La discusión incluye qué hacer con la instalación del horno 3 en la planta de portland de Paysandú, que podría reducir los costos de producción. Uruguay muestra un rezago en la región y el mundo, en el consumo per cápita de portland, indicador que se utiliza para medir el grado de desarrollo del país.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
En Uruguay se comercializan unas 900 mil toneladas de cemento portland por año a un precio promedio de 150 dólares por tonelada. El costo de producción está directamente vinculado a las inversiones: la instalación del horno 3 en la planta de portland de Ancap en Paysandú provocaría reducir los costos en más de 50 dólares por tonelada. Se trata de una industria que cuenta con la materia prima del cemento propiedad de Ancap. Precisamente, las reservas de piedra caliza están valuadas en más de 10.000 millones de dólares.


El martes pasado, el ministro de Economía, Gabriel Oddone, dijo que con respecto a la industria cementera no hay una decisión tomada y relató que las autoridades de Ancap ya le dieron información detallada sobre la industria cementera. El secretario general de la Federación Ancap, Manuel Colina, dijo a Caras y Caretas que las inversiones deben hacerse a corto y largo plazo, con visión estratégica, como sucede con otras industrias cementeras en el resto del mundo. Colina ejemplificó que “por falta de personal, en la planta de portland de Ancap en Minas existen molinos que intervienen en la producción del cemento que arrojan ganancias de 27 mil dólares diarios. Sin embargo, no pueden operar todos los días por la falta de mano de obra”, dijo a Caras y Caretas. Agregó que “en el último gobierno fundamentalmente se asfixió a la industria, no hubo mantenimiento ni inversiones, y así es muy difícil competir”.
La adquisición en 2014 del horno 3 es un capital que tiene Ancap, “pero para que funcione necesita que se lo instale, inversión que asciende a unos 100 millones de dólares”, señaló Colina. La disminución en los costos de producción —explicó Colina a Caras y Caretas— significaría que la industria fuera competitiva en el mercado local y en la región. “Los trabajadores y el Estado tenemos una responsabilidad para con la gente, pero el punto es que, desde el año 2020, durante el gobierno de la Coalición encabezada por Luis Lacalle Pou, hubo abandono absoluto de la industria cementera, con un proyecto privatizador mediante que fracasó en el gobierno pasado”, recordó Colina. El dirigente dijo a Caras y Caretas que “si el balance de Ancap hubiera arrojado 100 millones de dólares de ganancia, en cuanto al portland, hubiera dado la misma pérdida de 24 millones de dólares al año porque durante los 5 años de gobierno de la coalición no se invirtió ni se incorporó personal y se multiplicaron por 12 las pérdidas”.
Colina recordó que entre 2016 y 2019 las pérdidas bajaron de 20 millones de dólares anuales a 2 millones. Esta reestructura también generaba reparos en los trabajadores por distintos aspectos, pero es cierto que hubo “un proceso para reducir las pérdidas y para que la industria de cemento dejara de ser deficitaria. Ese plan de reestructura fue interrumpido por la anterior Administración, porque sólo tenían el plan de vender o privatizar la industria del portland”. Además de la falta de inversión, la industria cementera perdió terreno en el mercado local. Uno de los principales competidores es Cielo Azul, que comenzó a operar en 2021 con tecnología actualizada y costos de producción más competitivos que los de Ancap. En este sentido, Colina agregó que “la falta de tecnología para la instalación del horno 3 en Paysandú llega a extremos tales como que la planta funcione unos 20 días al año”.
En la región, los países integrantes del Mercosur producen volúmenes importantes proyectados para cubrir proyectos de infraestructura. Los países de la región consumen unas 70 millones de toneladas. En tanto, acerca de los planes de la presente Administración para la industria cementera estatal, el secretario general de la Federación Ancap dijo que los encuentros con la ministra de Industria, Fernanda Cardona, han sido positivos pensando en las inversiones que puedan hacerse desde el Estado para reactivar la industria. Colina añadió que “tendremos un ámbito para trabajar en conjunto con los ministerios de Industria y Economía”, dijo el dirigente, quien sostuvo que no puede existir ningún proyecto sin considerar la palabra de los trabajadores.
Un socio para el negocio
En los casi tres años en los que la industria cementera de Ancap disminuyó sus pérdidas (2016-2019), comenzó un plan de reestructura que consistió en llevar adelante algunas inversiones al tiempo que “se preparó la planta para que empezara a funcionar”, indicó el dirigente de la Federación Ancap, Manuel Colina. Por su lado, la presidenta de Ancap, Cecilia San Román, declaró recientemente que es importante “la permanencia del ente en el mercado del cemento” y admitió que “las plantas de cemento, tanto en Paysandú como en Minas, requieren inversión porque se constató su abandono”. El secretario general de la Federación Ancap añadió que “en Ancap en estos últimos 5 años perdimos aproximadamente 500 puestos de trabajo y en la industria cementera estamos por debajo del 40 % de la gente que se necesita”. Colina sostuvo que, además de la falta de inversión, existe un conjunto muy importante de empresas a las que Ancap les paga comisiones por tercerizar contratación de personal. “Nosotros no estamos en contra de los trabajadores tercerizados pero rechazamos que el ente pague 4 millones de dólares al año por concepto de comisiones”.
Sobre cuál será la reacción del sindicato en caso de que las autoridades de Ancap decidan la participación de un socio privado para la industria cementera, Colina respondió que “si existe la posibilidad de que un socio de Ancap venda el producto al exterior, no existiría mayor cuestionamiento, siempre y cuando Ancap conserve la materia prima y la producción en la órbita estatal, porque se trata de recursos del pueblo uruguayo. Nosotros estuvimos en contra de la privatización planteada por la anterior Administración porque implicaba la venta por 100 años de los recursos del Estado”. Se debe evaluar, en caso del horno 3, el pasaje a vía seca que reduce dos tercios el costo de producción considerando que potencialmente se pueden producir 10 mil millones de dólares.
La Coordinadora de Sindicatos de Ancap elaboró un estudio sobre el desarrollo de la industria cementera estatal que concluye que Uruguay muestra un claro rezago en la región y el mundo en el consumo per cápita de portland, indicador que se utiliza para medir el grado de desarrollo del país.