Venezuela le vende energía eléctrica a Brasil. El cual le adeuda 40 millones de dólares por tal concepto. 40 millones de dólares, en este momento, significan mucho para el pueblo venezolano. Sin embargo, el régimen de Michel Temer ha respondido que no puede pagar porque Estados Unidos lo bloquearía.
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El plan para derrocar al gobierno legítimo de Venezuela está en su apogeo. El plan comienza por asfixiar económica y financieramente al país sudamericano. Haciendo padecer penurias a la población para que se rebele y acepte una invasión. La propuesta de crear un “canal humanitario” sin dejar participar al gobierno permitiría al ejército enemigo entrar a territorio venezolano. Permitiría captar, cooptar y armar disidentes. A ver si se entiende. Estados Unidos crea las condiciones críticas para luego aparecer como el ángel salvador y meterse como el caballo en Troya. Recordemos cuando destruyeron Bagdad. Y la empresa que ganó la licitación para reconstruirla resultó ser propiedad del vicepresidente de George Bush.
¿Invasión?
Algunas personas creen que una invasión a Venezuela es un delirio. Olvidan fácilmente la invasión a Panamá hace pocos años. Pero este punto está fuera de discusión. Porque distintos representantes del gobierno norteamericano lo han confesado una y otra vez.
El documento “Operación Venezuela Freedom-2”, del Comando Sur, plantea 12 estrategias y tácticas. Su objetivo es crear las condiciones que permitan a la OEA ejecutar la “Carta Democrática”. Y, con ella, la invasión norteamericana. Quien crea que lo que está sucediendo en Venezuela no fue orquestado en el Norte, que lea lo que se confiesa al Senado en el mencionado documento firmado por el almirante Kurt Tidd. “Con los factores políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común. Incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada bajo un enfoque de cerco y asfixia. También hemos acordado con los socios más cercanos de la MUD utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza. Convocar eventos y movilizaciones. Interpelar a gobernantes, negar créditos, derogar leyes”. A confesión de parte, relevo de pruebas.
El plan Venezuela
El plan incluye considerar manifestantes pacíficos a todos los que enfrenten a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela. Aun cuando lo hagan con bombas molotov. El plan implica el silencio de la OEA frente al ataque terrorista con drones contra el presidente venezolano. O ante la costumbre opositora de quemar vivos a los chavistas. El terrorista que desde un helicóptero arrojó granadas, el 27 de junio de 2017, contra el techo del Tribunal Supremo de Justicia, tampoco suscitó repudio alguno por parte de esta organización. La misma ha alcanzado con Almagro su nivel más patético de servilismo pronorteamericano.
El plan incluye considerar presos políticos a quienes han provocado decenas de muertes. Caso del psicópata Leopoldo López y el corrupto Henrique Capriles. El plan incluía asesinar a López en el penal (ahora cumple prisión domiciliaria) para achacarle el muerto a Maduro. Así como en Argentina se intenta hacer creer que Cristina ordenó matar al suicida y también corrupto fiscal Nisman.
El plan incluye que los medios de comunicación (formadores de opinión) hablen una y otra vez (y está bien que se haga) de la emigración venezolana, pero no comenten que más de 8.000 venezolanos han retornado a su país gracias al Plan Vuelta a la Patria. Es el mismo silencio que guardaron cuando se hicieron atentados contra colectivos, escuelas y un hospital de niños o el incendio de un depósito de alimentos en Anzoátegui.
Se elevan las voces de la invasión
Las voces reclamando una invasión se elevan impunemente.
“En la triste situación a la que ha llegado Venezuela es poco menos que imposible que recupere la democracia de manera pacífica, a través de unas elecciones limpias”, señaló Mario Vargas Llosa.
En setiembre de 2018, Samuel Monacada, embajador de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos, denunció:
“Hace una semana, la secretaria de prensa de EEUU, Sarah Huckabee Sanders, volvió a amenazar a Venezuela con el uso de la fuerza, y el senador Marco Rubio, el jefe político de la relación hacia América Latina, quien insulta como un virrey a los países que se oponen a sus dictados, afirmó que ya llegó la hora del uso de la fuerza militar contra Venezuela, que el asesor de Seguridad Nacional John Bolton estaba de acuerdo, y que el presidente Trump iba a actuar sin avisar”, destacó.
A ellos se suma el representante estadounidense en la OEA, Carlos Trujillo. Este arenga con una intervención militar, económica y financiera. Trujillo fue grabado mientras confesaba parte del plan. Usar como pretexto un incidente entre las FARC, el ELN y el ejército de Colombia para iniciar la agresión. Colombia, como siempre, oficiaría de cómplice necesario. Como cuando los paramilitares uribistas intentaron asesinar a Hugo Chávez. Trujillo llegó a amenazar al presidente venezolano violando todos los protocolos que impone el mundo diplomático. “Si muestra la cara en los Estados Unidos, podría pasarla muy mal”. Una frase semejante ameritaría la expulsión inmediata de este representante en la OEA. Si no fuera porque este organismo tiene como secretario general al más servil de los súbitos imperiales.
Ni las fosas comunes halladas en Colombia y México, ni las reiteradas violaciones de derechos humanos de los inmigrantes por parte de Estados Unidos ni la separación de niños de sus padres revisten interés para Almagro como para ser tema a tratar en la Asamblea. Nada que incomode a los dueños del mundo será impulsado por él. Sin embargo, quien crea que todo pasa por derrocar a Maduro, se equivoca feo. El objetivo es destruir un modelo que afectó los intereses de las familias más poderosas de Venezuela para beneficiar a las más humildes.
En Ecuador todo les salió a la perfección. No tuvieron que invadir. Solo ayudar a un traidor a llegar al poder para desde allí destruir a Rafael Correa. A poco de asumir la presidencia, Lenin Moreno ya firmó un acuerdo de “cooperación recíproca” con Estados Unidos. Y en breve regresarán las bases militares a Ecuador.
La situación latinoamericana
Aun así, el arte que más domina la potencia del águila es el de crear guerras. Trujillo está presionando a Colombia, Chile, Perú y Brasil para que inicien las hostilidades contra Venezuela. No la ha hecho en secreto, sino a toda voz, con absoluta impunidad.
Las bases militares de Estados Unidos en Colombia (Larandia, Tres Esquinas, Arauca, Puerto Leguízamo, Leticia y Florencia) más las de Reina Sofía en Aruba y Hato Rey en Curazao, dirigidas desde la base de Palmerola en Honduras, solo esperan la excusa política necesaria para cerrarse como una tenaza sobre la patria chavista.
En el colmo de la desvergüenza, hasta Mauricio Macri, cuyos hechos de corrupción y medidas ultraconservadoras han sumido en el caos a la Argentina, ha despotricado contra Venezuela. Siendo premiado pocos días después con un préstamo del FMI. En el colmo del cinismo, Estados Unidos y sus cómplices provocan una crisis en un país. Y luego critican a su gobierno por estar en crisis.
Todo está listo. Todo se desenvuelve de acuerdo al plan.
A Venezuela solo le queda prepararse y abrir las puertas a sus aliados. Así que nadie se asombre si aviones chinos comienzan a llegar a la patria de Chávez.
La historia le absolverá.