El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no ha cejado un ápice en su determinación de impulsar el ultraconservadurismo en la política doméstica del país.
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Tras la muerte de la jueza del tribunal Supremo, Ruth Bader Ginsburg, “uno de los íconos feministas de ese país” afirma Página 12, ha propuesto formalmente como su reemplazante en el Supremo a Amy Coney Barrett, una magistrada de 48 años, declarada antiabortista y religiosa.
«Es un honor para mí nominar a una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestra nación para el Tribunal Supremo”, ha dicho Trump, según reporta el medio argentino, “durante la presentación formal de su candidata”, una instancia en la que animó a “la mayoría republicana del Senado a confirmarla cuanto antes, a pesar de que los demócratas pidieron aplazar el proceso hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre”.
Trump, en su caracterización de la candidata Barrett, la definió como “una mujer con logros inigualables, un intelecto imponente, credenciales excelentes y una lealtad inquebrantable a la Constitución».
El mandatario exigió a la prensa “se abstenga” de efectuar “ataques personales” contra su candidata, una exigencia extendida a la mayoría demócrata para que brindaran “a la jueza las audiencias respetuosas y dignas que se merece».
Según Página 12, durante el discurso de la nueva candidata al Tribunal Supremo, esta afirmó: «Amo los Estados Unidos y amo la Constitución de Estados Unidos» y aseguró “que tendrá presente el legado de Ginsburg, a la que alabó por haber roto los «techos de cristal» impuestos sobre las mujeres y a la que elogió por haber «ganado la admiración de las mujeres de todo el país».
Coney Barrett, una católica practicante, se desempeña actualmente como jueza del Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito y siempre se ha alineado a los lineamientos de la administración republicana, algo que resulta claro, recuerda el medio de prensa, en sus fallos donde “se evidenció como defensora de las políticas antiaborto” y “contraria al programa sanitario denominado Obamacare”.
En su caracterización de la nueva candidata, respecto a su antecesora, Página 12 la califica como “todo lo contrario” a “la progresista Ruth Bader Ginsburg, fallecida el pasado 18 de septiembre y convertida en un icono de la lucha por la igualdad de género”.
Como recuerda el medio, si se produce la aprobación en el Senado de la propuesta de la nueva candidata, Donald Trump habría conseguido inclinar definitivamente la balanza en el Tribunal Supremo, compuesto hoy por tres jueces progresistas y cinco conservadores, a favor de los conservadores, que tienen mayoría en la corte desde 1972.
Desde su asunción en 2017, Trump ha logrado colocar a otros dos conservadores en el Tribunal Supremo: Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.
“El Tribunal Supremo está conformado por nueve jueces con puestos vitalicios y que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas. En concreto, juegan un papel crucial en temas como el aborto, los derechos de los migrantes, la privacidad, la pena de muerte y la tenencia de armas” recuerda el medio de prensa del vecino país.