investigación de las autoridades estadounidenses apuntaba al pago de coimas efectuados por un grupo de empresas a dirigentes de Conmebol y Concacaf para garantizar la cesión de los derechos de televisión de los campeonatos organizados en el continente. La investigación se centraba en el otorgamiento de los derechos de tres ediciones de la Copa América (2015, 2019 y 2023) y de la Copa América Centenario. La misma refería que Datisa SA –un consorcio conformado por Traffic Sports USA, Torneos y Competencias y Full Play Group SA con sede en Uruguay– obtuvo los derechos a cambio de unos 110 millones de dólares en coimas. Sin embargo, la investigación confirmó que el pago de coimas era parte de la historia de Conmebol. El empresario brasileño José Hawilla, extitular de Traffic Sports, afirmó que entre 1993 y 1995 el expresidente de Conmebol, Nicolás Leoz, comenzó a demandar el pago de sobornos para garantizar la firma de los sucesivos contratos por los derechos televisivos de la Copa América. Asimismo el exdirector de Torneos & Competencias, Alejandro Burzaco, afirmó que las coimas también fueron parte del esquema de cesión de derechos de la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y otros torneos de clubes. La Justicia de Estados Unidos comenzó a desmontar el esquema, que incluía la utilización de cuentas bancarias de empresas en paraísos fiscales y en su propio sistema financiero de. El foco estaba en la actividad de José Margulies (expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y propietario de las empresas de eventos deportivos Valente Corp. y Somerton Ltd.) y una serie de transferencias ocurridas entre marzo de 2003 y marzo de 2008, desde sus cuentas bancarias a otras de Leoz, Figueredo y Rafael Esquivel (presidente de la Federación Venezolana de Fútbol); también en los pagos efectuados por las empresas propietarias de los derechos a los dirigentes, que incluía a Bayan Group, una empresa creada por Full Play Group SA –propiedad de Hugo y Mariano Jinkis– para propiciar el pago de sobornos. En este contexto, el análisis forense revela los flujos de fondos identificados que tuvieron como epicentro los negocios de Conmebol. El mismo determina los pagos efectuados por Datisa SA, Full Play Group SA y T&T Sports (empresa integrada por Torneos & Competencias –TyC– y Traffic) a Conmebol por un monto global de 205 millones de dólares, así como los pagos efectuados por International Soccer Marketing y Global Partners por 11,2 millones de dólares y 20,8 millones de dólares, respectivamente. Asimismo se constatan las transferencias justificadas de Conmebol a los dirigentes (7,7 millones de dólares), asociaciones nacionales (268,5 millones de dólares) y clubes (15,2 millones de dólares), además de una serie de transferencias sin justificación aparente. Entre estas, se constatan una serie de transferencias vinculadas a Leoz por 28 millones de dólares y a cuentas no identificadas por 33,2 millones de dólares. También se comprueba el envío de fondos a cuentas de terceros por más de 58 millones de dólares. Y también que desde las cuentas de T&T Sports se enviaron 6 millones de dólares a las asociaciones nacionales, 1,5 millones de dólares a los clubes y 7,4 millones de dólares a cuentas de terceros. En este marco, el Anexo 4 del Análisis Forense muestra el detalle de operaciones bancarias que fueron dispuestas por instrucciones directas de los dirigentes de Conmebol, referidas a fondos de terceros. Es el caso de cinco transferencias cuyos ordenantes fueron T&T Sports (cuatro) y Full Play (una), cuyos “beneficiarios” finales fueron empresas vinculadas con ellas y que son investigadas por la Justicia estadounidense. Por ejemplo, el 16 de marzo de 2011, T&T efectuó -por orden de Leoz- un pago de 2,4 millones de dólares vinculado con el dinero de la Copa Libertadores a Yorkfields SA, una subsidiaria de Full Play, con sede en Islas Caimán. En tanto, el 12 de agosto de 2013, por orden de Figueredo, T&T efectuó dos transferencias: la primera a Cross Trading SA –subsidiaria de Full Play– por 3,6 millones de dólares, y la segunda a Arco Business & Development Ltd. (vinculada a TyC) por 1,4 millones de dólares. En 2011, T&T transfirió 500.000 dólares a Yorkfields SA y Full Play transfirió 2,5 millones de dólares a TyC. Pagos a terceros Asimismo el informe refiere a la existencia entre 2001 y 2015 de transferencias a terceros en el exterior por 12,7 millones de dólares sin adecuado soporte documental. Se trata de un conjunto de operaciones que fueron identificadas en correos electrónicos y documentos, relevados en la propia Conmebol, sobre pagos cuya integridad no puede confirmarse. Entre los beneficiarios de estos pagos están Yorkfields SA, Cross Trading SA, Arco Business & Development Ltd., Global Speciality Trading Inc. y Productora de Eventos (subsidiaria de TyC SA con sede en Uruguay). En el caso de Yorkfields SA, la transferencia fue solicitada por el propio Leoz al gerente del Banco do Brasil, detalla el informe. Asimismo entre 2014 y 2015, durante la gestión de Juan Ángel Napout, se registraron dos pagos por un total de 226.436 dólares a la firma uruguaya de logística Eternal Sure. Según pudo saber Caras y Caretas, la Justicia de Paraguay intenta dilucidar el vínculo entre Eternal Sure y Napout. Más adelante, el informe refiere a otras transferencias sin respaldo documental. Se trata de una serie de transferencias efectuadas a terceros en favor de asociaciones o de clubes, según detalla el swift code de la transferencia bancaria (que identifica al beneficiario). En este caso, se destacan transferencias hacia tres empresas en Bolivia (Arisdale Trading Limited, Mauricio Imp. Exp. y Sports Properties International) por 1,8 millones de dólares. Pero el grueso refiere a transferencias a empresas con sede en Argentina por 40 millones de dólares. Entre estas, se encuentra Sundora SA, Maxinta –una casa de cambios con sede en Buenos Aires que cerró sus puertas en 2016 por “falta de negocios”, según informó ABC de Paraguay–, Forex Cambio, la cooperativa de crédito Manfi Ltda. y Chauny SA. Pero, sobre todo, se destaca un conjunto de transferencias por 22,1 millones de dólares hacia el cambio Alhec Group, con sede en Argentina, que tenía una filial en Uruguay. Alhec Uruguay cerró sus puertas tras la decisión del Banco Central del Uruguay de suspender su operativa ante una investigación que vinculaba a esta entidad financiera con casos de defraudación tributaria por la venta de futbolistas argentinos hacia el exterior. Esta casa también fue mencionada en el expediente en que se indaga al expresidente de la AUF Eugenio Figueredo en Uruguay. Como parte del acuerdo de colaboración con las autoridades judiciales uruguayas, Figueredo afirmó que le entregó dinero en efectivo al expresidente de la AUF Sebastián Bauzá producto del pago de coimas en Conmebol. Figueredo declaró que ese dinero fue girado a través de Cambio Aspen y se lo entregó en las manos a Bauzá durante un encuentro en la casa de este. Posteriormente, Figueredo cambió su versión y dijo que el dinero llegó a Uruguay a través del Cambio Alhec Group, ubicado en el World Trade Center. Bauzá negó rotundamente haber recibido coimas. La jueza especializada en Crimen Organizado de 2º Turno, María Helena Mainard, a pedido del fiscal Luis Pacheco, dispuso un careo entre Figueredo y Bauzá para confirmar o descartar esta situación. El careo se realizará el miércoles 23 de agosto. El dinero dirigencial El análisis forense presenta los pagos efectuados por Conmebol a dirigentes del fútbol, que están registrados en la contabilidad de Conmebol y los compara con los montos constatados en las transferencias efectuadas al exterior (en base al swift code bancario). Es decir, serían los pagos legales que Conmebol efectuó a los dirigentes. En esta lista aparecen tres dirigentes uruguayos: Figueredo, Bauzá y el actual presidente de la AUF, Wilmar Valdez. El listado –también divulgado por el diario ABC de Paraguay– incluye a 24 dirigentes que recibieron fondos de Conmebol, 15 de los cuales son investigados por la Justicia de Estados Unidos. En este marco, se constata que los expresidentes de Conmebol, Leoz y Napout, ambos investigados en la trama de sobornos, recibieron 200.000 dólares y 301.050 dólares, respectivamente. Por su parte, según la contabilidad de Conmebol, Figueredo recibió 1.320.076 dólares, aunque las transferencias internacionales a su favor ascienden a 987.020 dólares. El actual presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez –quien no fue imputado de delitos en Estados Unidos–, cobró 374.000 dólares. El resto de los imputados por la Justicia de Estados Unidos que recibieron pagos de Conmebol fueron: los argentinos José Luis Meiszner (930.938 dólares), Julio Grondona (300.000 dólares) y Eduardo Deluca (450.705 dólares); el colombiano Luis Bedoya (917.507 dólares); el ecuatoriano Luis Chiriboga (726.666 dólares); el venezolano Rafael Esquivel (641.193 dólares); el peruano Manuel Burga (611.897 dólares); el chileno Sergio Jadue (648.753 dólares); los bolivianos Carlos Chávez (550.185 dólares) y Romer Osuna (126.930 dólares); y los brasileños José María Marín (465.000 dólares) y Maco Polo Del Nero (460.000 dólares). Los restantes nueve integrantes de esa lista no son parte de la investigación por coimas en la Conmebol, al menos por la Justicia de Estados Unidos. Allí aparecen los pagos efectuados a Bauzá y a Wilmar Valdez. En el caso de Bauzá, los pagos alcanzaron a 175.000 dólares; en tanto, Valdez recibió 431.200 dólares. Según dijeron fuentes de la AUF, Valdez tiene documentado cada uno de los pagos que recibió de Conmebol durante estos años como integrante del organismo.
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