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Streep, merecedora de tres premios Oscar y 19 nominaciones a la preciada estatuilla, sin mencionar el nombre del multimillonario neoyorquino, se refirió a la burla que el entonces candidato presidencial republicano hizo en noviembre pasado del reportero discapacitado del The New York Times, Serge Kovaleski. «No porque fuera buena (la actuación de Trump), sino porque fue efectiva», argumentó la actriz. «Rompió mi corazón cuando la vi y aún no me la puedo sacar de la cabeza porque no fue en una película; fue en la vida real», dijo. «Cuando el instinto de humillar es modelado por alguien en una plataforma pública se infiltra en la vida de todos porque concede el permiso a otros para hacer lo mismo», agregó. «El irrespeto invita al irrespeto. La violencia incita a la violencia, y cuando los poderosos usan su posición para intimidar a los demás, todos perdemos», indicó la actriz, en medio de un gesto de reprobación. Insistió en su discurso que los estadounidenses necesitan «una prensa con principios para que los poderosos respondan». Streep se hizo eco del discurso pronunciado poco antes por el también actor Hugh Laurie, que bromeó que no habría más Globos de Oro si Trump mantenía sus propuestas políticas. «Usted y todos nosotros en esta sala pertenecemos a los segmentos más vilipendiados de la sociedad en este momento. Piénselo: Hollywood, los extranjeros y la prensa «, dijo Streep. Después de mencionar a varios actores que nacieron fuera de Estados Unidos, Streep sentenció: «Hollywood está arrastrándose con los extranjeros y si los echamos a todos, no tendréis nada que ver sino el fútbol y el MMA (Artes Marciales Mixtas)’. El discurso de Meryl Streep terminó con una fuerte ovación que ofreció el público asistente de pie.