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Salida de ministros (Minrexit)

Hay que ver, con los ministros que queden y los que se vayan, para saber si entramos o pegamos un portazo a la historia.

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El ministro Salinas, uno de los que gozan de mayor aprobación de su gestión, se va por decisión propia. Uruguay anunció su candidatura para la Organización Panamericana de Salud, pero nunca se hizo campaña diplomática para su elección. ¿Se van los peores, los menos malos o los mejores?

A juzgar por las encuestas, los peores son Heber, Bustillo y Delgado. Las acciones de Heber bajaron aún más a partir de su idea de contratar exconvictos para contactar delincuentes, porque “hablan un mismo idioma”. O sea, tratar de convencerlos “en su lengua” para que no delincan. No ha conseguido muchos, mientras tanto, le robaron su casa (una de sus casas) en Oceanía, Cabo Polonio.

La permanencia de Delgado parece depender de otras movidas. No tiene gestión, por lo tanto la misma no se puede medir. Pero es aspirante a la sucesión de Lacalle (h) y es en función de esos apoyos que algunos quieren que se quede y otros que se vaya ya.

Bustillo depende del presidente. Su gestión es la peor. La oposición pide que lo echen. Inició el tema Bordaberry del Partido Colorado. Dentro del Partido Nacional me atrevería a asegurar que nadie da dos cobres para que se quede, cuando no militan para que se vaya.

Sacarlo ahora, enseguida de la la “IV Cumbre de Jefes de Estado de América Latina y el Caribe”, sería un bochorno para el país. Si lo sacan, será junto con la salida de los otros. ¿Y si logra cambiar la política del fracaso? Se abre una oportunidad. Pero creo… (ojalá me equivoque, que no lo va a entender). El año 23 será recordado por muchos años como el de la gran nueva oportunidad para América Latina. Se alinearon los astros. No somos adivinadores del futuro. Ojalá la historia no lo recuerde como un año de oportunidades perdidas. Creo que no.

Este enero viene siendo realmente impresionante. Las declaraciones de Petro en Davos, el viaje de Lula a Argentina, (reunión de la Cumbre de Celac incluida) y su pasada por Uruguay. Y siempre hay más, como la audacia de Boric, etc.

En Davos, Petro se preguntó por qué las normas sobre medio ambiente no son vinculantes para los países parte de los tratados internacionales. El FMI, el Banco Mundial surgen de Bretton Woods (tras la 2a Guerra). Si firmo con el FMI me obligo. Pero si incumplo un acuerdo sobre medio ambiente no pasa nada (Bolsonaro aumentó la deforestación de la Amazonía en un 118%).

La gira de Lula no es un hecho menor. Tras superar los problemas de subversión interna, incluyendo la destitución del comandante en Jefe del Ejército, hace su primera salida al exterior. Invitado varias veces telefónicamente por el presidente Biden y otros 42 líderes mundiales su primer viaje es una movida de ajedrez que calificaría de “Obra Maestra”.

Visita a su vecino, con el que Brasil no siempre apostó a la buena relación. Brasil, México y Argentina (en ese orden, tienen los tres PIB más altos de America Latina. Y a esa visita bilateral tan estratégica, le sigue una instancia multilateral: la Cumbre de la Celac, organismo que México ha mencionado como posible sustituto dela OEA.

Las tres cumbres previas de Celac no han congregado ni cerca a los jefes de Estado y de gobierno que vendrán a Buenos Aires. Y lo más importante: ninguna generó las expectativas internacionales de esta. Los anuncios de Lula respecto de la misma son profundamente removedores, para que nadie se asuste si decimos revolucionarios.

Dice que incorporará al Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) -India pasará este año a ser el país más poblado del mundo superando a China- como al G 20, en este proceso junto al Mercosur en el relanzamiento de Brasil de la mano de la región. ¿Nosotros vamos a mirar desde el balcón este proceso? Además, al anunciar su pase por Uruguay dice que las diferencias ideológicas no importan, hay que integrar países, no partidos.

Lacalle, gran desconocedor de estos temas, y sin canciller, se preocupa más por el marketing. “Uruguay precisa la flexibilización para negociar con China”, insistió. ¿Esta va a preferir hablar con Uruguay que con ese paquete en el que Brasil es un socio clave? ¿Entonces por qué desde que asumió Bustillo anuncia la firma de un Tratado hace ya tres años sin que siquiera comiencen las negociaciones? ¡Por favor! El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Hadad (círculo más íntimo de Lula) dijo que el TLC entre China y Uruguay rompería el Mercosur. Igual Lula abrirá la puerta a Uruguay. Hay que ver, con los ministros que queden y los que se vayan, para saber si entramos o pegamos un portazo a la historia.

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