En un estudio reciente se han dedicado a investigar cómo la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR) afecta nuestro cuerpo, más allá de esa sensación placentera que experimentan muchas personas al mirar o escuchar este tipo de videos.
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Por si no sabes lo que es, esa respuesta sensorial meridiana autónoma, es un término que se ha acuñado para describir una sensación placentera o de «cosquilleo» que experimentan muchas personas frente a ciertos estímulos visuales o auditivos, como videos de gente cortando jabón o arena kinética, jugando con slimes, susurrando a un micrófono, etc.
El interés por este tipo de videos ha crecido enormemente en los últimos años, y actualmente existen montones de cuentas en Instagram y YouTube con cientos de miles de seguidores y millones de visualizaciones. Como @asmrsoapprincess o Sand Tagious.


La tendencia es tan popular, que canales como el de W Magazine, optaron por hacer entrevistas ASMR a celebridades, y si eres de los que disfruta el estímulo, probablemente tu cuerpo se beneficie mucho de este video con Gal Gadot:
Ver videos ASMR es casi como meditar
A pesar de su popularidad, el fenómeno no ha sido realmente muy estudiado.
Esta investigación ofrece un poco de claridad sobre la respuesta fisiológica que se lleva a cabo al ver uno de estos videos.
El trabajo constó de dos partes, una primera etapa en la que se estudiaron a más de 1000 personas mirando videos con y sin elementos ASMR y luego se les hizo una encuesta sobre lo que sentían.
En la segunda fase el estudio se mudó a un laboratorio, para ello reclutaron a 110 personas a las que pusieron a ver videos ASMR. Ahí les midieron signos vitales como la frecuencia cardíaca, y la conductividad de la piel como forma de medir la excitación emocional.
Las personas que disfrutan los videos ASMR experimentan reducción de la frecuencia cardíaca, sienten menos tristeza y estrés, y se relajan.
Los resultados demostraron que mirar este tipo de videos proporciona beneficios fisiológicos y reductores de estrés similares a los de la meditación profunda. Al menos para la gente que experimenta la sensación de placer.
No todo el mundo siente ese «cosquilleo» al ver este tipo de videos, hay quienes no le ven ninguna gracia especial y por lo tanto, no experimentan la misma respuesta fisiológica. Pero para aquellos a los que sí resultan agradables, les causa un bienestar bien porque reduce la frecuencia cardíaca, les hace sentir menos tristeza y estrés, y les relaja.
Es apenas una investigación preliminar y sin dudas hay mucho más espacio para estudiar un fenómeno que parece afectar a millones de personas, y que se esparce cada vez más gracias a las bondades de Internet.