El abogado de Yacsy Alexandra Álvarez Mirabal, la venezolana acusada de ayudar a organizar la incursión militar desde Colombia, le solicitó a los fiscales colombianos que nombren al exdiputado Juan Guaidó y al General Mayor retirado, Cliver Alcalá Cordones, como co-conspiradores en la operación Gedeón utilizada para atentar contra el pueblo venezolano.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
En un recurso legal presentado esta semana ante la fiscalía, el abogado de Álvarez, Pedro Alejandro Carranza Cepeda, declaró que Guaidó y Alcalá “tienen una participación directa en los hechos que son objeto de investigación y juzgamiento” en el caso de su clienta, siendo ellos “los líderes de una operación que presuntamente busca la libertad del pueblo venezolano”.
En una breve entrevista realizada en diciembre desde el centro de reclusión en que se encuentra, Álvarez, informó que ella era solo una traductora que se vio atrapada en una situación mucho más compleja y peligrosa de lo que ella pensaba y que temía por su vida.
Por su parte, Alcalá reconoció haber participado en la conspiración con militares en la operación tenía como objetivos, según la información del fiscal general de la República, Tarek William Saab.
“En primer lugar, secuestrar al Presidente de la República y otras autoridades con el fin de trasladarlos forzosamente hacia los Estados Unidos e instalar un gobierno títere”.
“Además, tenían previstos ataques a las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), del Centro de Procesados Militares de Ramo Verde, contra la infraestructura de comunicaciones; así como la toma del Aeropuerto Internacional de Maiquetía”, dijo.
La Operación Gedeón, también denominada incursión marítima de Macuto de 2020 o Macutazo, fue un intento de un grupo de militares disidentes venezolanos que se encontraban en el exilio desde enero de 2019 y de tres integrantes de una fuerza de seguridad privada con sede en Estados Unidos para infiltrarse en Venezuela, en el estado costero de La Guaira desde Colombia, el primer grupo compuesto por seis personas en una lancha rápida llegaba en la madrugada del 3 de mayo de 2020 a las costas de Macuto, estado La Guaira, Venezuela; no obstante, esta operación también tuvo su segundo intento de entrar una lancha con ocho personas a las tierras del país a través de la parroquia Chuao, municipio Santiago Mariño del estado Aragua. Casi todos ex-militares venezolanos que se encontraban exiliados en Colombia.
Los dos grupos planearon entrenar a venezolanos para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. La primera ola de ataque se saldó con seis venezolanos disidentes muertos, y varios más capturados por pescadores de la zona, fuerzas de policía local y luego entregados en custodia a fuerzas gubernamentales; la segunda ola fue interceptada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).