Era una jornada de invierno pero calurosa, a mediodía el sol brillaba con intensidad. Aproximadamente a las 15:30 horas una llamada al 911 alertó sobre la ocurrencia de un incendio que se veía desde lejos. Efectivos de Bomberos de Garzón concurrieron, no sin dificultades para precisar el lugar. Las llamas habían consumido el interior de la construcción. Pero luego de apagar el fuego, encontraron en el piso, frente a la estufa de leña, los restos calcinados de dos personas. Inmediatamente dieron aviso a la Policía y a Fiscalía.
Frente a la casa estaba estacionada la camioneta de la pareja, que no había sido alcanzada por las llamas, y por los documentos encontrados en su interior lograron identificarlos.
Nieto y Cabrera eran dos personas muy apreciadas en Maldonado, además de dos prestigiosos abogados que se desempeñaban en el fuero civil y de familia; nunca ejercieron en el ámbito penal.
Fue un doble homicidio
La primera versión, difundida por Bomberos y la Jefatura de Policía de Maldonado, decía que se había tratado de un trágico accidente porque uno de los dos fallecidos usó un acelerante para encender el fuego en la estufa de leña y, por razones desconocidas, las llamas los alcanzaron con resultado fatal.
Fuentes policiales aseguraban que el matrimonio había sido ultimado por alguien que estaba en la casa cuando ellos llegaron y luego los incineró para borrar huellas. Sin embargo, las fotografías tomadas por amigos de la familia muestran que había una alfombra y varias prendas colgadas ventilándose en el exterior; o sea, si pudieron hacer eso, la teoría de un tercero dentro de la casa se caía.
Caras y Caretas fue entonces el único medio que informó sobre un posible doble crimen, basado en dos fuentes de la investigación policial. “Hay cosas que no cierran”. En principio, una persona cubierta por el fuego, a lo primero que atina es a correr o salir del lugar, más cuando era muy fácil llegar al exterior de la casa. Pero, por la forma en que se los encontró, daba la impresión de una muerte súbita. Luego, el sábado a mediodía brillaba el sol y hacía calor, no se justificaba el encendido de la estufa, y más si tenían previsto regresar a Maldonado esa misma tarde. Y finalmente, tal vez lo más importante, no había rastros de leña dentro de la estufa.
En principio sospecharon de un pirómano que había incendiado varias propiedades en zonas cercanas y esa misma tarde salieron a buscarlo sin éxito. Por el estado en que se encontraron los cuerpos fue imposible determinar si habían sido agredidos antes de morir.
Para calcinar un cuerpo se necesita que el fuego llegue a unos 1.000 grados de temperatura. Entonces no se entendía cómo, con ese calor dentro de un pequeño lugar, el techo de chapa permaneció entero, aunque sí encontraron vidrios y tornillos derretidos. Tampoco había sido una explosión, porque la casa estaba quemada pero en pie e incluso se encontraron sin daños algunas artesanías colocadas en el friso de la estufa.
Una pericia privada fue realizada por Néstor Figueroa, oficial (r) de la Dirección Nacional de Bomberos y experto investigador, quien concluyó que la muerte de los abogados Mercedes Nieto y Mario Cabrera, ocurrida en un incendio de su casa en la sierra de Garzón, no fue accidental y establece la presencia de “una o más personas” en el hecho. Figueroa fue contratado por familiares y amigos de los abogados fallecidos, porque el primer informe realizado por un efectivo de Bomberos de Garzón dejaba muchas dudas.
El informe fue entregado a la fiscal Ana Rosés, entonces a cargo de la causa, que siempre la calificó como “dudosa”, por lo que decidió derivar el expediente a la Fiscalía de Homicidios de San Carlos. La investigación del perito establece la presencia de, por lo menos, una tercera persona que sería la responsable de originar el fuego. Por la posición de los cuerpos, descartó el uso de nafta u otro acelerante, “ya que ninguno estaba en posición defensiva, lo primero que hace una persona que se está quemando”. Pero no descartó el uso de gasoil para quemarlos después de muertos.
La investigación desmiente que el fuego se hubiera iniciado en la estufa de leña, como lo señalaba el primer informe de Bomberos. Una junta médica solicitada por la fiscal Rosés no logró precisar qué fue lo que provocó la muerte de la pareja.
La desidia de los jerarcas policiales de Maldonado
Familiares, amigos y colegas de las víctimas han sido muy proactivos en la investigación. Por lo pronto, corroboraron que el primer informe de Bomberos no fue realizado por un oficial, como establece la norma, sino por un efectivo del destacamento de Garzón que, luego se probó, nunca había estado en el lugar del incendio.
En los primeros días de julio del año pasado, la abogada Ana Rodríguez, prima de Mercedes Nieto, entregó en la Jefatura de Policía las computadoras que los fallecidos tenían en su estudio, previo respaldo de los discos duros, con la esperanza de que de allí surgiera alguna pista que permitiera aclarar el crimen. Pero a principios de enero de este año, desde la Dirección de Investigaciones se comunicaron con la abogada referida para “pedirle que entregara las computadoras y las agendas”. No sabían que esos elementos estaban en su poder desde seis meses antes.
La desidia en la investigación es de exclusiva responsabilidad del entonces jefe de Policía de Maldonado, Erode Ruíz.
Por razones que desconocemos, el jerarca se afilió a la teoría del accidente y no hizo nada para que la investigación continuara. Las mismas dos fuentes policiales que el día del incendio explicaron a Caras y Caretas que “para ellos se trataba de un doble homicidio”, dijeron después, ante reiteradas consultas, que “los mandos no querían seguir”.
Este cronista intentó consultar al actual jefe de Policía, Víctor Trezza, sin éxito porque el jerarca estaba ocupado con la visita del ministro del Interior, Carlos Negro. Por su parte, el fiscal Sebastián Robles, a cargo ahora de la investigación, ordenó otra serie de pericias.
Los cuerpos de Nieto y Rodríguez permanecieron dos meses en la morgue judicial y recién a fines de agosto del 2024 fueron entregados a la familia para ser sepultados.
Un crimen cometido con saña y alevosía
El doble crimen fue cometido con una saña que no registra muchos antecedentes en Maldonado, un departamento que fue escenario de varios crímenes espeluznantes a lo largo de la historia. No se sabe cuántas personas participaron del asesinato o si fue una sola. Tampoco por dónde y cómo llegó a la casa. ¿Los siguieron? O tenían información previa y los esperaron escondidos. La inexistencia de cámaras en los caminos de acceso impide saber estos datos.
¿Fue un sicario contratado?, ¿por qué? ¿Participó algún funcionario policial o militar? Todas preguntas que se formulan los allegados a las víctimas.
Como no ejercían en el fuero penal, no tenían contactos con el mundo del crimen en Maldonado.
¿Alguien perdió mucha plata en alguna causa que los abogados defendían? Caras y Caretas obtuvo información sobre un caso de una herencia en el que una de las partes perdió aproximadamente dos millones de dólares, lo que obviamente no lo convierte en culpable, pero debería ser una de las puntas de la investigación.
Periódicamente familiares, amigos y colegas se concentran en el Centro de Justicia de Maldonado para reclamar que el crimen no quede impune.