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Mundo Bolsonaro | condena |

Posición firme

El STF se inclina por una condena en régimen cerrado para Bolsonaro

La posibilidad de que Bolsonaro cumpla una eventual condena bajo arresto domiciliario pierde fuerza en el Supremo Tribunal Federal (STF), que se inclina por aplicar el régimen cerrado en caso de una sentencia condenatoria.

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Según informó Folha de S.Paulo, los ministros del STF consideran que, si el expresidente Jair Bolsonaro es declarado culpable por su implicación en el intento de golpe de Estado de enero de 2023, deberá iniciar el cumplimiento de la pena directamente en una cárcel común.

Hasta hace poco, algunos magistrados contemplaban la prisión domiciliaria como una forma de mitigar el impacto institucional del encarcelamiento de un exjefe de Estado. Sin embargo, esta postura se ha debilitado notablemente en los últimos días, especialmente a raíz de la presión internacional ejercida por el expresidente estadounidense Donald Trump, quien recibió el respaldo de Eduardo Bolsonaro —diputado e hijo del exmandatario brasileño— en sus recientes declaraciones.

La participación activa de figuras extranjeras vinculadas a la extrema derecha fue interpretada por el STF como una posible injerencia externa, lo que elevó la tensión institucional y descartó definitivamente la posibilidad de que Bolsonaro reciba un trato más benigno.

Este lunes, el juez Alexandre de Moraes ordenó el arresto domiciliario de Bolsonaro como medida provisional, luego de que participara por vía telefónica en manifestaciones que pedían su restitución en el poder. Sin embargo, en caso de ser condenado, se prevé su traslado inmediato a una prisión de régimen cerrado.

Las penas que podría recibir Bolsonaro

Bolsonaro enfrenta cargos por cinco delitos relacionados con el intento de subvertir el orden constitucional, con penas que podrían oscilar entre 12 años y 6 meses hasta 43 años de prisión. La legislación brasileña establece que las condenas superiores a 8 años deben cumplirse en régimen cerrado. El semiabierto solo es aplicable a penas menores a 8 años, y el régimen abierto a penas de hasta 4 años.

Aunque el Código Penal contempla excepciones para conceder arresto domiciliario —como edad avanzada o enfermedades graves—, Bolsonaro, de 70 años, no cumple actualmente con los requisitos médicos para acceder a ese beneficio. Si bien presenta secuelas del atentado sufrido en 2018, mantiene una vida activa y sin afecciones que ameriten medidas especiales.

Esto lo diferencia de otros expresidentes, como Fernando Collor, quien recibió prisión domiciliaria debido a diagnósticos de Parkinson y trastorno bipolar. En el caso de Bolsonaro, cualquier eventual beneficio debería ser autorizado de forma discrecional por los ministros del STF.

El STF y la tolerancia cero

Abogados de otros acusados en la causa por el intento de golpe también anticipan que la Corte adoptará un criterio estricto, con condenas severas y escasas concesiones. En el ámbito judicial predomina un clima de “tolerancia cero” frente a los ataques a la democracia, especialmente ante el respaldo explícito de líderes de extrema derecha, tanto locales como internacionales.

Se espera que el proceso avance en los próximos meses, y que el STF marque una posición firme sobre la responsabilidad de Bolsonaro y otros implicados. La eventual sentencia también tendrá una proyección internacional, en tanto reafirmará el compromiso de Brasil con la defensa de sus instituciones y su soberanía frente a presiones externas.

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