Bajo el título de ¿Podría el corte de energía de Venezuela realmente ser un ataque cibernético?, la revista Forbes analiza la posibilidad de que esto haya sucedido efectivamente.
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En un artículo firmado por Kalev Leetaru, especialista en tecnología y big data, la revista analiza el caso venezolano a la luz de los avances tecnológicos aplicados a la guerra. Forbes es una prestigiosa revista estadounidense dedicada al mundo de los negocios y las finanzas.
Tras reseñar el apagón, señala que “la idea de que un estado nación extranjero que manipule la red eléctrica de un adversario para forzar una transición gubernamental es muy real”.
En el caso de Venezuela, “la idea de que un gobierno como los Estados Unidos interfiera de forma remota en su red eléctrica es bastante realista.”
Los apagones generalizados de energía y conectividad, como el que Venezuela experimentó la semana pasada, forman parte moderno libro de estrategias cibernéticas”
“Los apagones generalizados de energía y conectividad, como el que Venezuela experimentó la semana pasada, forman parte moderno libro de estrategias cibernéticas”, subraya. Y agrega que el hecho de poder cortar en las horas punta, “asegurando un impacto máximo en la sociedad civil” y generando imágenes posapocalípticas, “encaja perfectamente en el molde de una operación” de este tipo.
Señala que que “los gobiernos recurrirían cada vez más a la guerra cibernética”, Ya sea “por su cuenta o como parte de una guerra híbrida para debilitar a un adversario antes de la invasión convencional o para efectuar una transición forzosa y negativamente en un gobierno extranjero”.
“Interrumpir el suministro de energía y agua, interrumpir los patrones de tráfico, frenar o interferir con el acceso a Internet, hacer que los hogares inteligentes se desordenen e incluso desencadenar remotamente los derrumbes en las centrales nucleares, fueron temas cada vez más discutidos en la comunidad de seguridad nacional en ese momento como legítimos y legales. Tácticas para socavar un estado extranjero”, resume seguidamente.
“Dichas interrupciones pueden hacer que una población se vuelva rápidamente en contra de su gobierno y, al mismo tiempo, hace que sea casi imposible probar definitivamente la intervención extranjera”, sentencia.
Independientemente de lo que realmente sucedió la semana pasada en Venezuela, es probable que los ataques de infraestructura cibernética continúen creciendo como un arma de la guerra moderna”
Precisa más adelante que “dada la preocupación del gobierno de EEUU por el gobierno de Venezuela, es probable que ya tengan una presencia profunda dentro de la red nacional de infraestructura del país, lo que hace que sea relativamente sencillo interferir con las operaciones de la red”. Y agrega: “la obsoleta infraestructura de internet y energía del país presenta pocos desafíos formidables para tales operaciones y hace que sea relativamente fácil eliminar cualquier rastro de intervención extranjera”.
“Independientemente de lo que realmente sucedió la semana pasada en Venezuela, es probable que los ataques de infraestructura cibernética continúen creciendo como un arma de la guerra moderna”, concluye Forbes.