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Cultura | Graciela Figueroa | Yamandú Orsi |

La cultura como derecho

"Una señal clara": Graciela Figueroa recibió el Premio a la Trayectoria en Danza de manos de Orsi

Por primera vez en la historia del Premio INAE a la Trayectoria en Danza, un presidente de la República participó de la ceremonia. El gesto consagró a Graciela Figueroa como figura imprescindible del arte uruguayo.

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La noche del 29 de abril, Día Internacional de la Danza, el Salón del Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE) se volvió escenario de una celebración que trascendió lo artístico para volverse política en el sentido más vital y transformador de la palabra. El presidente Yamandú Orsi entregó el Premio INAE a la Trayectoria en Danza a Graciela Figueroa, pionera, maestra, creadora de puentes entre el cuerpo y la conciencia, entre el arte y la comunidad.

El reconocimiento, que otorga el INAE a quienes han marcado huella en la danza nacional, se vistió de historia con la presencia de un jefe de Estado por primera vez en su entrega. El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, no lo dejó pasar: “Es una señal clara de que este gobierno se va a ocupar y mucho de las artes y la cultura”. Y agregó que Figueroa es una gran artista y una formadora de generaciones, “una tejedora de comunidad que integró arte, cuerpo y conciencia”.

A sus 80 años, Graciela Figueroa ha sido mucho más que bailarina. Su legado incluye docencia, coreografía, dirección, teatro, espiritualidad y compromiso social. Fundadora del Espacio de Desarrollo Armónico y referente del movimiento Río Abierto, Figueroa ha hecho de la danza un lenguaje para sanar, conectar y transformar.

Graciela Figueroa como referente ética y estética

En una ceremonia en la se vivió una gran emoción, también hablaron Gustavo Zidan, coordinador del INAE, y la directora nacional de Cultura, María Eugenia Vidal, quienes destacaron el papel vital de Figueroa como referente ética y estética. “Tu vida es testimonio de coherencia, desde los escenarios a los espacios comunitarios”, afirmó Vidal. “Sos una gran sembradora de belleza y de sentido”.

Graciela recibió, en este homenaje, una escultura creada por la artista plástica Águeda Dicancro, en un acto que suma a una lista de distinciones que incluye el título de Ciudadana Ilustre de Montevideo, la medalla Delmira Agustini, y la nominación como Patrimonio Cultural Vivo del Teatro Solís.

Pero más allá de los reconocimientos, la ceremonia tejió una narrativa poderosa que reivindica a la cultura como derecho, como base de ciudadanía. La danza puede ser sanación, puede ser transformación, puede ser encuentro. Donde hay danza, hay vida. Donde hay políticas públicas que creen en la cultura, hay futuro.

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