Para vencer los retos que enfrentamos las mujeres “debemos acompañarnos, apoyarnos, respetarnos… nosotras mismas somos nuestro más urgente desafío”, reflexiona para Caras y Caretas Lourdes Rapalín, mujer emprendedora y política que a lo largo de su vida ha buscado defender la capacidad creadora y el liderazgo de las féminas.
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Nuestro lugar en la sociedad se ha venido transformando gracias a las luchas que protagonizamos, pero para nuestra entrevistada es imprescindible concientizar sobre la necesidad de no juzgarnos indiscriminadamente entre nosotras mismas. “Lamentablemente seguimos mirando y criticando a la de al lado”, afirma.
En cuanto a las barreras en materia de política, lo que más le apremia es que se tomen en serio las propuestas, porque “son válidas, son con contenido vivencial, real y podemos elaborarlas y llegar a un resultado exitoso”. Desde su experiencia personal señala que la “igualdad no es correr al hombre de ningún lado, es sumarnos y trabajar a la par”.
El 8 de marzo marca una jornada de lucha para la mujer latinoamericana. ¿Cuáles cree que siguen siendo los desafíos más urgentes para las féminas?
Los desafíos se nos plantean a diario y en todos los aspectos de la vida. Yo sostengo que más que un desafío es una lucha interna que sigue existiendo en muchas mujeres y es quitar el fantasma de que el hombre es nuestro dueño y entender que es un compañero, un aliado para transitar el camino que nos toque. Otra cosa muy importante es que hablamos de empoderamiento, de reclamar nuestros espacios, nuestros derechos y nos olvidamos de algo clave para llegar a la igualdad que todas anhelamos, generarnos nosotras mismas ese lugar en la sociedad, acompañarnos, apoyarnos, respetarnos de mujer a mujer. El respeto es algo fundamental y lamentablemente seguimos mirando y criticando a la de al lado y así no progresamos en ninguna línea. Ni entre nosotras y menos en la igualdad de género que hoy se vuelve a reclamar a viva voz en todo el mundo. Nosotras mismas somos nuestro más urgente desafío.
Desde su posición de mujer, política y empresaria, ¿qué barrera ha sido la más difícil de superar?
Como política, en demostrar que no estoy ocupando una banca solo por la cuota. Fundamentar y trabajar a diario para mostrar que por más que parezcan sueños o se note ese sentimiento amoroso que le ponemos las mujeres a todo lo que hacemos, nuestras propuestas son válidas, son con contenido vivencial, real y que podemos elaborarlas y llegar a un resultado exitoso. Una de las grandes barreras es llegar al otro y que entienda que juntos es más sencillo para todos, y que no se trata de género, se trata de ganas y compromiso. Como empresaria se vive algo similar, porque en realidad en todos los roles de la mujer las barreras son las mismas. Lo principal es sentirnos seguras de nosotras mismas. Cuando tomé las decisiones más importantes de mi vida siempre estuve segura, y eso me ayudó a enfrentarme a todas las barreras y obstáculos que se me presentaron. Algunas pude vencerlas más rápido que otras, otras aún estoy trabajando para vencerlas, pero siempre decidida y convencida de que el camino que tomo es el correcto.
¿Cómo puede la política darle voz a las mujeres y encontrar estrategias que permitan una verdadera igualdad?
Escuchando, hablando, conociendo las necesidades reales y mirando el bosque sin descuidar al árbol. La comunicación y la empatía son muy importantes. La autocrítica es fundamental, y entender que la igualdad es eso, igualdad, no es correr al hombre de ningún lado, es sumarnos y trabajar a la par.
Sabemos de tus inquietudes sociales y tu constante trabajo en las dos esferas que centran tu vida. ¿En qué está enfocada Lourdes Rapalín en estos momentos en lo político y lo empresarial?
En lo político sigo firme con mi trabajo en cuanto al acoso en los niños, es horrible lo que se está viviendo a nivel mundial, es una tragedia de la cual no somos conscientes. Tiene que pasar algo que salga en los medios para que se hable 24 horas de un tema que es real y sumamente doloroso. Miles y miles de niños sufren bullying acá, en nuestro país, niños nuestros. Es una catástrofe muy difícil de visibilizar y es por eso que no bajo los brazos y sigo al firme acompañada por un equipo extraordinario trabajando en este tema. Por supuesto que siempre hay algo más y siempre estoy atenta a lo que pueda aportar en otros temas, pero el acoso en los niños es algo que realmente me preocupa y año a año renuevo mi compromiso en llegar a lograr que se le dé el trato que realmente merece, y logremos leyes que sirvan para prevenir y desterrar este flagelo. Como empresaria, qué puedo decirte, venimos de una pandemia, una pandemia que llegó para quedarse, una pandemia que nos tomó por sorpresa y obviamente el sacudón fue enorme. Hoy, trabajando muchísimo para sostener los puestos laborales, son cientos de familias que dependen de Bethel y a su vez capacitándonos constantemente para seguir ofreciendo un servicio de calidad, adaptado por supuesto a la nueva realidad que viven también nuestros clientes y apuntando no solo a permanecer, sino a superarnos día a día defendiendo el lugar que ganamos en el mercado, con profesionalismo y con valor humano que es nuestro diferencial. Son casi dos décadas y seguir de pie ya es importante.
¿Algún mensaje para la mujer que nos lee en su mes?
Que nos celebremos este y todos los meses, que honremos el ser mujer, que nos respetemos y no bajemos nunca los brazos.