El Gobierno va a ser recordado por la venta de pasaporte, el equipo del piso cuatro de la Torre Ejecutiva, la celeridad pública en el marco de la estructura del Estado para encubrir a un senador imputado por abuso sexual contra menores de edad, la baja en las jubilaciones, la regresividad en el sistema jubilatorio, el atraso cambiario mayor en tres décadas y el aumento de la infantilización de la pobreza.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
La madre de todas las políticas de un gobierno no es otra que la política económica. Y es necesario que tomemos esto como el principio porque la asignación de recursos presupuestales y las herramientas que se construyen a partir de los mismos son las que defiende el Gobierno. Llegando a fin de año y a modo de balance nos parece fundamental poner sobre la mesa el discurso que venimos escuchando a nivel de los indicadores económicos y las medidas del Gobierno, no como artículo de cierre de año, sino como una puesta a punto de cara a un año de campaña electoral.
No le llama a la gente la atención lo poco que viene saliendo públicamente la ministra de Economía y Finanzas, que en los últimos días estuvo en uno de los principales medios de prensa con perfil oficialista, El País, ante una entrevista liviana y complaciente, donde no hizo referencia casi a ninguna cifra e indicador, manteniéndose en lo que ha caracterizado al Gobierno de hacer afirmaciones que el análisis solo de los datos oficiales desmienten. Y a la vez, abstenerse a hacer comentarios cuando reconocidos profesionales de las ciencias económicas emiten opinión sobre medidas que toma el Gobierno.
Decir que es prematuro hablar es no querer decir nada. Argentina es hoy una bomba de tiempo y para Uruguay viene siendo una dificultad de las más importantes a afrontar por la cercanía y el peso que tiene la región para muchas de las realidades económicas de nuestro país. El Gobierno entero y el equipo económico en general deberían estar atentos a las medidas que se toman desde el vecino país y adelantarse a las consecuencias sobre las mismas. Ya desde hace tiempo la situación de la economía argentina, y en particular la diferencia cambiaria, vienen haciendo destrozos en la frontera, en el empleo y empresas en los departamentos fronterizos, en las exportaciones de bienes y servicios y muy particularmente en el turismo. No es prematuro analizar qué ha pasado en Argentina, más bien siempre se está de atrás por decisión o por falta de estrategia. Las políticas económicas son las que se toman o las que se dejan de tomar. Pero no podemos dejar de considerar que Uruguay es un país pequeño, muy expuesto a la realidad externa y con debilidades importantes en el plano de la inserción internacional que se han agravado con la política de este Gobierno en particular respecto a un vecino de tanta influencia como es Argentina. No se soluciona cada vez que falta una agenda externa de peso con anunciar un TLC con China que no solo no llega, sino que no viene cambiando significativamente nuestro vínculo con el gigante asiático. Alcanza con revisar el comportamiento de las exportaciones en el último año, porque de anuncios de lo que va a venir no vive la gente ni las empresas.
La importancia del déficit fiscal para revisar la gestión de este Gobierno es fundamental en al menos dos niveles. Por un lado, la relevancia que tiene el mismo a nivel macroeconómico, no sólo ahora sino para adelante. El manejo correcto de las cuentas públicas es fundamental. Pero, además, fue el gran caballo de batalla de este Gobierno y en todo momento, tanto a modo de campana como cuando se asume, se puso en el centro el manejo de las cuentas públicas como justificación para ajustes que se concretaron en sectores clave para la sociedad y que han concretado dificultades en muchas áreas críticas como la educación, la salud y la vivienda. Pero en los hechos estamos con igual déficit que en el 2019 y con un incremento de la deuda. El ajuste fue el ajuste de los salarios, de la educación, del Poder Judicial, de las políticas sociales y ahora, con un compromiso que está dado por un crecimiento casi nulo y un mayor endeudamiento, lo hacemos en peores condiciones de distribución. Y está claro que, salvo por las afirmaciones oficiales, hay un consenso en todos los economistas, más allá de la posición que tengan, de que hay un grave problema fiscal a pesar de la existencia de una nueva institucionalidad fiscal que está dejando mucho que desear, si no ha logrado ser realmente transparente, que ayude a realizar el seguimiento y control del gasto y a repercutir en una mejora de la calidad de vida de los uruguayos a nivel colectivo.
Las proyecciones que se ajustan y que no llegan. Las proyecciones económicas son todo un tema y sin dudas se van ajustando y la mayoría de las veces tienen desvíos. En la actualidad, a pesar de la disponibilidad de información, la incertidumbre y dificultades son tales que la tecnología y el avance en modelos no han podido salvar. Al punto tal que se viene cuestionando la necesidad de repensar fenómenos y modos de abordaje de los mismos. Pero, en lo concreto, lo que no puede pasar es que se afirme sin ninguna clara explicación que vamos a crecer 3,7 % y que quede como un dato de la realidad. Estamos en un país donde el 1° de marzo se tomaron medidas de baja impositiva para un grupo y de bajo impacto y con un dato de crecimiento que en dos semanas tuvo un ajuste a la baja cuando en BCU publicó los resultados de Cuentas Nacionales del IV Trimestre 2022. Y, para colmo, se hizo una campaña de bienes públicos posterior.
Debe ser un desafío ser parte del equipo económico de un país. Y más allá de los acuerdos o desacuerdos, lo que no se puede dejar de esperar es que estén dejando la vida en el trabajo y que su principal compromiso sea con el país. Pero faltan muchos temas en el discurso y en las declaraciones: qué va a pasar con el atraso cambiario, qué vamos a hacer con la pobreza infantil, las reformas que nunca se hicieron, los pasos seguros pero lentos, el turismo en crisis… entre muchos otros.