La investigación penal determinó que en los interrogatorios y tormentos participaron el S2 de la unidad, Capitán Rombys y el juez sumariante, Héctor da Rosa, “con la supervisión y a veces la participación directa de los oficiales externos capitán Antonio Mato (prófugo), mayor Washington Perdomo (fallecido), pertenecientes al SID, y el mayor Arquímedes Maciel por OCOA IV”.
El día que murió, Batalla fue torturado por Mato y Perdomo en el casino de la tropa y dejado de plantón en la plaza de armas, donde se desplomó. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue anemia aguda causada por ruptura traumática del hígado.
La sentencia
La magistrada aseveró que existe prueba para determinar la responsabilidad de los dos militares como coautores de un delito de homicidio muy especialmente agravado, a título de dolo eventual, reiterados delitos de abuso de autoridad contra los detenidos, lesiones graves y reiterados delitos de privación de libertad.
La sentencia recoge el testimonio de Maciel, que vinculó la violencia del interrogatorio con un plan para asesinar a Rombys: “Yo sé que el detonador psicoafectivo fue la declaración de Batalla de cómo lo iban a matar a Rombys. Eso desencadenó la tormenta y la misma no tuvo límites. Ese fue el comentario, ese fue el desencadenante para que la reacción fuera brutal [...] Hubo incremento del odio, la violencia, de la crueldad de la venganza; a medida que iba detallando las cosas que iba a hacer, iba alimentando la reacción de sus interrogadores”, declaró.