Una flota nuclear compuesta por el portaaviones USS Abrahm Lincoln (CVN-72), un crucero misilístico y cuatro destructores, además de una fragata de la marina española, han zarpado desde la costa de Florida en Estados Unidos y en este momento no se conoce su paradero.
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Este tipo de unidad conocida como CSG (Carrier Strike Group), está destinada a reaccionar de forma rápida y efectiva cuando sea requerida; de igual manera es un tipo de unidad destinada a conflictos de larga duración por ser tipo multiplataforma.
Uno de los principales temores que se han despertado durante las últimas horas en la comunidad internacional, luego de no conocerse el paradero del USS Abraham Lincoln y su escolta, es que dicha unidad se encuentre rumbo a Venezuela con el fin de desencadenar un ataque por mar desde las islas del Caribe al tiempo que producen incidentes bélicos en las fronteras con Colombia y Brasil.
En el Abraham Lincoln, portaaviones nuclear de la clase Nimitz, opera el Escuadrón Aéreo Embarcado (CVW) 7, equipado con los Lockheed F-35C Lightning II, el cazabombardero más avanzado del arsenal estadounidense.
A pesar de los reiterados pedidos por parte de diversos organismos multilaterales y la mayoría de los gobiernos del mundo, que claman por una solución concertada a la situación que atraviesa Venezuela, desde Washington la alternativa militar ha sido una constante que pasó de ser una intención marginal, a convertirse casi en la primera alternativa sobre la mesa.
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