El diario estadounidense New York Times publicó este 14 de mayo el artículo titulado “Uruguay tiene la cifra de muertos per cápita más alta del mundo”.
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El rotativo comienza haciendo referencia a que durante la mayor parte del año pasado, Uruguay fue presentado como un ejemplo para evitar que el coronavirus se propagara ampliamente mientras los países vecinos lidiaban con el aumento del número de muertos.
“La buena fortuna de Uruguay se ha agotado”, afirman. En la última semana, la tasa de mortalidad por Covid-19 per cápita de la pequeña nación sudamericana fue la más alta del mundo, según datos compilados por The New York Times.
Hasta el miércoles, al menos 3.252 personas habían muerto por Covid-19, según el Ministerio de Salud de Uruguay, y la cifra diaria de muertos ha sido de alrededor de 50 durante la semana pasada.
Plantean que las tasas de contagio en Uruguay comenzaron a aumentar en noviembre y se dispararon en los últimos meses, aparentemente impulsadas por una variante altamente contagiosa identificada por primera vez en Brasil el año pasado.
En el artículo aparecen declaraciones del subsecretario de Salud, José Luis Satdjian, quien explica que “en Uruguay, es como si tuviéramos dos pandemias, una hasta noviembre de 2020, cuando las cosas estaban en gran parte bajo control, y la otra a partir de noviembre, con la llegada de la primera ola al país”.
Satdjian agregó además que “tenemos un nuevo jugador en el sistema y es la variante brasileña, que ha penetrado en nuestro país de manera tan agresiva”.
The New York Times, consigna también que el 1 de marzo, había 76 pacientes de Covid-19 en unidades de cuidados intensivos. “Esta semana, más de 530, según el Dr. Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva que dirige el departamento de cuidados intensivos del Hospital Pasteur de Montevideo, la capital”.
“Todavía es demasiado pronto para llegar a la conclusión de que ya hemos comenzado a mejorar, estamos en una meseta alta de casos”, dijo el Dr. Pontet.
Finalmente plantean que “a pesar del elevado número de casos que sigue, hay optimismo de que el país pronto podrá controlar la situación porque es uno de los pocos en la región que ha podido avanzar rápidamente en su campaña de vacunación. Aproximadamente una cuarta parte de la población está completamente inmunizada”.